sábado, 26 de mayo de 2018

Tumba de José, el Patriarca

Resultado de imagen de tumba de jose el PatriarcaSegún el relato del libro del Génesis, José, hijo predilecto del patriarca Jacob y de Raquel, fue vendido por sus hermanos, muy celosos, a unos mercaderes, y terminó en Egipto, donde a la postre se convertiría en ministro del faraón. Tras su muerte fue enterrado en Siquem, hoy día Nablus, en el norte de Cisjordania.

Para los judíos, la tumba corresponde a la de José, el personaje del Antiguo Testamento, y por ello es un lugar de peregrinación. Lo frecuentan en particular colonos religiosos, así como muchos judíos ultra ortodoxos.

La tumba fue restaurada cuando Israel ocupó Cisjordania en 1967. Al comienzo de los años 1980, unos colonos religiosos ultranacionalistas instalaron en ella una sinagoga y una escuela talmúdica.

El ejército israelí salió del lugar el 7 de octubre del año 2000, poco después del inicio de la segunda intifada.

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La tumba de José en Nablus es un monumento que forma parte de los sitios religiosos de Cisjordania. Fue parcialmente destruida en incendiada en varias ocasiones. Se transformó en mezquita en el año 2000. La oficina palestina de bienes religiosos considera el lugar como un sitio arqueológico islámico.

Para los palestinos, la tumba corresponde a la de un personaje musulmán local, Yussef Dweikat, fallecido durante la época otomana. Muchos historiadores apoyan esta tesis y estiman además que el sitio fue antes un lugar sagrado para los samaritanos.

El edificio de arquitectura islámica, con una cúpula blanca, se encuentra enclavado en el campo de refugiados palestinos de Balata, en Nablus.

Desde 2007, el ejército autoriza el acceso a la tumba a los peregrinos judíos una vez al mes, y por la noche, salvo en períodos de tensión.

sábado, 19 de mayo de 2018

Monte Moria

Resultado de imagen de Monte del sacrificio de isaac. Monte moriahDespués de estos sucesos, Dios puso a prueba a Abrahám. Le dijo: «¡Abrahám!». Él respondió: «Aquí estoy». Dios dijo: «Toma a tu hijo único, al que amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moria y ofrécemelo allí en holocausto en uno de los montes que yo te indicaré». Abrahám madrugó, aparejó el asno y se llevó consigo a dos criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el holocausto y se encaminó al lugar que le había indicado Dios. Al tercer día levantó Abrahám los ojos y divisó el sitio desde lejos. Abrahám dijo a sus criados: «Quedaos aquí con el asno; yo con el muchacho iré hasta allá para adorar, y después volveremos con vosotros». Abrahám tomó la leña para el holocausto, se la cargó a su hijo Isaac, y él llevaba el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban juntos. Isaac dijo a Abrahám, su padre: «Padre». Él respondió: «Aquí estoy, hijo mío». El muchacho dijo: «Tenemos fuego y leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?». Abrahám contestó: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío». Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahám levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahám alargó la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo: «¡Abrahám, Abrahám!». Él contestó: «Aquí estoy». El ángel le ordenó: «No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo». Abrahám levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Abrahám llamó aquel sitio «El Señor ve», por lo que se dice aún hoy «En el monte el Señor es visto». El ángel del Señor llamó a Abrahám por segunda vez desde el cielo y le dijo: «Juro por mí mismo, oráculo del Señor: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te colmaré de bendiciones y multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de sus enemigos. Todas las naciones de la tierra se bendecirán con tu descendencia, porque has escuchado mi voz» (Gen 22, 1-18).

El monte Moria, o Moriah, como también se lo conoce, es uno de los lugares sagrados más importantes para la cultura hebrea y el cristianismo. Allí subió Abraham, según indica la mitología, con su hijo Isaac para sacrificarlo y ofrendarlo a Dios. Un ángel divino detuvo su brazo, cuando estaba por hacerlo y lo incitó a que sacrifique a un carnero.

Pero Moriah en hebreo significa "visión" y mucho tiene que ver con lo que allí sucedió. Cuando Abraham estaba por sacrificar con un cuchillo a su primogénito, un ángel divino detuvo su brazo armado y le indicó de la existencia de un carnero, que se encontraba en el sitio. Fue entonces cuando Abraham no tuvo que sacrificar a su hijo y optó por el carnero.

Resultado de imagen de Monte del sacrificio de isaac. Monte moriahOtra de las características significativas del monte Moria es que está justo delante del monte Sion y entre ambos forman la explanada del Templo de Jerusalem. Justamente, en una de las laderas del monte Moria es donde está el Calvario o Gólgota. Ni más ni menos que el lugar donde fue crucificado Jesucristo.

Hace miles de años, el Monte Moriah fue el lugar donde sucedieron importantes pasajes bíblicos. Situado en la actual región de la cuidad antigua, en Jerusalén, Israel; se cree que es allí donde el patriarca Abraham subió para sacrificar a su hijo Isaac, según el mandamiento de Dios (Génesis 22, 2). También fue allí donde David vio al ángel que destruiría Jerusalén, como lo ordenara Dios, insatisfecho por su pueblo (2 Samuel 24). Luego de este hecho, David adquirió por precio justo la tierra en la que vio al ángel y levantó un altar. Más tarde encargó a su hijo Salomón que edificara el famoso templo que sustituiría el Tabernáculo, una obra de las más las más innovadoras del planeta, en su época.

Como dejan claro los relatos bíblicos, la región era inhabitada en aquella época. Salém, el poblado que luego daría nacimiento a Jerusalén, estaba en sus cercanías. Mucho después de Abraham, en los tiempos de David, el famoso rey de los judíos compró las tierras donde se había aparecido el ángel destructor, donde había una era (espacio de tierra usada para desgranar y secar granos) de los jebuseos, y que fue por el precio justo. El monarca ordenaría que fuera construido allí el famoso templo de adoración a Dios.

sábado, 12 de mayo de 2018

La torre de Babel

El relato de la Torre de Babel en el Antiguo Testamento habla de una jutzpá definitiva: un pueblo decidido a construir una torre que llegara a los cielos:

“Edifiquemos una ciudad, y también una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo, para perpetuar nuestro nombre y no dispersarnos por toda la tierra” (Génesis 11,4)

No muy complacido, según relata la Biblia, el Señor puso fin a esta presuntuosidad e hizo que el pueblo hablara en diferentes idiomas para que no pudieran entenderse entre ellos, dispersándolos así “por toda la tierra”.

Ahora emerge un indicio convincente de que la Torre de Babel existió de verdad y que la historia es más que un mero cuento simbólico de la arrogancia humana.

Una tablilla en piedra de la colección privada de un empresario noruego, Martin Schøyen, contiene la imagen más clara jamás vista del Gran Zigurat de Babilonia, según Andrew George, profesor de historia babilonia en la Universidad de Londrés.

La tablilla, que ha sido grabada en vídeo por primera vez por la revista Smithsonian, muestra una ilustración de una estructura piramidal, junto a una representación del rey Nabucodonosor II, que reinó Babilonia del 605-562 a. C.

Construido en tiempos de Hammurabi (1792-1750 a. C.), el zigurat de Babilonia estaba en un grave estado de deterioro para cuando apareció Alejandro Magno, quien ordenó su demolición en el 331 a. C.

Sin ningún indicio de su aspecto original, hasta ahora solo se disponía, según explica el catálogo de la Colección Schøyen, de “una larga serie de pinturas fantasiosas como referencia”.

Esta tablilla, por primera vez, nos ofrece una ilustración coetánea de la torre; junto con una inscripción que nos relata los planes de construcción de Nabucodonosor II y el proceso de restauración.

La Colección Schøyen ha documentado la traducción de la inscripción en la tablilla, señalando que contiene una útil leyenda que identifica el dibujo como: Etemenanki: zikkurat babibli: “La casa, la fundación del cielo y de la tierra, zigurat en Babilonia”.

La inscripción continúa con la descripción del proceso de restauración: “Nabucodonosor, rey de babilonia soy. Pra completar e-temen-anki y e-ur-me-imin-anki movilicé a todos los países por doquier, todos y cada uno de los gobernantes que alcanzaron la prominencia sobre todos los pueblos del mundo. Completé la base para construir una terraza alta. construí sus estructuras con bitumen y ladrillos horneados de arriba abajo. Lo completé alzando su cima hasta los cielos, haciéndolo resplandecer brillante como el sol”.

La ilustración de Nabucodonosor II lo muestra: “Con su sombrero cónico real, sosteniendo una vara en su mano izquierda y un pergamino con los planos de la Torre (o un clavo de fundación) en su mano derecha extendida”.

sábado, 5 de mayo de 2018

Cueva de Adulán, donde se escondió el rey David

Imagen relacionadaDavid marchó de allí y se puso a salvo en la cueva de Adulán. Cuando se enteraron sus hermanos y toda la casa de su padre, bajaron adonde estaba. Se le unieron las gentes en apuros, con deudas o de ánimo desesperado, y él se convirtió en su jefe. Unos cuatrocientos estaban con él. David marchó de allí a Mispá de Moab y dijo al rey de Moab: «Permite a mis padres vivir entre vosotros, hasta que sepa lo que el Señor va a hacer de mí». Los llevó a la presencia del rey de Moab y vivieron allí todo el tiempo que David permaneció en el refugio. (Samuel 1, 22, 1-4).

Ciudad de Judá situada en la región fértil de la Sefelá, aproximadamente a medio camino entre Belén y Lakís. Se la relaciona con Tell esh-Sheikh Madhkur (Horvat ʽAdullam), situado a unos 26 Km. al oeste Sur oeste de Jerusalén. El nombre original parece haberse conservado en el de las ruinas cercanas de ʽId el-Ma (Miyeh). Adulán estaba en una ubicación estratégica, ya que dominaba tanto Wadi es-Sur como el acceso desde esa parte de la Sefelá al interior de Judá. Se la conoce principalmente por la “cueva de Adulán”, lugar donde David se refugió cuando huía del rey Saúl. En estos parajes hay muchas cuevas de piedra caliza. (Cfr. 2Sa 23, 13)

Para aquel entonces, Adulán ya era una ciudad antigua, pues la primera mención que se hace de ella en el registro bíblico es en relación con Hirá “el adulamita”, quien llegó a ser compañero de Judá antes de que la familia de Jacob se trasladara a Egipto. (Cfr. Gen 38, 1-20) Unos tres siglos más tarde, Adulán fue uno de los treinta y un pequeños reinos conquistados por Josué (Jos 11, 1-15), y después fue asignada a Judá junto con otras ciudades de la Sefelá.

Resultado de imagen de caverna de adulamCuando Saúl estuvo persiguiendo a David, este escapó de Akís, el rey filisteo de Gat, y fue a Adulán, a una cueva donde finalmente se le unieron unos 400 hombres. 

Como esta zona estaba a unos 19 Km. al oeste sur oeste de Belén, es posible que David la conociese muy bien de cuando era pastor. Parece ser que David la hizo su fortaleza por su relativa inaccesibilidad. Una vez rey, usó este lugar como base de operaciones en sus guerras contra los filisteos. 

Fue desde aquí desde donde salieron tres de sus guerreros para sacar agua de la cisterna de Belén, agua que después David rehusó beber por considerar que representaba la sangre de aquellos que se habían arriesgado para obtenerla. (Cr 11, 15-19)

Adulán era una de las quince ciudades fortificadas que reforzó Rehoboam de Judá. (2Cr 11, 5-12) Las tropas de Senaquerib tomaron estas ciudades, cuya función era defender los flancos sur. y oeste, durante el reinado de Ezequías, en 732 a.C. (2Re 18, 13) En los días de Nehemías, Adulán aparece entre las ciudades repobladas por los judíos que habían regresado del exilio babilonio. (Ne 11, 30)