Se encuentra cerca de la antigua construcción romana conocida como el Arco del Ecce Homo, en memoria de las palabras pronunciadas por Poncio Pilato, mientras mostraba a Jesucristo al pueblo jerosolimitano. Sólo una parte de este arco triunfal, erigido por Adriano en el año 135 a. C. para celebrar la caída de Jerusalén, es visible actualmente en la via dolorosa. El arco izquierdo, que no ha llegado a nuestros días, formó parte de un monasterio islámico. En cambio el arco derecho todavía se conserva dentro de la Iglesia del Ecce Homo, propiedad de las hermanas de Sion. Esta capilla se encuentra muy cerca de la iglesia franciscana que explicábamos en la primera estación.
La iglesia que aparece en las fotografías se llama iglesia de la flagelación y también pertenece a los franciscanos. Fue construida en 1927 por Antonio Barlucci. Se elevó en el lugar donde habia restos de antiguas ruinas, como el mencionado arco romano, parte de las fortificaciones y patio de la Fortaleza Antonia e importantes vestigios del pavimento de la calzada romana, el llamado litoestrato o litóstrotos.
Una faceta muy interesante de la Iglesia son las tres vidrieras que representan diferentes escenas referentes a ese momento: el lavado de manos de Pilatos acerca de la culpabilidad de Jesús, la flagelación y la coronación de Jesús con la corona de espinas, y el grito de victoria de Barrabás cuando fue puesto en libertad. En la pequeña cúpula de la iglesia, en el techo, hay una gran corona de espinas. Impresiona mucho ver la vidriera que representa la flagelación y esta gran corona de espinas, pensando en lo que sufrió por cada uno en ese mismo lugar Nuestro Señor.
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