viernes, 13 de junio de 2008

Una especial intercesora

El tiempo que llevo en Tierra Santa he tenido una intercesora muy especial, Maria Pilar Ruiz. Se fue al cielo con 14 años, pocos años antes de que me viniera a vivir a Jerusalén. Quería escribir esta semana sobre ella pues el próximo día 20 es su cumpleaños. La conocí cuando tenía 6 o 7 años en el colegio Sansueña de Zaragoza, donde ella estudiaba, y yo trabajaba como sacerdote. Cuando le descubrieron la enfermedad y ya no podía ir al Colegio yo acudía a atenderla espiritualmente a su casa. Los últimos meses le llevaba la Comunión e iba a tener dirección espiritual a su casa todas las semanas. Un día en que lo estaba pasando mal, antes de que llegara a verla, le dijo a su madre: -"¡Mamá, cómo me va a ver D. Santiago con esta cara!”.
Siempre me edificó y me ayudó mucho la sencillez con la que llevó su enfermedad, y ahora me sigue ayudando mucho desde el cielo. Pienso que es una especial intercesora para los pequeños detalles de la vida ordinaria, para las cosas pequeñas. Todos tenemos sufrimientos, dificultades, algo que nos contraría. Nos cuestan cosas que –habitualmente- no son muy grandes. Ella, Maria Pilar, lo sabe, y sonríe viéndonos aquí. Nos anima a sufrir con gozo; a luchar sin miedo a la Cruz. El Señor ha querido llevársela tan jovencita para que nos sirva a todos su ejemplo y su vida sencilla.
La oración de la estampa que adjunto la compuso una chica del club Alcubierre de Zaragoza. De pequeña pudo conocer a Maria Pilar y le pide por sus “asuntillos”, que siempre le saca adelante. Se trata de una devoción particular, sencilla, pero muy efectiva, pues Maria Pilar está siempre muy activa desde el Cielo.
Quería recoger algunas frases que dijo o escribió en su último año. Su madre la animaba en momentos de mucho dolor, y ella le decía: tú estás como la Virgen, mirándome sufrir y sufriendo por dentro, pero yo estoy como Jesús, clavada en la Cruz.
Escribía en el cuadernillo, con su letra clara, frases sueltas como estas: "-Para ser santos tenemos que hacer las cosas mirando a Dios. -Tenemos que vivir para Dios. -La verdadera felicidad está en Dios. -Estamos hechos para Dios". Y se preguntaba: "-¿Qué lugar ocupa Dios en mi vida?".
Sabía muy bien - porque lo había aprendido- y así quedaba reflejado en su libreta: "-Nuestra vocación cristiana es amar a Jesucristo". Por eso muchas ideas eran sobre la oración. "-Hay que pensar un sacrificio para la Semana Santa. Mi sacrificio es la oración. -Propósito: cada día un rato de oración y escuchar al Señor en el fondo de mi corazón. -La oración no es solo hablar con Dios, sino ver lo que me pide. -Hablar con Dios es hablar con un amigo que te escucha".
Espero que la devoción a Maria Pilar –como me ayuda a mí- pueda servir a muchas personas a encontrar a Dios en los pequeños “asuntillos” de cada día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Santi, tengo aqui a tus padres en Barcelona. Estamos leyendo los articulos publicados en tu blog. Nos parece muy tuyo, aumentar tus obligaciones ya de por si muy densas y de responsabilidad. Como no nos podemos extender mucho en el comentario, recibe por parte de todos papá,mamá , tios Pilarin y Carlos. Un
abrazo muy fuerte.

Dimas dijo...

Buenas noches D.Santiago, soy Jose Luis Samper (Uruel)tal vez no me reconozca, es normal , pero yo a usted lo he visto y oido en muchas ocasiones. Ya se le notaba la especial devoción a Pilar en su ultima misa en Zaragoza, yo conocí a Pilarin y a Eduardo y Pilar en Alcubierre. No sabia que este blog era suyo, pues habia visto alguna vez los titulares en Conoze pero no habia entrado. Yo soy Dimas el de Pensamientos indiscretos:www.berabe.blogspot.com
A partir de ahora el blog me ayudara a encomendar mas su labor allá.

Un abrazo D.Santi ¡¡¡Duc in altum!!!

Jaime Sanz dijo...

Muy bonito lo de esta chica, y me encanta que pongas fotos y noticias tan frescas, como la del nuevo Patriarca. Veo mucho futuro a este blog!! Mil gracias, Santi!!

Un abrazo muy fuerte!!

Jaime