sábado, 31 de marzo de 2012

Recorrido de la Pasión del Señor



A falta de pocos días para revivir la Pasión del Señor contaré el recorrido que hizo en Jerusalén el Viernes Santo. En esta foto aérea se pueden apreciar los lugares donde estuvo el Señor. Al fondo, en el número 1, el huerto de Gesemaní. Allí, al pie del monte de los olivos, fue a rezar antes de ser apresado. El Señor vería cómo bajaban con las antorchas por la puerta de las ovejas. "Entonces Judas, al frente de un destacamento de soldados y de los guardias designados por los sumos sacerdotes y los fariseos, llegó allí con faroles, antorchas y armas" (Jn. 18,3). Desde el huerto de los olivos se puede ver esa calle. Bajaron desde un lugar elevado. Jesús vería las luces inmediatamente. En un primer momento se le encogería el corazón pensando que llegaba su hora, pero después le vendría el pensamiento de que también ya pronto nos iba a librar de los pecados y nos abriría las puertas del cielo."El destacamento de soldados, con el tribuno y los guardias judíos, se apoderaron de Jesús y lo ataron" (Jn. 18-12).
Desde Getsemaní lo llevan atado hasta la casa de Anás, suegro del Sumo Sacerdote para interrogarle. "Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, Sumo Sacerdote aquel año" (Jn. 18-13). Para eso fueron por el torrente Cedrón. Era un torrente pues por allí pasaba abundante agua. Ahora es un descampado con algunas tumbas y árboles dispersos. Todavía hoy se puede atravesar el valle del Cedrón a través de un caminito que lo cruza trasversalmente. Por ahí debieron llevar a Jesús en dirección al pináculo del templo. Se puede comprobar al verlo desde Getsemaní que de noche es un lugar muy oscuro. Más lo debía estar en aquella época. Bordeándolo subirían hacia la casa de Anás que estaba en el monte Sión. A buen seguro subirían las escaleras de piedra muy antiguas que llevaban hacía la cima del monte Sion. Después de subirlas, a la izquierda se encontraba la casa de Anás, ahora lugar Santo llamado Galicantum, porque allí estuvo el Señor. Se conservan unas grutas subterraneas -antiguas cárceles- donde la tradición dice que tuvieron encerrado al Señor. Allí también Pedro lloró amargamente al oír el canto del gallo y darse cuenta de que había negado tres veces al Señor.
Posteriormente fue conducido a casa de Caifás, que aparece en el número 3 de la fotografía.  "Los que habían arrestado a Jesús lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos" (Mt. 26, 57). La casa del Sumo Sacerdote Caifás se encontraba bajando de nuevo hacía la ciudad de David. No sabemos cuánto tiempo estaría en las casas de Anás y de Caifás. Pero entre las dos debió pasar toda la noche, pues el Evangelio dice que cuando llevaron al Señor de casa de Caifás al Pretorio de Pilatos era ya de madrugada. "Desde la casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada" (Jn. 18, 28).
En el pretorio, lugar que se encuentra lo que hoy es el comienzo de la Via Dolorosa, estaba la torre Antonia, y allí se realizó el juicio inicuo al Señor. Cerca de ese sitio, en un patio, fue flagelado y coronado de espinas, y poco después, en el Pretorio, fue condenado a muerte. "Pilato mandó entonces azotar a Jesús. Los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza. Lo revistieron con un manto de color púrpura, y acercándose, le decían: "¡Salud, rey de los judíos!", y lo abofeteaban" (Jn. 19, 1-3). Empieza la "Vía dolorosa" del Señor. Al subir por esas calles empinadas de Jerusalén es fácil imaginar a Jesús -ya casi desangrado y doblado por el peso de la Cruz- cargando con el madero por las empinadas calles de Jerusalén hasta el Calvario. Como se ve en la fotografía, el Calvario ahora se encuentra dentro de las murallas construidas por los cruzados. En aquella época la roca del Calvario estaba fuera de las murallas que rodeaban la ciudad. Muy cerca en una baguada, que era como una cantera, había tumbas escavadas en la roca. Nicodemo y José de Arimatea embalsamaron el cuerpo del Señor y lo colocaron en el Sepulcro. "En el lugar donde lo crucificaron había una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que todavía nadie había sido sepultado. Como era para los judíos el día de la Preparación y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús" (Jn. 19, 41-42).





sábado, 24 de marzo de 2012

Prisión de Jesús


A pocos días de la conmemoración de la Pasión del Señor, quería mostrar un lugar que se venera por los griegos ortodoxos como aquel donde paso nuestro Señor encerrado la noche del jueves al viernes Santo. Está en la Via Dolorosa, cerca del lugar franciscano de la flajelación. Saliendo a la via dolorosa desde la flagelación hay un arco. Sobrepasándolo se puede ver la Iglesia del Ecce Homo, con restos de la antigua Puerta de Adriano. Esto correspondería a la Segunda Estación del Vía Crucis. Se trata de una prisión de los tiempos de Jesús, que ha sido convertida en una misteriosa y oscura Iglesia Ortodoxa Al entrar en ella, en la parte de abajo, se puede caminar entre húmedas y tétricas grutas, cerradas con enrejados. Si al entrar se gira a la izquierda, en vez de bajar, hay una entrada a otro tipo de cuevas excavadas en la roca, pero unidas entre sí por un pequeño pasadizo. Hay que agachar la cabeza y, al seguir la luz de las velas, se puede acceder a una pequeña dependencia con una capilla repleta de iconos. Hay uno principal -que se muestra en la fotografía- en el que se ve a Jesús atado de manos y con los pies metidos en una roca de piedra con dos agujeros. Delante está situado el bloque de roca que tiene dos agujeros en los que a los presos se les hacía meter las piernas para luego ponerles cadenas en los pies.
Los ortodoxos aseguran que ese fue el lugar exacto en que estuvo encarcelado Jesús. También dicen de otro habitáculo más grande en la misma zona, que era el que correspondía al lugar donde estuvo encerrado el ladrón Barrabás. Dentro se respira un fuerte olor a incienso, y esto junto con la luz tenue del lugar hacen que se facilite mucho el recogimiento y la oración.
Es una pena pues mucha gente pasa de largo porque no se puede ver con facilidad el lugar. A mí lo que más me impresionó fue la roca donde el Señor quedó aprisionado toda aquella noche. Esa roca es un buen símbolo del daño que hacen al Señor los corazones duros -como rocas- que no quieren corresponder a su inmenso amor.




sábado, 17 de marzo de 2012

La pascua judía y la Última Cena: institución de la Eucaristía

La Última Cena, fue la celebración de la pascua judía, un "séder", una solemne comida sacrificial llevada a cabo de acuerdo con los antiguos ritos judíos por nuestro Señor y sus apóstoles. Aquí queremos reconstruir los acontecimientos de esa solemne comida, según se narra en el Evangelio y de la que los eruditos nos dicen de la pascua en el tiempo de Cristo. Realmente la Última Cena fue la "última", en parte porque fue la celebración final de los ritos pascuales de la nueva ley, la Pascua Cristiana. La última Cena es el momento decisivo cuando los símbolos y profecías de antaño del Antiguo Testamento son reemplazados para siempre por los hechos y cumplimiento del Nuevo Testamento. Los evangelistas omitieron a la hora de narrar esa Cena muchos detalles que daban como conocidos por sus lectores judíos. ¿Por qué nuestro Señor toma el cáliz dos veces en la narración de San Lucas en la Última Cena? (Lc. 22: 17-20). Por qué San Pablo habla de la "Copa de bendición" (1Cor 10,16). Por qué se dijo un salmo antes de que los Apóstoles dejaran el Cenáculo? (Mt. 26: 30). Estas y otras frases cobran nuevo significado a la luz de los antecedentes judaicos. La Cena Pascual también nos ayudará a entender y a profundizar en las ceremonias litúrgicas de la Semana Santa y la Pascua, empapadas como están de figuras y alusiones al Antiguo Testamento. "Esta es la solemnidad pascual en la cual el verdadero Cordero, fue sacrificado..." "Oh noche bendita que desposeyó a los egipcios y enriqueció a los hebreos...". Al mismo tiempo comprendiendo más claramente el contexto en el cual Cristo escogió instituir la Santa Eucaristía, se enriquecerá nuestra participación en la Misa.
La Comida Pascual es una especie de preparación de la Misa que enfoca nuestra atención en el corazón del misterio pascual, el Cordero que fue sacrificado y nos redimió de la esclavitud con su sangre. Y así nos prepara para entrar más de lleno en cada Misa, porque la Vigilia Pascual no fue únicamente el fin del viejo rito, sino el principio del nuevo. San Atanasio dice: "Cuando nos reunimos y comemos la carne de nuestro Señor y bebemos su sangre, celebramos la Pascua". La ceremonia de la Cena Pascual nos permite representar los eventos de la vigilia pascual como un drama-oración, para prepararnos para la verdadera representación de la vigilia pascual en la Santa Misa. Pero, ¿por qué Cristo usó la Cena Pascual para instituir la Eucaristía? Es importante que pensemos que esto representa la elección deliberada y completamente considerada de Cristo. Él envía a sus discípulos a preparar el Cenáculo. Él se preocupa acerca del tiempo y el lugar exacto y arregla todo cuidadosamente de antemano, diciéndole: ardientemente deseaba comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que no la comeremos hasta que sea cumplida en el Reino de Dios (Lc. 22: 15-16).
La historia del Éxodo de Egipto que la Iglesia lee en preparación a los misterios pascuales, es la más grande parábola de nuestra Redención en el Antiguo Testamento. Cada detalle es significativo. Y, dentro de todos los acontecimientos de la Antigua Ley, el más significativo de todos es la sangre del cordero sacrificado salpicada en las puertas de los hijos de Israel para que el ángel vengador, que vino a matar al primogénito en toda casa de Egipto, "pasa de largo" las casas de los hebreos. La sangre del cordero profetiza el verdadero cordero cuya sangre liberó al mundo de la esclavitud del pecado. Dios ordenó que esta primera Pascua fuera conmemorada solemnemente en una festividad anual; la gente debía sacrificar un cordero y participar de su comida con pan ázimo y lechuga silvestre (un recuerdo de la huida apresurada de Egipto, cuando no hubo tiempo de llevar consigo pan con levadura), en agradecimiento por la libertad que fue un regalo de Dios. La fiesta de la Pascua anual llegó a ser un acontecimiento de primera importancia en la religión de Israel. Gradualmente el ritual llegó a ser más elaborado; gradualmente también la Pascua llegó a ser no únicamente una memoria del agradecimiento a Dios por la bondad de Israel en el pasado, sino como una profecía del futuro; justamente como Dios había una vez conducido al pueblo escogido, lejos de la esclavitud, para que un día los guiara al nuevo éxodo, a la era futura del Mesías.
En el tiempo de nuestro Señor, la comida pascual ya no se comía de pie y apresuradamente, sino reclinados alrededor de la mesa de fiesta. En gran contraste a esa noche de huida, 1,500 años antes, la atmósfera era de amor y alegría espiritual. Pero el corazón verdadero de la celebración permanecía el mismo a través de los siglos: sacrificio y banquete sacrificial, celebrado en acción de gracias. Ahora podemos empezar a ver por qué Cristo escogió este momento para su sacrificio. Esta fiesta familiar del pueblo escogido, celebrada por el pueblo como un todo y con un corazón, existía para que pudiera ser transformada en la gran fiesta de la comunidad cristiana, demostrando caridad, uniendo más íntimamente en un solo cuerpo aquellos alimentados por el único Pan divino. La primera pascua fue conmemorada en una Comida Pascual; la segunda Pascua, el sacrificio de Cristo, nuestra Pascua, fue realizada en la Santa Misa, la Comida Pascual del Nuevo Testamento. En el marco de la Pascua el significado del sacrificio se aclara: "Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros" (Lc 22,19) para que vosotros podáis "pasar de largo" de la muerte en el pecado a la vida de Dios. En este contexto se aclara también que el nuevo sacrificio tendrá también su banquete sacrificial: "En verdad os digo que, si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros". (Jn 6,54). En la última Cena, Cristo con toda humildad y reverencia guardó la Pascua con sus discípulos, observando en detalle su ritual. Pero cuando la Cena iba a concluir, Él reemplazó el antiguo rito con el nuevo. Él tomó el pan, lo bendijo y partió y lo que les dio a sus discípulos ya no era simplemente el pan sin levadura de la Pascua. Él tomó el cáliz lo bendijo y lo que les dio ya no era únicamente el ofrecimiento de la Pascua, sino él misterio del Nuevo Pacto que se acababa de establecer. El momento supremo, anticipado en la conmemoración de la Pascua a través de los siglos, había llegado. La redención del hombre iba a realizarse.
Se sostiene generalmente que nuestro Señor celebró la Pascua con sus discípulos el jueves en la noche, anticipando en un día la Pascua legal de los discípulos. El Viernes Santo, a la hora precisa en que los corderos pascuales eran sacrificados en el Templo, símbolo elocuente del cumplimiento de las profecías el Cordero de Dios consumaba su sacrificio en la Cruz. El Viejo Pacto entre Dios y el pueblo escogido había sido sellado por la sangre de muchas víctimas. El Nuevo Pacto estaba ahora sellado por la sangre de la única víctima perfecta. El cordero figurado era reemplazado por le Cordero verdadero. El sacrificio ahora había sido hecho perfecto. Este mismo sacrificio profetizado en la Pascua judía, cumplido en el Calvario, es renovado en cada Misa. Tan a menudo como nosotros los cristianos, el pueblo escogido del Nuevo Testamento, comamos el pan y bebamos el vino, celebramos el misterio pascual. Como dice San Juan Crisóstomo, en cada Misa "es Cristo, quien aquí y ahora celebra la Pascua con sus discípulos. Y la mesa del altar es nada menos que la mesa de la Última Cena". Esta representación de la Comida Pascual es, entonces una preparación para el misterio pascual, como es renovada en cada Misa, y más especialmente como es celebrado el Jueves Santo y durante toda la Semana Santa...ahora que las ceremonias litúrgicas del Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo han sido restauradas a las horas de la noche, la dramatización puede hacerse apropiadamente a cualquier hora antes de la Misa del Jueves , y quizá mejor la noche del Miércoles Santo.
"Celebración de la Cena Pascual", de Mons. Mario De Gasperín






sábado, 10 de marzo de 2012

La pascua judía y la Última Cena: el diálogo

En esta entrada recogemos la tradición de lo que se hacía, hablaba y rezaba durante la cena pascual. Sería más o menos la forma de cómo el Señor celebraría la Última Cena. Con los párrafos en cursiva del comentario se irán explicando los detalles de la Cena y la relación que tienen con la Útima Cena y la Institución de la Eucaristía. Las oraciones que se rezan durante la cena y las explicaciones establecidas para ese momento irán entre comillas. Es un poco largo, pero pienso que vale la pena.

1. La cena pascual. Se comienza encendiendo todas las luces de la habitación para la celebración de la fiesta. Todos los comensales empiezan de pié para la bendición inical que realizará la madre.
(Comentario: De acuerdo con una antigua costumbre judía, era labor de la madre encender las luces de la fiesta durante cualquier oficio religioso que se realizara en el hogar judío. Este gesto, además de su objeto obvio de alumbrar, simboliza la venida de Cristo, el Mesías, luz del mundo. La solemne bendición de la luz al principio del oficio de la solemne vigilia de Pascua tiene su origen en esta costumbre judía. También nos recuerda las velas encendidas sobre el altar, la mesa de nuestro diario banquete Eucarístico).
Madre: "Bendito Seas Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que nos has santificado con tus mandamientos y nos has ordenado encender las luces de loa festividad. Bendito seas Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del universo que nos has mantenido vivos, nos has sostenido y traído hasta esta fecha. Permite que nuestra casa sea consagrada, oh Dios, por la luz de tu misericordia, que brille sobre nosotros en bendiciones y que nos traiga paz". Todos: "Amén".
2. Kidush, la bendición de la fiesta.Todos se sientan. En la mesa, frente a cada participante, habrá un plato pequeño de agua salada y un plato conteniendo matzás, rábano o alguna hierba amarga, jaroses y algunas hierbas verdes. Delante del director habrá una gran cipa (vasija de vino).
(Comentario: Cada alimento utilizado en la cena de pascua de los judíos era bendecido antes de ser comido. Del mismo modo, el pan y el vino que van a ser consagrados son bendecidos por el celebrante durante el ofertorio de la Misa).
Director: "Bendito seas Tú oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que nos has escogido sobre todas las gentes y nos has exaltado sobre todas las lenguas y nos has santificado con tus mandamientos. En amor Tú nos has dado oh Dios nuestro Señor temporadas para alegrarnos, días santos y tiempos de felicidad, este día de la fiesta del pan ázimo, el tiempo de nuestra libertad, un día de reunión de santidad, un recuerdo del éxodo de Egipto. Porque Tú nos has escogido y nos has santificado sobre todas las gentes y nos has dado por herencia tus sagradas festividades. Bendito seas Tú oh Dios, que santificas a Israel y las festividades".
La primera copa de vino se sirve. Es la copa de acción de gracias. El Director: se encarga de distribuir a todos los presentes vino. Lo sirve desde un recipiente que esta frente a él.
(Comentario: Cuatro veces durante la Cena Pascual se servía el vino. El hecho de distribuir el vino de un recipiente común a todos los presentes, era un símbolo de unidad. En la Última Cena, Cristo sirvió esta primera copa de vino sin consagrar, diciendo a sus apóstoles: "Tomadlo y distribuídlo entre vosotros porque os digo que desde ahora no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios" (Lc 22, 17-18). La consagración vendría más tarde, después de la comida, al servir la tercera copa de vino, "La copa de la bendición").
Todos: "Bendito seas Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que has creado el fruto de la vid". Todos beben la primera copa de vino. El Sirviente: en seguida presenta una vasija, jarra y servilletas al director que lava sus manos mientras dice una oración.
(Comentario: El lavado de las manos durante la Cena Pascual simboliza la necesidad de tener una pureza interior de todos aquellos que participan en el ritual. Igual significado tiene el lavado de las manos del sacerdote durante el ofertorio de la Misa. Fue probablemente en este momento del ritual que Dios nuestro Señor lavó los pies a sus discípulos, como una demostración de su nuevo mandato de amor y para mostrar la dignidad de servicio en la nueva dispensación).
Director: "Bendito seas Tú oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que nos has santificado con tus mandamientos y nos has dado el mandato de lavar nuestras manos". Todos toman de su plato la hierba verde, la sumergen en el agua salada, símbolo de lágrimas y penas, y dicen juntos: "Bendito eres Tú, oh Dios nuestro Señor, que creaste los frutos de la tierra". Todos comen la hierba verde.  El Servidor: Trae un plato en el que están 3 matzás grandes, cada una envuelta en una servilleta. El Director: descubre la pieza superior y la levanta en el plato.
(Comentario: El pan ázimo estaba prescrito para los ocho días de la Pascua, conmemorando así la primera Pascua, porque en la salida de Egipto no hubo tiempo de preparar pan con levadura. Así que el pan que nuestro Señor usó cuando instituyó la Eucaristía, era ázimo. Una costumbre que se continuó en el rito latino).
El Director: con el pan levantado dice: "¡Mirad. Este es el pan de la aflicción que nuestros padres comieron en la tierra de Egipto. Que todos los que tengan hambre, vengan y coman. Que todos los necesitados vengan y celebren la Pascua con nosotros. Que la voluntad de Dios sea redimirnos de todo mal y de toda servidumbre".
3. Hagadah, la historia de la salida de Egipto. Una segunda copa de vino es servida, la llamada copa de Hagadah.
(Comentario: Ahora la historia de la primera Pascua es relatada, como fue mandado por Dios en el libro del Éxodo. Esta parte de la comida pascual, como la Misa de los Catecúmenos, es para instrucción. La persona más joven presente hace las tradicionales cuatro preguntas. En la última Cena probablemente las hizo San Juan).
El más joven: "¿Por qué esta noche es diferente a todas las otras noches? En las otras noches nosotros comemos pan con o sin levadura. ¿Por qué en esta noche comemos únicamente pan sin levadura? En todas las otras noches comemos toda clase de hierbas. ¿Por qué en esta noche comemos especialmente hierbas amargas. En todas las otras noches no sumergimos las hierbas en ningún condimento. ¿Por qué en esta noche la sumergimos en agua salada y jaroses? En todas las otras noches comemos sin festividad. ¿Por qué en esta noche celebramos un oficio de Pascua?"
El Director: "Los Sirios persiguieron a nuestros Padres que se fueron a Egipto y permanecieron ahí en número reducido, convirtiéndose después en una nación grande y poderosa, formando una gran multitud. Los egipcios nos maltrataron y nos persiguieron y nos impusieron trabajos pesados. Y clamamos al eterno Dios de nuestros padres, y el Eterno escuchó nuestra voz, vio nuestra miseria, nuestra pena y nuestra opresión. Y el Eterno nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido en medio de gran espanto de señales y milagros. Por lo tanto, aunque todos supiésemos perfectamente bien la Torá, todavía sería nuestro deber, año con año, contar la historia de nuestra salida de Egipto. En realidad cavilar sobre ello se considera laudable".
Lector: uno del grupo lee ahora la salida de Egipto del libro del Exodo, 12. Sirviente: el cordero pascual es traído y colocado delante del Director.
(Comentario:  Para aclarar cómo la salida de Egipto se simboliza en la Cena Pascual, el Director levanta cada uno de los alimentos ceremoniales por turno, para explicar su significado. Este era un momento muy significativo en la comida para los antiguos judíos; también para nosotros, nuevos israelitas, es un momento muy importante. Porque el cordero era objeto de rituales que están llenos de sentido profético: debe ser macho y sin mancha; era asado en un asador en forma de cruz, una de cuyas ramas atravesaba el cordero a lo largo; la otra separaba los dientes del frente, y ningun hueso podía rompérsele).
Director: Levanta el cordero. Cuando el Director levanta el cordero todos dicen: "¿Cuál es el significado de pesaj?". Director: "Pesaj significa el cordero pascual que nuestros padres sacrificaron al Señor en memoria de la noche en que Yavéh pasó de largo por las casas de nuestros padres en Egipto, como está escrito: "Cuando os pregunten vuestros hijos: ¿Qué significa para vosotros este rito? les responderéis: es el sacrificio de la Pascua de Yavé, que pasó de largo por las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a Egipto, salvando nuestras casas". (Exodo 12, 26-27)".
Director: descubre la pieza superior del pan ázimo y lo sostiene en alto. Todos: "¿Cuál es el significado de Matzá?". Director: "Este es el pan de aflicción que nuestros padres llevaron con ellos cuando salieron de Egipto, como está escrito: "Cocieron bajo la ceniza la masa que habían sacado de Egipto, e hicieron panes ázimos, pues la masa no había podido fermentar, por la mucha prisa que para salir les daban: y ni para comer pudieron preparar nada". (Exodo 12, 39)".
Director: Levanta la hierba, mientras todos preguntan: "¿Cuál es el significado de maror?". Director: "Maror, quiere decir hierba amarga. Nosotros comemos maror para recordar que los egipcios amargaron las vidas de nuestros padres, como está escrito: "Sometieron los egipcios a los hijos de Israel a cruel servidumbre, haciéndoles la vida amarga con duras labores en barro y ladrillo, y trabajos pesados en el campo. En todas las obras les hicieron servir con rigor. (Éxodo 1, 13-14)".
4. Oración de acción de gracias por la salida de Egipto.
(Comentario: esta oración de gratitud por la salida de Egipto que el director ahora lee, es similar al prefacio de la Misa. Y los salmos de Halel (en español, aleluya), significa literalmente: "Alabanza a Tí Señor". Nuestro Señor, frecuentemente recitaba estos salmos).
El Director: Como un prefacio para los salmos de Halel, el director levanta su copa, dice: "En todas las generaciones cada uno debería sentir como si personalmente hubiera huído de Egipto, como está escrito: "Dirás entonces a tus hijos esto es en memoria de lo que por mí hizo Yavé, al salir de Egipto". (Exodo 13,8). Por lo tanto, es nuestro deber agradecer, alabar, laudificar, glorificar, exaltar, bendecir, exhultar y adorar a El que realizó todos estos milagros para nuestros padres y para nosotros. El nos ha salvado de la esclavitud, llevándonos a la libertad, del pesar al gozo, del luto al día festivo de la oscuridad a la gran luz, y de la sujeción a la redención. Recitamos entonces delante de El una nueva canción (Salmo 113 ó 114)".
Director: Coloca la copa de vino de nuevo en su lugar.
Todos: se ponen de pie y recitan el salmo: "Al salir Israel de Egipto, Jacob de un pueblo balbuciente, Judá fue santuario de Dios, Israel su dominio. El mar, al verlo, huyó; el Jordán se echó atrás; los montes saltaron como carneros, las colinas como corderos. -¿Qué te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordán, que te echas atrás?, ¿y a vosotros, montes, que saltáis como carneros; colinas, que saltáis como corderos? En presencia del Señor se estremece la tierra, en presencia del Dios de Jacob: que transforma las peñas en estanques,
el pedernal en manantiales". Todos: "Aleluya, alabanza a Tí Señor". Director: "Al salir Israel de Egipto, la casa de Jacob del pueblo extranjero". Todos: "Alzó Judá su santuario de Israel su imperio". Director: "Viole venir el mar y huyó, el Jordán se echó para atrás". Todos: "Saltaron los montes como carneros y los collados como corderos". Director: "¿Qué tienes oh mar que huyes? ¿Y tú Jordán que te echas para atrás?"
Todos: "Vosotros montes, que saltáis como carneros y vosotros collados como corderos". Director: "A la venida de Yavé, tiembla oh tierra, a la venida del Dios de Jacob". Todos: "Que hace de la piedra lago de aguas, de la roca fuente de aguas vivas. Aleluya: alabanza a Tí, Señor".

5. Solemne bendición de la comida. Todos sentados.
(Comentario: Aquí son bendecidos el pan ázimo y las hierbas amargas, símbolo de la esclavitud en Egipto, de la cual Dios libró a los judíos).
Director: Levanta su copa en la mano y dice: "Bendito eres Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que nos has redimido a nosotros y a nuestros padres de Egipto, y permitiste que alcanzáramos esta noche para comer los panes ázimos y las hierbas amargas. Así, Señor nuestro Dios y Dios de nuestros padres, haznos llegar a otras fiestas y días solemnes. Que tu voluntad se haga a través de Jacob, tu siervo escogido, para que tu nombre sea santificado en toda la tierra y que todas las gentes sean movidas a adorarte al unísono. Y nosotros cantaremos nuevas canciones de alabanza a Ti, por nuestra redención y la salvación de nuestras almas Bendito seas Tú, oh Señor, que redimiste a Israel". Todos: "Bendito seas Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que creaste el fruto de la vid". Después todos beben una segunda copa de vino. Director: Levanta la matzá superior y la bendice con la siguiente oración: "Bendito seas Tú oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que sacas de la tierra el pan".
(Comentario: Como en el caso del vino compartido de una vasija común, la partición y distribución de un mismo pedazo de matzá a todos los presentes significa unidad. "Porque el pan es uno, somos muchos un solo cuerpo, pues todos participamos de ese único pan", dice San Pablo, (1Cor 10,17). El dueño de la casa, durante la comida de Pascua, sumergía el pedazo de pan en jaroses y se lo daba a uno de los invitados en señal de afecto. Esto hace especialmente conmovedor el hecho de que Cristo sumergió un pedazo de pan y se lo dió a Judas. Este fue el último llamamiento de amor de Cristo, pero como el Evangelio nos dice: "El tomando el bocado, se salió luego" (Jn 13,30).
Director: Rompe la matzá superior en pequeños pedazos y distribuye un pedazo a cada uno de los presentes. Todos: Sosteniendo cada quien el pedazo de matzá en sus manos dicen: "Bendito eres Tú oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste comer el pan ázimo". Todos se comen el matzá. Director: "Combinemos el pan ázimo y las hierbas amargas y comámoslas juntos, como está escrito: Con pan ázimo y hierbas amargas, ellos lo comerán". Cada persona pone un pedazo de hierba amarga y algo de jaroses entre dos pedazos de matzá, y todos dicen juntos: "Bendito eres Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que nos has santificado, con tus preceptos y nos ordenaste comer hierbas amargas".
6. La cena se lleva a cabo.
7. Bebida de la tercera copa de vino: la copa de la bendición. Ya al término de la cena.
El director toma la mitad grande de la matzá de en medio del plato, lo parte y distribuye a todos los presentes.
(Comentario: Se trae el segundo matzá. Era costumbre concluír la comida de Pascua con esta pieza de pan ázimo. Es lo más probable que Cristo tomó el pan en esta parte de la cena, lo bendijo y partió dándoles a los apóstoles diciendo: "Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros". (Lc 22,19).).
Todos: sostienen el pedazo de matzá en sus manos, mientras el Director dice: "Bendigamos al Señor". Todos: "El nombre del Señor, sea bendito por toda la eternidad". Director : "Bendito eres Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que alimentas en tu gran bondad al mundo entero. Con tu favor, benevolencia y misericordia, nutres a todos tus creaturas, porque tu clemencia es infinita. Tu gran bondad jamás nos ha fallado. No nos falte nunca el aliento que necesitamos, por amor de tu sublime nombre. Dios es el que nutre y sostiene a todos, favorece a todos y prepara el sustento a todos los seres que creó". Todos: "Bendito eres Tú, oh Señor, que provees de alimento a todas tus creaturas". Después todos comen el pedazo de matzá. En seguida se sirve la tercera copa de vino, la llamada "copa de bendición".
(Comentario:  San Pablo se refiere a esta copa de bendición cuando pregunta: "¿El cáliz de bendición que bendecimos, no es la comunión de la sangre de Cristo" (1Cor 10,16). Y San Lucas nos dice que después que El hubo cenado, Cristo tomó una copa, dió gracias y se las entregó, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros". (Lc 22,20). Parte del Salmo 115, que sigue es recitado por el sacerdote, antes de tomar el cáliz de la Misa. El cáliz de salvación es la Sangre de Cristo; Dios ha roto nuestros lazos a través de su sacrificio. El es el Santo cuya muerte es preciosa a la vista del Señor, junto con El, nosotros ofrecemos el sacrificio perfecto de alabanza en la Misa).
Todos se ponen de pié. Director: "¿Qué retribuiré al Señor por todo lo que me ha dado? Tomaré el cáliz de la salvación e invocaré el nombre del Señor". Director: "Cumpliré los votos que he hecho al Señor en presencia de todo el pueblo". Todos: "Tu rompiste mis cadenas. Te ofreceré sacrificio de alabanza e invocaré el nombre del Señor". Director: Cumpliré mis votos hechos al Señor en la presencia de todo el pueblo; en los atrios de la casa del Señor, en medio de Tí, Jerusalén". Todos: "Bendito eres Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que creas el fruto de la vid". Aquí todos toman la copa de bendición.(Comentario: La lectura del último discurso de nuestro Señor a sus apóstoles según San Juan se habría podido hacer en este momento: (Jn 13,31-38; 14,1-31; 15,1-27; 17,1-26)).
8. Bendición final. Las copas se llenan por cuarta vez. Es la llamada "copa de Melquisedec". Todos levantan las copas y dicen: "Alabado seas Tú, oh Dios nuestro Señor, Rey del universo, que has creado el fruto de la vid". Después beben la copa de vino.
(Comentador: El Director concluye la ceremonia con la antigua bendición del libro de los Números 6, 24-26).
Director: "El Señor te bendiga y te guarde. Que haga resplandecer su Faz sobre ti y te otorgue su gracia. ¡Que vuelva a tí su Rostro y te dé la paz!". Todos: "¡Así sea! ¡Así sea! ¡Así sea!".
"Celebración de la Cena Pascual", de Mons. Mario De Gasperín










sábado, 3 de marzo de 2012

La pascua judía y la Última Cena: participantes y decoración


Hablaremos ahora de los principales participantes en la cena de pascua. El director, que es quien oficia la comida y dice las varias bendiciones que son la mayor parte de la ceremonia. Serìa apropiado que el director dijera las palabras de Cristo en la lectura de los diálogos del Evangelio que han sido insertados en la ceremonia, pues él representa a Cristo en la comida. El director puede ser el padre de la familia, un sacerdote (si hay alguno presente), o el jefe del grupo que celebra la cena. El comentador es el que lee los comentarios que explican el significado del rito pascual y los relaciona con su cumplimiento cristiano. La madre de la familia, que enciende las velas al principio de la cena y bendice la luz. El más joven, que hace "cuatro preguntas" acerca del significado de la cena Pascual. Los lectores, quienes leerán el capítulo 12 del Exodo y cualquiera otra lectura que sea seleccionada para ser incluída en la cena. También se recomienda que haya servidores. Es aconsejable tener por lo menos una persona que sirva la mesa para que la ceremonia se desarrolle fácilmente, la cual traerá las comidas ceremoniales cuando sean pedidas, ayudará al director a lavarse las manos, etc. El servidor deberá leer cuidadosamente la ceremonia con anticipación.
En la pascua judía -así como en la Última Cena- el arreglo de la mesa y la decoración también están previstos. Se utilizará mantel blanco y servilletas del mismo color. Hay un candelabro de 7 brazos, que tiene sus correspondientes 7 velas. Si se usa más de una mesa, pueden usarse velas y candelabros en las mesas adicionales, pero no es necesario tener más de uno de los candelabros de siete brazos. Flores y plantas verdes para centro de mesa. Un arreglo de trigo y uvas puede ser un adorno de centro muy efectivo. Se colocarán tarjetas con el nombre de cada participante que pueden ser decoradas con un cordero o algún otro tema eucarístico, tales como trigo, uvas. Esto imparte solemnidad a la comida. En el lugar de cada persona deberá haber: un baso de vino (o los vasos pueden estar enfrente del director y él llenarlos directamente, una pequeña vasija con agua salada, y un plato con jaroses, hierbas verdes y amargas. Habrá un texto escrito en la pared o en una tela expresando el tema de la comida pascual, por ejemplo, una tela decorada con un gran cordero y símbolo de sangre del cordero que cae en el cáliz; una tela colgando con símbolos de pan y vino; un texto como el que sigue: "¿Por qué esta noche es diferente a las otras noches?" o "Cristo, nuestro cordero pascual, es sacrificado para nosotros". Otras cosas que necesarias podrían ser: una cerillera (para el encendido de las velas), una vasija con un cucharón para servir el vino, una vasija, jarra de agua y toalla para que el Director se lave las manos, un plato grande con tres matzás grandes envueltos en servilletas, y un plato grande para el cordero, quizá decorado con algunas plantas verdes. Sería muy efectivo, si fuera posible, empezar la comida en la semi obscuridad.
"Celebración de la Cena Pascual", de Mons. Mario De Gasperín