sábado, 26 de marzo de 2011

El pozo de Sicar en Nablus

El tercer domingo de cuaresma nos presenta la impresionante escena del pozo de Sicar: el encuentro del Señor con la samaritana. Escribí una entrada hace tiempo sobre el lugar Santo que se puede visitar. Pero se trata de uno de los lugares Santos de más difícil acceso: por estar lejos y por estar en zona un poco más conflictiva. Por si alguno quiere visitarlo copio una carta que me escribió una persona que había ido allí y no había encontrado el sitio. En mi respuesta doy indicaciones para poder llegar hasta la iglesia ortodoxa dentro de la cual está el pozo.
Me escribían:
"Gracias por la información que aparece en el blog. A finales de 2009 visité tierra santa y no localicé en Nablus el pozo de Sicar. Dentro de dos semanas voy de nuevo con un grupo de amigos y me gustaría saber como puedo encontrarlo. ¿Sería posible que a vuelta de correo me informara de cómo puedo localizarla esta vez. Viajaremos en coche desde Jerusalén. Aprecio mucho la información que me pueda suministrar. Gracias de nuevo."
Esta fue mi respuesta:
"El pozo de Sicar está en el interior de una iglesia muy grande. Para ir desde Jerusalén hay que ir a Ramallah desde allí dirigirse a Nablus. Poco antes de llegar a esta población la iglesia grande se puede ver desde la carretera. Está cerca del campo de refugiados de Balata, pero no hay que meterse en el campo de refugiados. Es una iglesia ortodoxa y, dentro de la misma, bajando desde una estancia está el pozo. Si no se va con un grupo organizado es recomendable ir con algún palestino de confianza. En cualquier caso si llegais a Nablus y no habéis encontrado el lugar podéis ir a la iglesia católica y preguntar por abuna Johnny. Es el sacerdote católico de Nablus y muy buen amigo mío".
Esta es una fotografía de la iglesia ortodoxa donde se encuentra el pozo de Sicar. Fue construida sobre unas iglesias antiguas. En el mismo lugar primero se levantó una iglesia bizantina y después fue construida otra iglesia en la época cruzada. La actual es de 1907. Fue donada por Rusia, pero tuvieron que deternerse los trabajos de construcción en 1917 por la Revolución Bolchevique. Finalmente, la iglesia pudo ser completada recientemente, en 1998. Se trata de una iglesia ortodoxa griega. Dentro del recinto, bajando unas escaleras, se encuentra el pozo de Sicar, donde Jesús tuvo el encuentro con la Samaritana.

sábado, 19 de marzo de 2011

El monte tabor. Iglesia ortodoxa

El evangelio de la segunda semana de Cuaresma nos presenta la escena de la transfiguración del Señor. En una entrada hace algún tiempo hablamos de la iglesia católica que hay en lo alto del monte Tabor. En esta ocasión nos referiremos a la iglesia griego ortodoxa que se encuentra allí. Está en un lugar un poco más abajo que la iglesia católica. Antes de llegar a la cima, hacia la izquierda, hay un camino que conduce a esta iglesia. Muchas veces no es fácil entrar. Suelen abrir la puerta que da al complejo donde está la Iglesia cuando se junta un grupo de personas. La iglesia no es lo que se ve en la imagen. Es la entrada, por la que pude pasar en dos o tres ocasiones visitando también los alrededores de la iglesia. Detrás de este muro hay un jardín que está cerca de la iglesia y donde tienen unas imágenes -tamaño humano- de Jesús, Moisés y Elias. Hay mucho silencio. De vez en cuando se ve pasar a un pope ortodoxo con sus barbas largas y sotana negra, o a una monja cubierta con su velo y traje negros hasta los pies. Entramos dentro de la iglesia. Muy sobrecargada, estilo oriental, con muchos iconos preciosos a lo largo de las paredes. En el centro una pila bautismal. Uno de los chicos con los que la visité, que vienen por el club que tenemos Nazaret, me dijo que le habían bautizado en ese lugar y en esa pila. Al poco tiempo de estar allí nos invitaron a desalojar la iglesia y el recinto. Cuando salíamos ya había otro grupo que estaba preparado para entrar.
El monte Tabor es un lugar precioso para visitar. A veces nos llevamos sorpresas, como cuando fui con un amigo sacerdote y vimos mucha gente en una de las laderas del monte haciendo Ala delta. Nos quedamos un rato contemplando el espectáculo. Es fácil en ese lugar dejar volar la imaginación pensando en la escena del Señor transfigurandose y viendo a los discípulos llenos de asombro y a la vez de gozo. Y allí también dan ganas de quedarse más tiempo y de decir como ellos: "Señor, hagamos tres tiendas...".

sábado, 12 de marzo de 2011

Las tentaciones y el desierto

Ha comenzado la cuaresma y el primer domingo leemos en la Santa Misa el Evangelio de las tentaciones en el desierto. Vamos a hablar del desierto, el lugar elegido por el Señor para ayunar 40 días y 40 noches. El desierto y la entrada en la tierra prometida es una imagen tipo para hablar de la vida eterna. También lo es el jardín del Eden, donde vivían Adán y Eva.
Es importante el simbolismo del número 40. En la Biblia hay que fijarse en los dos números, el 10 y el 4, y en su multiplicación: 10 x 4. El 10 es un número que señala el misterio de la perfección. Y el 4 significa el mundo pues tiene 4 partes: norte, sur, este y oeste. Así, Jesús ayuna de manera ferfecta -es perfecto Dios y perfecto hombre- y lo hace en este mundo. Este número 40 aparece cantidad de veces en la biblia: los 40 años en desierto que pasaron los israelitas en el desierto, los 40 días que van a la tierra prometida para reconocer el país... Pero la expresión que se utiliza en el Evangelio de las tentaciones es que pasó 40 días y 40 noches. Se trata de una afirmación más especifica. Y esta expresión también aparece en varias ocasiones en la Biblia: cuando Moises subió al monte Sinai lo hizo 40 días y 40 noches. En el primer libro de los Reyes se dice que Elias después de comer anduvo 40 dias y noches hasta el Sinai. El 40 es un tiempo de preparación para una vida nueva, una Epifanía, y siempre hacia el Sinaí, que simboliza en encuentro con Dios.
Vamos a ver ahora cómo se estructuran las tentaciones. Se puede observar cómo el diablo siempre cambia de táctica según la respuesta de Jesus. Primero lo conduce a Jerusalen y comienza atacándole a su imaginación. "Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». Le tienta con algo que no ve, ataca a su imaginación sabiendo el hambre que tenía Jesús.
La segunda tentación del diablo es con una cita, pero Jesús le contesta con otra cita: "Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna». Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios». El diablo se da cuenta de que con citas no ganará a Jesus. Y entoces, decide cambiar de táctica, y le presenta a su vista todos los reinos del mundo. Deja la tentación de la imaginación para pasar a la de la vista. "Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.» Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto».
La primera tentacion es de la carne: que las piedras se conviertan en pan para que te puedas alimentar. La segunda es de presunción: tentar al Señor para que demuestre su poder. La tercera es la concupiscencia de los ojos: si le adoraba le daría el poder y el dinero. Estas tres tentaciones también se dan en el genesis, en la tentación a nuestros primeros padres: el fruto que era bueno para comer, era vistoso y agradable para los ojos, y supondría llegar a tener poder, sabiduria.
La temática de las tentaciones en el desierto son siempre alrededor de la piedra y la caida: haz que estas piedras se conviertan en panes..., tirate al vacío que no tropezarás en piedra alguna... , si te postras en el suelo y me adoras te daré todo esto... Al final se cumple toda la palabra de la escritura, también la que citó el diablo, que es del Salmo 90: "Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra alguna". Se cumple esa escritura en sentido verdadero. El salmo 90 habla de las pruebas del justo. Dios salva al justo si confía en Él.
La conclusión es que no podemos transformar en un Dios ni la carne, ni dinero, ni el poder. Hemos de confiar tan solo en el Señor, y entonces los angeles nos serviran y entraremos en la tierra prometida, la patria celestial.

sábado, 5 de marzo de 2011

El sembrador. Tipos de tierra en Tierra Santa

“Salió el sembrador a sembrar. Y al echar la semilla, parte cayó junto al ca­mino y vinieron los pájaros y se la comieron. Parte cayó en terreno rocoso, donde no había mucha tierra y brotó pronto por no ser hondo el suelo; pero al salir el sol se agostó y se secó porque no tenía raíz. Otra parte cayó entre espinos; crecie­ron los espinos y la sofocaron. Otra, en cambio, cayó en buena tierra y dio fruto, una parte el ciento, otra el sesenta y otra el treinta”. (Mt 13,3-9).
En este evangelio el Señor cuenta una parábola hablando de los tipos de tierra en Palestina. También en el evangelio del domingo de la novena semana del tiempo ordinario, ciclo A, se habla del que construye sobre roca firme y el que construye sobre arena. Podemos mencionar ahora brevemente a los tipos de tierra que hay aquí, y es lógico que el Señor también se refiriera a ello varias veces pues los terrenos por estos lugares pueden ser muy variados. Hay zonas en la hay roca dura, y también zonas desérticas de tierra blanda. El típico terreno en Palestina es un tipo de roca vista con matorrales y olivos.
Hay terrenos muy fértiles. Por ejemplo, a unos cinco kilómetros al norte del Mar de Galilea, en el inte­rior, está la ciu­dad de Corazim. Dicen los evangelios que allí estuvo Jesús predicando en varias ocasiones e hizo muchos milagros. La suave bajada de Corazim a Cafarnaún es muy adecuada para el cultivo de ce­reales. Aun así, el terreno presenta algunas dificultades. Todavía hoy es po­sible recorrer el camino que atraviesa los sembrados y ver las grandes piedras basálti­cas que están esparcidas sobre la tierra fértil con algunas espigas raquíticas sobre la poca tierra que admiten las cavidades de estas formaciones rocosas. En sus proximidades, donde no ha sido posible trabajar bien la tierra, se aprietan los es­pinos silvestres. Qué bien entenderían los campe­sinos de esta zona las parábolas de Señor hablando de los distintos terrenos.