jueves, 29 de diciembre de 2016

Navidad en Belén con el nuevo Administrador Apostólico

Medianoche. Un canto resuena en la iglesia abarrotada de Santa Catalina en Belén: “Gloria in excelsis deo”. El órgano suena con fuerza, redoblan festivas las campanas, la multitud se levanta.

Es la Navidad que ha llegado. La primera frase del Gloria es proclamada por el Administrador Apostólico del patriarcado latino, Pierbattista Pizzaballa, que celebró la misa de medianoche del 24 de diciembre donde todo comenzó.

Sobre el altar, una pequeña estatua de Jesús para recordar la presencia de aquel Niño pequeño, pobre, que ninguno quiso acoger y que nació allí, en un establo de Belén. 

«A raiz del Jubileo de la Misericordia podemos entender la Navidad como la puerta que Dios mantiene abierta para salir al encuentro del hombre e invitarlo a entrar en comunión con Él», dijo Pizzaballa en la homilía. «Tenemos miedo de lo que sucede en el mundo, nuestras esperanzas aquí, como en muchos países del mundo, naufragan en medio de la corrupción, del imperio del dinero, de la violencia sectaria, del miedo – apuntó Pizzaballa refiriéndose a los acontecimientos actuales – en Siria, Irak, Egipto, Jordania. Pero también en nuestra Tierra Santa continúa creciendo la sed de justicia y dignidad, de verdad y de amor verdadero». ¿Cuál es la respuesta a todo esto? «Tú eres nuestra esperanza: no seremos defraudados», concluyó.

Al finalizar la celebración, se dirigió en procesión a la Gruta de la Natividad. Sentado en primera fila se encontraba el Presidente de las Autoridad Nacional palestina Mahmud Abbás, entre otros ministros, embajadores, cónsules y diplomáticos.

El 24 de diciembre empezó desde por la mañana como un día de fiesta y de oración por la comunidad cristiana. Mons. Pierbattista Pizzaballa dio comienzo a la jornada a las 11:15 en la sede del Patriarcado latino con los tradicionales saludos de Navidad para los cuales el hijo del mukhtar, el responsable de la comunidad latina en Jerusalén, leyó un discurso en representación de su padre.

Después, una procesión de coches partió rumbo a Belén. La primera etapa, Mar Elías, después la tumba de Raquel y, para terminar, en una breve parada fuera de programa, Pizzaballa bajó del coche para saludar a un grupo de palestinos que le esperaban con pancartas y fotos en el exterior de un campo de refugiados a la entrada de Belén.

Al llegar a la Plaza del Pesebre, delante de la iglesia de la Natividad, hizo su entrada solemne, precedido de los scout que desfilaban con uniformes y tambores. En la iglesia de Santa Catalina comenzaron así las oraciones de Navidad con las primeras Vísperas a las 14:00 y la primera procesión a la Gruta Sagrada a las 16:00.

El custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, bendijo el belén colocado en el exterior de la iglesia, donado por la provincia autónoma de Trento al Papa Francisco el año pasado y regalado de nuevo por el pontífice a Belén. «La bendición del belén tiene el significado de acoger este regalo, acoger siempre el misterio que este don representa: la encarnación de nuestro Señor Jesucristo», dijo fray Patton.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Actuales trabajos de restauración de la basílica de la Natividad

Resultado de imagen de restauración basilica natividadLos trabajos de restauración actuales de la iglesia, empezaron en 2013, después que el ministro palestino Ziad Bandak, presidente del Comité Presidencial palestino para la Restauración de la Basílica de la Natividad, adjudicó el contrato a la empresa de restauración Piacenti y la gestión de la construcción al Grupo de Desarrollo de la Comunidad (CDG). La firma del contrato tuvo lugar en presencia del primer ministro palestino, Dr. Rami Hamdallah y representantes del Patriarcado ortodoxo griego, Patriarcado armenio y la Custodia de Tierra Santa.

Desde el comienzo de la restauración, el Comité Presidencial recibió 10 millones de euros procedentes de diferentes países y organizaciones. La lista de los contribuyentes es la siguiente, ordenados en orden respectivo por la fecha de contribución confirmada:

El Estado de Palestina, República de Hungría, Sr. Saeed Tawfiq Khoury – CCC, Banco de Inversión de Palestina, República de Francia, Federación de Rusia, la Santa Sede – Vaticano, Fondo de Inversión de Palestina, Banco Comercial de Palestina, Banco de Palestina, República de Grecia, Sr. Alberto Kassis – Chile, Sr. José Said – Chile, Patriarcado ortodoxo ruso, a través del Patriarcado ortodoxo de Jerusalén, Reino de España, Misión Pontificia, Patriarcado ortodoxo armenio de Jerusalén, República de Italia, República Federal de Alemania, Reino de Marruecos, República de Polonia, Grupo Paltel – Palestina, Agencia de Cooperación y Coordinación de Turquía, Fondo árabe para el Desarrollo Económico y Social, Bélgica.

Resultado de imagen de restauración basilica natividadPiacenti ha concluido la restauración del techo, las ventanas, la puerta de madera en el atrio, y los mosaicos de las paredes de la nave y los transeptos. En la actualidad, la compañía está restaurando los arquitrabes de madera por encima de las columnas de mármol. El Estado de Palestina está trabajando en la obtención de 7,5 millones de euros para restaurar las 50 columnas, los mosaicos del suelo, las fachadas exteriores de piedra y la instalación de los sistemas contra incendios y de iluminación. El presupuesto necesario para restaurar todas las columnas es de alrededor de 2,3 millones de euros; 50.000 euros para la restauración de cada columna que cuenta con una pintura (32 columnas) y 40.000 euros para cada columna sin una pintura (18 columnas).

En junio de 2016, la Embajada del Estado de Palestina ante la Santa Sede, realizó una presentación en el Vaticano, sobre el proceso de restauración, en presencia de S. E. Mons. Antonio Camilleri, vicesecretario de Estado para las Relaciones Internacionales de la Santa Sede; Ministro Ziad Bandak, presidente de la Comisión Presidencial para la Restauración de la Basílica de la Natividad; Sra. Vera Baboun, Alcalde de Belén y un número de miembros del Comité Presidencial: Dr. Khouloud Daibes, embajador palestino en Alemania, Sr. Issa Kassissieh, embajador palestino ante la Santa Sede y el Arqueólogo Nazmi Jubeh.
Saher Kawas

sábado, 17 de diciembre de 2016

Funeral en Getsemaní por el obispo Prelado del Opus Dei Mons. Javier Echevarría

A las 21.10 del 12 de diciembre, en la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, falleció Mons. Javier Echevarría, obispo y segundo sucesor de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Tenía 84 años, y era el Prelado del Opus Dei desde hacía 22 años. El viernes 16 de diciembre, a las 12.30 horas, tuvo lugar una misa de funeral en sufragio por su alma en la Basílica de Getsemaní.

Presidió la Eucaristía Mons. Joaquín Paniello, vicario del Opus Dei en Tierra Santa. Concelebraron otros sacerdotes que desarrollan su labor pastoral en Jerusalén o que están estudiando en esa ciudad. En la homilía d. Joaquín hizo referencia a este lugar Santo como el lugar de Tierra Santa que más devoción le daba a Mons. Javier Echevarría. 

El Prelado realizó un viaje, su último viaje a Tierra Santa, a finales de 2013. Un día le dijimos que iríamos a hacer la oración a la basílica del Huerto de los Olivos. En ese momento nos volvió a repetir lo que ya había expresado en otras ocasiones: Getsemaní era el lugar de Tierra Santa que más devoción le daba. Estuvimos algunos hijos suyos rezando con él durante media hora dentro del recinto de la roca. Al salir, unos jóvenes franciscanos le llevaron al huerto para ver los olivos más antiguos, y le hicieron varios regalos, entre ellos un trozo de roca del Calvario. Era ya noche cerrada. El Prelado quedó muy agradecido por la atención, por los regalos, pero sobre todo por haber haber podido volver a rezar en ese lugar tan especial.

Unos años antes Mons Javier Echevarría había publicado un libro que llevaba por título "Getsemaní". En esas páginas el Prelado del Opus Dei fijaba su atención en las horas que Cristo pasó en el huerto de los olivos, en agonía y oración. Contemplando la súplica de ‘El gran Rezador’, como llamaba a Jesús en el libro, nos enseñaba en esas páginas a tratar a Dios Padre.

Escribía: “Getsemaní. Horas de amargura humana para Jesús; horas de paz inefable en el hondón de su espíritu, porque cumple la Voluntad santa de su Padre. Unas horas éstas, las de la oración de Jesús en el Huerto, que llegan muy al fondo del alma del cristiano”. Así comenzó el Prelado esas páginas de la contemplación sosegada del diálogo de Jesucristo con su Padre en las horas previas a la Pasión. En el libro va desgranando la oración de Jesucristo a lo largo de más de doscientas cincuenta páginas. El autor deja por escrito su oración, en la que alterna la reflexión personal con la invocación directa al Salvador.

Sabiendo la devoción tan grande que tenía a este sitio, pensamos que sería el lugar ideal para celebrar el funeral por su alma en Tierra Santa. Seguro que están siendo oraciones de ida y vuelta pues, desde el cielo, nos lo está agradeciendo y enviándonos abundantes gracias.


sábado, 10 de diciembre de 2016

Trabajos de restauración de la basílica de la Natividad a lo largo de la historia


CCA-Arco-2Después de la destrucción de la Basílica de la Natividad, durante el levantamiento Samaritano de 529, el emperador Justiniano ordenó a su enviado para reconstruir la iglesia en su forma actual, en el año 540, donde se elevó el nivel del suelo, se alargó la iglesia, se añadió un nártex y mosaicos, y se reemplazó el ábside octogonal por una forma de tres ábsides más amplios.

Entre 1165 y 1169, la iglesia fue restaurada como resultado de la cooperación entre el rey Amaury, rey de Jerusalén y el emperador bizantino Manuel Comneno. La iglesia estaba llena de mosaicos en las paredes de la nave y en los transeptos.

En el siglo XIII, durante la dominación mameluca, las reparaciones se permitieron sólo con poca frecuencia y el deterioro de la iglesia aumentó por los saqueos. Félix Fabri, un peregrino del siglo XV, describe el interior como “un granero sin heno, un boticario sin ollas aromáticas, una biblioteca sin libros, palomas vuelan libremente dentro y fuera de la iglesia, a través de los agujeros en el techo.” 

En el siglo XV, bajo el patrocinio del Custodio de Tierra Santa, P. Giovanni Tomacelli de Napoli, y después de la aprobación del sultán y la Santa Sede, se reconstruyó el techo. La madera para el proyecto fue donada y enviada desde la República de Venecia, mientras que Eduardo IV de Inglaterra, donó el plomo utilizado para el techo y el duque de Borgoña, Felipe el Bueno, pagó por el trabajo.

http://es.lpj.org/
Saher Kawas

sábado, 3 de diciembre de 2016

Mosaicos de ángeles descubiertos en la basílica de la Natividad

Resultado de imagen de restauración basilica natividadMedia docena de ángeles, el doble de grandes que un ser humano y con gestos dirigidos hacia el lugar donde, según la tradición, nació Jesús hace 2000 años, devuelven a uno de los templos más antiguos un áurea celestial que los peregrinos de todo el mundo podrán disfrutar dentro de muy poco. Una procesión de ángeles bizantinos que durante siglos fueron los encargados de señalar a los recién llegados el pesebre y que recuperan su esplendor en pleno siglo XXI con sus tonos dorados, verdes, rosas. gracias al trabajo minucioso de una veintena de profesionales italianos que trabajan y viven en la ciudad vieja de Belén desde hace dos años.

Desde marzo de 2013 la vida de estos profesionales transcurre en el interior de una basílica que ha sobrevivido a quince terremotos, invasiones, incendios, disputas entre sus tres inquilinos (Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa griega y la Iglesia apostólica armenia), y al encierro durante 39 días de 200 palestinos en 2002. Un proyecto de 16,5 millones de euros para los que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha logrado recaudar hasta el momento 9,2: trabaja de forma intensa para encontrar donantes que cubran la parte que falta para terminar de restaurar este templo declarado Patrimonio de Humanidad por la Unesco en 2012.

Giammarco Piacenti no oculta la emoción al hablar del «proyecto más importante» de su vida. Este restaurador de la Toscana, con experiencia en proyectos internacionales en Cuba, Rusia o China, presentó la empresa familiar que preside al concurso internacional convocado para rehabilitar un templo que por su valor simbólico para los cristianos «es mucho más que un trabajo, es una gran responsabilidad». Piacenti pertenece a la quinta generación de restauradores y recuerda que nada más llegar la prioridad fue el tejado: reparar la cubierta para cortar la filtración de agua que había arruinado los mosaicos.

Uno de los mosaicos restaurados, con impresionantes figuras angélicas en procesión señalando el lugar del nacimiento de Cristo.

Conseguida la madera adecuada, se puso la nueva cubierta, dejó de entrar la lluvia y llegó el momento de la ocuparse de la decoración, puertas, columnas. «Nos queda como mínimo un año de trabajo. Todo transcurre dentro de los plazos marcados. No hemos cerrado un solo día las puertas; sabíamos que un lugar así no se podía cerrar, así que avanzamos al ritmo de las ceremonias: cuando empiezan las misas paramos y no seguimos hasta que terminan», explica Piacenti.

El equipo italiano cuenta también con la colaboración de profesionales palestinos, como el ingeniero Ibrahim Abed Rabo, para quien «es un doble motivo de orgullo tomar parte en el proyecto por ser palestino y cristiano». Su despacho es una mesa en la parte superior del templo, al que se llega después de subir por cuatro pisos de andamios.

El primer ministro francés, Manuel Valls, visitó el 23 de mayo la basílica de la Natividad y pudo ver la evolución de las tareas de restauración.

El esqueleto metálico levantado por los restauradores impide al público ver la marcha de las obras, pero cuando uno escala hasta su última altura se topa con la procesión de ángeles y los profesionales, pincel en mano, trabajando piedra a piedra para devolverles todo su esplendor. «Es fantástico, único. no tengo calificativos para describir estos ángeles que hemos descubierto y que van a dejar al mundo boquiabierto», anuncia Rabo.

La primera edificación de este templo data del siglo IV después de Cristo, por orden del emperador romano Constantino I, pero desde el siglo II hay constancia de que Jesús nació en la gruta sobre la que se levanta la basílica. Dos mil años después, Belén se encuentra rodeada por el muro que construye Israel. Piacenti no olvida la cara del taxista del aeropuerto internacional de Ben Gurion, en Tel Aviv, cuando le pidió que le llevara hasta allí.

Son apenas 75 kilómetros, pero supone cruzar al territorio palestino y es una frontera en toda regla para la mayoría de los israelíes. «Dentro del templo estamos aislados del conflicto, aquí trabajamos en turnos de 50 días seguidos y hasta el momento las autoridades de Israel han respetado todos los envíos de material que nos llegan desde el extranjero», precisa Piacenti, que acabada la Natividad le encantaría trabajar en el Santo Sepulcro de Jerusalén, que también precisa una rehabilitación urgente.

Las próximas navidades ya no habrá andamios y los ángeles volverán a mostrar a los miles de peregrinos el camino hacia el pesebre donde nació Jesús. Después de tantas guerras, desastres naturales e incendios, la llama de este templo único sigue viva.