sábado, 25 de noviembre de 2017

Sellos descubiertos en Jerusalén de 700 años antes de Cristo

Tras la destrucción del Reino de Israel por los asirios en 732 a.C., oficiales suyos se refugiaron en el Reino de Judá y obtuvieron cargos administrativos. Es la hipótesis que sugiere, según los investigadores, el hallazgo en Jerusalén de unos sellos utilizados para salvaguardar e identificar documentos.

Según informa "Enlace judío" citando informaciones a su vez de "Haaretz", el descubrimiento de estos sellos y de sus impresiones fue realizado recientemente en la zona oriental de la Ciudad de David, un lugar de excavación en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Los arqueólogos se encuentran clasificando y estudiando los sellos encontrados.

Los sellos más antiguos eran pictográficos, pero entre los siglos VIII y VI a.C., empezaron a llevar impreso el nombre de los oficiales que realizaban el sellado. “Estando en Jerusalén, los oficiales eran parte del sistema de administración de Judea: esto quiere decir que Jerusalén era la capital de la Monarquía de Judá”, comenta Joe Uziel, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, director de la excavación. Esto reforzaría la evidencia sobre la relevancia de Jerusalén y su función como capital en la época.

Dentro de los sellos descubiertos, se localizó en diversos de ellos el elemento teofórico (un prefijo o sufijo colocado en los nombres para referirse a lo divino) de yahu, un elemento esencial en el judaísmo: como en el nombre de Eliyahu.

Algunos de los sellos sin el elemento teofórico señalan el nombre de Ajiab ben Menajem, que podría ser una variación del nombre Ajab, como el rey bíblico de la monarquía de Israel, o el de “Pinjas”.

Los sellos se expusieron temporalmente en la Ciudad de David durante una conferencia sobre arqueología.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Monasterio de san Jorge Koziba

 The Monastery of Wadi QeltEste monasterio se encuentra a nueve kilómetros de Jericó y 20 de Jerusalén. Está construído en un valle del desierto de Judea, que se llama Wadi Qelt. Es un lugar muy árido. Dentro de un gran valle se puede ver en la distancia este pintoresco monasterio. 

Entre las tradiciones asociadas a la ubicación de este monasterio se encuentran la visita de Elías, de camino hacia la península del Sinaí. También hay tradición de que en este lugar se produjo una escena de la vida de san Joaquín. Fue a ofrecer, como sacerdote que era, un sacrificio al templo, y alguien lo rechazó por no tener descendencia. Decidió ir al desierto cuarenta días para implorar a Dios un hijo. Se cuenta que, mientras lloraba en el lugar por la infertilidad de su mujer, santa Ana, recibió la visita de un ángel que le anunció la concepción de María. 

Es en este lugar, y en este valle aislado y estéril, donde un monasterio del siglo cuarto se aferra precariamente a las paredes de roca. Originalmente construido en torno a una cueva, el monasterio creció en el siglo quinto bajo los Griegos Ortodoxos, en el que su más famoso monje y homónimo Gorgias de Koziba habitaba el lugar. 

El Monasterio Ortodoxo de San Jorge se inició cuando unos monjes que buscaban la experiencia del desierto de los profetas, se asentaron en torno a una cueva donde se cree que Elías fue alimentado por los cuervos. 

El monasterio Griego Ortodoxo fue construido a finales del siglo quinto d.C. por Juan de Tebas, que se convirtió en un ermitaño y se trasladó desde Egipto hasta Siria y Palaestina en el año 480 d.C. El monasterio fue nombrado San Jorge después de que el más famoso monje viviera en el lugar: Gorgias de Koziba. 

Fue destruido en el año 614 por los persas, que se extendieron por el valle y masacraron a los catorce monjes que habitaban allí. Los huesos y cráneos de los monjes mártires aún se pueden ver hoy en día en la capilla del monasterio. 

Después de la invasión persa, el fue abandonado durante casi 500 años, hasta los intentos de restauración que fueron realizadas por bandas de cruzados en el siglo doce. Pero después de su expulsión, el monasterio volvió a caer en desuso. En 1878, un monje griego, Kalinikos, se estableció aquí y restauró el monasterio, terminando en 1901.

sábado, 11 de noviembre de 2017

El Cenáculo

Teológicamente la palabra Iglesia designa al pueblo creyente que Dios llama y reúne de todas partes para formar la asamblea de todos aquellos que, por la fe y el Bautismo, forman parte de un solo cuerpo, con Cristo a la cabeza. En la actualidad también designamos mediante la palabra iglesia al lugar físico dónde se reúne esa asamblea, aunque una palabra más exacta para referirse a él sería "templo".

¿Cuál fue el origen de estos lugares de encuentro que, a lo largo de la historia del cristianismo, han dado lugar a verdaderas joyas arquitectónicas? Para averiguarlo qué mejor que acudir directamente a la Biblia, concretamente a los Hechos de los Apóstoles, dónde ya se habla de una pequeña comunidad de discípulos que se reunían en el Cenáculo junto con la Virgen María y los once apóstoles en los días posteriores a la Ascensión de Jesucristo 

¿Qué es el Cenáculo? Es el salón en el que Cristo celebró la última cena e instituyó la Eucaristía. También es el lugar dónde a los 50 días de la resurrección del Señor, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles en el día de Pentecostés: es el comienzo “oficial” de las actividades de la Iglesia.

La Tradición la sitúa en la colina occidental de Jerusalén, que hoy conocemos erróneamente como el Monte de Sión (El verdadero monte Sión de la época bíblica era el Monte del Templo, situado algo más al norte, dónde David trajo el arca de la alianza y donde más tarde su hijo Salomón mandó construir el primer Templo). Es una estructura de dos pisos dentro de un gran complejo de edificios en la cima del Monte Sión. El piso superior recuerda precisamente al relatado en los evangelios, mientras que el inferior contiene un cenotafio que, desde el siglo XII, es considerado como la tumba de David. Bajo este complejo se encuentran cimientos cruzados, bizantinos y, más abajo, romanos.

La vivienda que acogió el Cenáculo ha sufrido innumerables modificaciones a lo largo de la historia. Ya en los primeros siglos, se construyó una pequeña iglesia para acoger el lugar, la cual fue aumentando de tamaño con el tiempo. En el siglo IV d.C. los bizantinos transformaron esta pequeña iglesia en una gran Basílica a la que denominaron “Santa Sión”, pero solamente cien años después fue totalmente destruida por los persas. Hubo que esperar a la conquista de la ciudad de Jerusalén por el ejército cruzado para la reconstrucción en esos cimientos de un monasterio y la iglesia de Santa María del Monte Sión y del Espíritu Santo.

Esta nueva edificación no corrió mejor suerte que la anterior y por orden del Sultán Al Hakem en el año 1219 fue demolida dentro de un plan urbanístico de toda la ciudad que conllevaba la eliminación de las murallas y contrafuertes que rodeaban a la ciudad de Jerusalén. Sólo quedo en pie la capilla del Cenáculo con el cenotafio y la tumba de David debajo de él. Hubo que esperar a la llegada en el siglo XIV de los franciscanos, los cuales recibieron en custodia y propiedad estos terrenos para que levantaran en la parte sur un pequeño convento cuyo claustro todavía se puede visitar en la actualidad.

En 1552 los frailes franciscanos fueron obligados a marcharse de Tierra Santa y el santuario volvió a caer en manos musulmanas, el edificio fue nuevamente modificado para convertirse en una mezquita. El Cenáculo cayó en zona israelí en 1948, y los musulmanes lo abandonaron. La volvieron a adquirir en propiedad los Franciscanos, hasta que fueron finalmente desplazados por los judíos.

En el año 2000, el papa Juan Pablo II ofició en el Cenáculo del Monte Sión una misa privada. Ese día fuentes oficiales del vaticano manifestaron la gran expectativa que este hecho había suscitado y expresaron que “…Los cristianos, y especialmente el Papa Juan Pablo II, quisieran que el Cenáculo, actualmente propiedad del estado de Israel, volviera a ser un lugar de culto católico, debido a su importancia capital para la historia del cristianismo”.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Hallan la antigua ciudad bíblica de Damanuta visitada por Jesús

Esta sería la última ciudad visitada por Jesús antes de la milagrosa multiplicación de los panes y de los peces. Está muy cerca de Magdala, y existió durante los períodos helenístico, romano y bizantino. En ella se encontró un barco como el que pudo haber utilizado Jesús para cruzar el mar de Galilea. 

Arqueólogos británicos descubieron en 2013 en el norte de Israel las ruinas de la antigua ciudad de Dalmanutha que es mencionada en la Biblia y que sería, según el Evangelio de San Marcos 8-10, el último lugar que visitó Jesús antes de alimentar milagrosamente a 4.000 personas tras multiplicar unos pocos panes y peces.

Las ruinas, de unos 2.000 años de antiguedad, fueron descubieras en la costa noroeste del mar de Galilea, en el valle de Ginosar. Según el responsable del hallazgo, Ken Dark, de la Universidad de Reading en el Reino Unido, pertenecen a la mencionada ciudad Dalmanutha del siglo I d.C. De acuerdo con Dark, él y su equipo hablaron con los lugareños, tomaron fotos y buscaron artefactos en la ciudad actual de Migdal, la cual, según afirmó, absorvió con el tiempo a la antigua Dalmanutha. 

Dark basó sus conclusiones en los hallazgos de cerámicas antiguas y una serie de fragmentos de columnas, incluyendo ejemplos de capiteles -la parte superior de las columnas- tallados al estilo corintio, muy común en esa época. «Los fragmentos de las columnas eran partes de las paredes actuales, las piezas de la antigua fachada de piedra sobresalían del porche delantero de una casa y varias columnas de basalto se hallaban entre los escombros», afirmó.

Las pruebas por radiocarbono permitieron datar muchos de los artefactos encontrados. Algunos de ellos, ánforas y cristal, indican que los antiguos habitantes de la zona eran ricos. 

Los pesos y las anclas de piedra, junto con la cercana ubicación de la orilla, adecuada para embarcaciones, indican que la población se dedicó a la pesca. «Dalmanutha fue una ciudad próspera», aseguró Dark en el estudio, publicado en la revista «Palestine Exploration Quarterly». 

Los arqueólogos mencionan que Dalmanutha estaba ubicada muy cerca de la antigua Magdala: «El lado sur de Dalmanutha recién descubierto se encuentra a sólo unos 150 metros de la ciudad natal de María Magdalena», informó «LiveScience». Según Dark, Dalmanutha existía durante las épocas del período helenístico, romano y bizantino. 

El científico también está seguro de que un barco descubierto en 1986, que data de hace unos 2.000 años, fue hallado exactamente en el litoral de Dalmanutha, aunque los autores del descubrimiento no sabían que la ciudad se ubicaba allí. Esta embarcación, de 8,27 metros de longitud y 2,3 metros de ancho, supuestamente fue utilizada por los antiguos pescadores que faenaban en el mar de Galilea. La idea es que Jesús podría haber utilizado un barco parecido para partir de Dalmanutha a la orilla opuesta, donde tuvo lugar el citado milagro.