miércoles, 31 de agosto de 2016

Peregrinación del beato Álvaro a Tierra Santa. 23 de marzo

 Pope-John-Paul-II-at-Blessed-Alvaro's-Funeral En la madrugada del 23 de marzo de 1994, pocas horas después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa, donde había seguido con intensa piedad los pasos terrenos de Jesús, desde Nazaret al Santo Sepulcro, el Señor llamó a Sí a este siervo suyo bueno y fiel. La mañana precedente había celebrado su última Misa en el Cenáculo de Jerusalén.

El mismo día 23 de marzo, el Santo Padre Juan Pablo II acudió a rezar ante sus restos mortales, que ahora reposan en la Cripta de la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz —viale Bruno Buozzi, 75, Roma—, continuamente acompañados por la oración y el cariño de los fieles del Opus Dei y de millares de personas.

Fue beatificado en Madrid el 27 de septiembre de 2014. Su fiesta se celebra el 12 de mayo.

sábado, 27 de agosto de 2016

Peregrinación del beato Álvaro a Tierra Santa. 22 de marzo

 Blessed-Alvaro-last-Mass El martes 22 de marzo de 1994, el beato Álvaro visita el Cenáculo. De camino, en el coche, lee los textos evangélicos de la Última Cena del Señor. Al llegar al lugar, don Alvaro se arrodilla y reza con gran recogimiento.

Después de hacer un rato de oración, el beato y sus acompañantes pasaron a la iglesia situada a lado del Cenáculo, donde don Álvaro celebró la que sería su última Misa. Ese día concelebraron con él: Mons. Echevarría, don Joaquín Alonso y los dos sacerdotes de la Prelatura que residían en Jerusalén por aquel entonces. Al llegar el momento de la homilía, don Álvaro –muy cansado- le pidió a Mons. Echevarría que la predicara él.

Después de la misa, el beato decide visitar los dos centros de Jerusalén, el de varones y el de mujeres, para poder despedirse de sus hijos antes de coger el avión que le llevará de vuelta a casa. Durante el viaje de regreso a Roma, comentó con emoción la alegría que le trajo poder visitar los Santos Lugares:

Estoy contentísimo de haber hecho este viaje; lo considero una caricia del Señor.

A la llegada al aeropuerto de Ciampino, a las 21,15h, le estaban esperando algunos matrimonios que deseaban recibir su bendición. Después de saludar y bendecir a las familias, emprendió si camino de vuelta a casa.

Se concluye así el viaje a Tierra Santa del beato Álvaro. A la mañana siguiente, sería llamado a los brazos del Padre.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Peregrinación del beato Álvaro a Tierra Santa. 21 de marzo

 Blessed-Alvaro-in-Jerusalem-City El lunes 21, fueron con don Álvaro a visitar la iglesia de Santa Ana e hicieron un rato de oración en la cripta de la Natividad de la Virgen. Se acercaron después a la piscina de Bethesda, donde leyeron el texto del Evangelio de San Juan que habla de la curación del paralítico.

Después, el beato celebró la Santa Misa en el centro de varones del Opus Dei. Durante la acción de gracias comentó: "El Señor nos ha dado este manjar para alimentar nuestra alma, para que seamos fieles, para que lo busquemos cada día más. "Quid retribuam Domino pro omnibus quod retribuit mihi?"; Señor: ¿con qué te podré pagar lo que Tú haces por mí? Con nada. Aunque luche para estar más entregado, aunque luche para que cada día sea más enteramente de Ti, no te lo podré pagar. Pero, Señor, Tú sabes que te amo, porque "Tu omnia nosti, tu scis quia amo te" (Jn. 21, 17), Tú lo sabes todo. Tú sabes que a pesar de mis miserias, yo te amo, te quiero ser fiel, y te pido perdón por las ofensas que cometo y por las faltas de entrega. Señor, ayúdame más, y ayuda a estos hijos míos que están aquí; son hijos tuyos predilectos. Ayúdales para que sean cada vez más fieles. Que cada uno de nosotros sea cada vez más fiel.

Por la tarde, hicieron otro rato de oración en la iglesia de la Flagelación, leyeron los texto evangélicos del juicio del Señor ante Pilato, la flagelación y condena de Jesús. Visitaron el Litóstroto, el arco del Ecce homo y la Vía Dolorosa. Después fueron a la iglesia de San Pedro in Gallicantu donde leyeron los textos de las negaciones de Pedro.

sábado, 20 de agosto de 2016

Peregrinación del beato Álvaro a Tierra Santa. 20 de marzo

 Blessed-Alvaro-in-Ain-Karim El domingo 20 de marzo el beato Álvaro y sus acompañantes visitaron Betania. De camino, en el coche, leyeron y meditaron los textos del Evangelio referentes al trato de Jesús con Lázaro, Marta y María. Vieron desde fuera la tumba de Lázaro e hicieron un rato de oración en la iglesia del lugar.

A continuación, don Álvaro celebró la Santa Misa en el oratorio del centro de las mujeres del Opus Dei. Por la tarde, el grupo visitó Ain Karim: la iglesia de la Visitación. 

En el lugar don Álvaro comentó: "La Virgen vino en estado de buena esperanza, por todos estos valles, para visitar a Isabel. No debió de ser nada fácil".

sábado, 13 de agosto de 2016

Peregrinación del beato Álvaro a Tierra Santa. 19 de marzo

 Blessed-Alvaro-in-Bethlehem-Mass El sábado 19 de marzo, solemnidad de San José, patrono del Opus Dei, fueron con don Álvaro por la mañana a Belén. Ya en el coche comenzaron el día leyendo los textos evangélicos sobre el Nacimiento del Señor. Llegaron al “Campo de los pastores”, donde continuaron su oración y al terminar visitaron las grutas y salieron para la Basílica de la Natividad, donde don Álvaro concelebró en uno de los altares de la gruta. 

Durante la homilia, don Álvaro comentó: "Hijos, vale la pena decir al Señor que sí. Vale la pena comportarnos como san José, que en cuanto recibía una indicación de Dios, por medio de un ángel, en sueños, o como fuera, inmediatamente la ponía en práctica sin dudar, aunque supusiese un desgarrón en su vida. Nosotros somos cristianos y hemos de procurar imitar esos modelos maravillosos. Ella era la Madre de Jesús, y San José le hizo de padre. Le enseñó a andar, a moverse, a manejarse, y después le enseñó el oficio. Nuestro Señor Jesucristo querría a san José con un amor entrañable, como un hijo bueno a su padre, a su padre bueno".

Había mucha gente en aquel estrecho lugar. Después de la Misa don Álvaro se arrodilló para besar la estrella que señala el lugar del Nacimiento de Jesucristo. Volvieron a Jerusalén, pasando por el Muro de las lamentaciones. A las 6 de la tarde, en Jerusalem, el beato visitó al Patriarca Sabbah.

sábado, 6 de agosto de 2016

Peregrinación del beato Álvaro a Tierra Santa. 18 de marzo

 Blessed-Alvaro-in-Jerusalem-Mt-of-Olives El viernes 18 de marzo, volvieron al Santo Sepulcro para hacer un buen rato de oración y celebrar la Misa en el altar de la Magdalena. De nuevo don Álvaro se arrodilló ante el sepulcro del Señor y en el lugar de la Crucifixión; y visitó detenidamente la Basílica.

A propósito de la misa en el Santo Sepulcro, Mons. Echevarría recuerda: Comentó después que le había venido a la cabeza durante la Misa algo que decía San Josemaría, a propósito de que María Magdalena lloraba porque no sabía estar sin su Jesús. Él decía: “Nosotros, sin Dios, no estamos bien”. Recordó esa frase incisiva y añadió que comprendía perfectamente el amor de la Magdalena que sin su Jesús no podía estar bien, tenía que estar desconsolada.

Después fueron a visitar el Dominus flevit. Allí se le acercó un muchacho joven, español, de Valencia, que le pidió a don Álvaro su bendición y le dijo que le gustaría hacerse una foto con él, porque tenía un hermano del Opus Dei y le alegraría mucho tener ese recuerdo. Enseguida se prestó a la foto, habló con el muchacho y le dio su bendición. 

En el coche, y rezando el Rosario, recorrieron el Monte de los Olivos. Por la tarde fueron más detenidamente al Huerto de los Olivos e hicieron media hora de oración en la Basílica de la Agonía, ante la piedra por la que don Álvaro, después de besarla, quiso pasar su cruz y su rosario. Don Alberto enseñó a don Álvaro una tumba del tiempo de Jesucristo muy restaurada y que da una idea de cómo sería el sepulcro de Jesús.