Antes de las fiestas de Navidad vino a la casa que tenemos en Nazaret Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, Vicario Patriarcal Latino para Israel. Tuvo un encuentro con diversos miembros, cooperadores y amigos que frecuentan los medios de formación espiritual que imparte la Obra en esta ciudad, y que ayudan en el desarrollo de las diversas actividades que aquí realiza. En un clima de familia su Excelencia se interesó por cada uno de los presentes y por el tipo de formación que reciben en el centro. Uno de ellos empezó hablando de cómo aprovechaba esta formación, la aplicaba a su propia vida y la procuraba trasmitir a los demás. También se refirió a la ayuda que encontraba en los retiros mensuales, en el curso de retiro anual y en las charlas sobre virtudes. Alguno comentó que le gustaba especialmente, en concreto, la visión de conjunto que ofrece el curso de doctrina católica. Otro subrayó el aspecto de la atención personalizada que recibía al acudir a la dirección espiritual y en el sacramento de la penitencia. Un cooperador dijo que sentía la responsabilidad de la formación al ver cómo las sesiones tenían lugar aunque sólo acudiera una sola persona, como el Fundador del Opus Dei, san Josemaría, recomendaba hacer a sus hijos. Sobre estos medios de formación y acerca de cómo influyen en la vida, otro cooperador explicó que le ayudaban a dar pleno sentido cristiano a sus esfuerzos en el trabajo, en su vida familiar y social. En concreto, le venían muy bien para proponerse metas ambiciosas en su vida cristiana procurando alcanzar la santidad en cada circunstancia, con realismo y sin desanimarse nunca. Otra persona también señaló la importancia que para él había tenido aprender a mantener una relación personal con Dios, dedicando algunos momentos específicos del día al diálogo con Él, y de cómo esto había influido luego positivamente en las demás actividades de su jornada. Una cooperadora dijo que antes de frecuentar estos medios de formación le parecía imposible entre el trabajo y los hijos, que se pudiera encontrar precisamente ahí la santidad. Pero ahora había llegado a entender que precisamente en ese lugar es donde la debe buscar, porque ese es además un sitio privilegiado para encontrarse con el Señor. Este espíritu la empujaba a mejorar siempre, a ofrecer su trabajo a Dios y a cuidar los detalles pequeños que son manifestaciones de amor. Otra madre de familia habló de las actividades que se realizan con jóvenes, y cómo algunas veces son los padres los que llevan a los hijos a las actividades, pero otras son los hijos los que hacen conocer el centro a sus padres.
La segunda parte del encuentro se centró en el Sínodo de los Obispos para Oriente Medio. Entre los presentes se encontraban los padres del chico que hizo una de las lecturas en la Misa de clausura del Sínodo, y que está haciendo sus estudios en Roma siguiendo la vocación franciscana. Estos padres comentaron también su experiencia. Después su Excelencia hizo un resumen del trabajo que ha supuesto este Sínodo y de las conclusiones fundamentales que de allí salieron. Después contó algunas anécdotas del desarrollo de los trabajos aludiendo al notable esfuerzo que se llevo a cabo para organizarlo.
Esta visita del Obispo a nuestra casa de Nazaret se publicó en el boletín del Patriarcado y en su página web. Esperamos que ayude a muchos para conocer el espíritu del Opus Dei, y también para que, si lo desean, puedan venir a participar en la formación que aquí se imparte.