El de finales de octubre de 2016 era, por tanto, un momento muy especial: lo presenciaron el Patriarca Teófilo III, con una pequeña delegación de religiosos y científicos. El padre fray Dobromir Jasztal, vicario custodial, estaba allí en representación del Custodio que se hallaba fuera del país. También se encontraban presentes fray David Grenier, secretario de Tierra Santa, y otros tres frailes, entre ellos el padre Eugenio Alliata, arqueólogo del Studium Biblicum Franciscanum. También asistió, por parte de la Custodia, el arquitecto Osama Hamdam, miembro de la comisión científica del proyecto. Así mismo, una pequeña delegación de armenios, encabezada por el obispo Sévan, además de los coptos del Santo Sepulcro. En total unos cincuenta religiosos y la Sociedad National Geografic, que disponía de la exclusiva sobre las fotografías.
Después de presenciar los hechos, los expertos realizaron algunas declaraciones interesantes. Por ejemplo, el arqueólogo Fredrik Hiebert, comentó: “Estoy completamente sorprendido. Me tiemblan un poco las rodillas porque no me esperaba esto. No podemos asegurarlo al cien por ciento, pero parece prueba visible de que la localización de la Tumba no ha cambiado con el tiempo, algo que científicos e historiadores se han preguntado desde hace décadas”.
También, los investigadores confirmaron que, dentro del Edículo del siglo XVIII en el que se encuentra la Tumba, se han encontrado las paredes de piedra caliza originales de la cueva. Han decidido abrir una ventana en la pared sur del santuario, de forma que pueda ser visible una de las paredes de la cueva.
Lo primero que encontraron fueron las distintas capas con material de relleno. Posteriormente hallaron una segunda baldosa de mármol con una cruz esculpida en la superficie. Esta pertenece a la época de los Cruzados. Finalmente, se ha descubierto intacto el mencionado lecho fúnebre original de piedra caliza, donde fue depositado el cuerpo de Jesucristo.
Después de que los expertos trabajaran en el lugar, se ha concluido que el subsuelo de la iglesia se encuentra muy afectado a causa de la humedad. Por tanto, se requieren nuevas obras para evitar que sigan las humedades. Para esto es necesario que se llegue a un nuevo acuerdo entre las distintas comunidades cristianas del Santo Sepulcro.
La pregunta surge natural: ¿este lugar es realmente tan santo? ¿Qué certeza hay de que aquí realmente haya estado enterrado el cuerpo de Cristo? La mejor respuesta a estas preguntas es el conocimiento de la historia de este sitio. Probablemente no haya otro lugar del mundo con una historia tan azarosa. Tanto interés por parte de todo el mundo ya de por si supone una clara señal de la importancia histórica del emplazamiento. Este ha sido uno de los lugares más disputados de la historia.
Santiago Quemada
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