"En aquel tiempo, dijo Jesús: - Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno" (Jn. 10, 27-30).
El Evangelio de hoy habla del buen pastor, y es el día en que rezamos por las vocaciones. Al ser el año del sacerdocio, pedimos al Señor de forma particular por las vocaciones sacerdotales. Hay un pasaje muy especial que se lee en Pascua. Se trata de el camino que realiza Jesús con los dos discípulos que vuelven a su pueblo. Jesús se hace el encontradizo, les deja que se desahoguen, y después les explica las escrituras. Este acompañamiento acaba con una aceptación a cenar en su casa, hasta que, al partir el pan, se les abrieron los ojos. No hay mejor imagen de lo que es el buen Pastor, y por eso quería hoy recordar este pasaje, dando algunos datos bonitos del verdadero Emaus que quizá muchos no saben.
El Evangelio de hoy habla del buen pastor, y es el día en que rezamos por las vocaciones. Al ser el año del sacerdocio, pedimos al Señor de forma particular por las vocaciones sacerdotales. Hay un pasaje muy especial que se lee en Pascua. Se trata de el camino que realiza Jesús con los dos discípulos que vuelven a su pueblo. Jesús se hace el encontradizo, les deja que se desahoguen, y después les explica las escrituras. Este acompañamiento acaba con una aceptación a cenar en su casa, hasta que, al partir el pan, se les abrieron los ojos. No hay mejor imagen de lo que es el buen Pastor, y por eso quería hoy recordar este pasaje, dando algunos datos bonitos del verdadero Emaus que quizá muchos no saben.
Emaus, según la mayoría de los manuscritos del Evangelio de san Lucas, se encuentra a 60 estadios de Jerusalén. Se entiende que más o menos un estadio corresponde a lo que sería la distancia del campo de un estadio de futbol. Con este dato, se ha tratado de localizar el lugar en un radio de esos 60 estadios descritos. Se han buscado posibles lugares con esa distancia alrededor de Jerusalén. Los posibles sitios que se han propuesto han sido sobre todo Motza y Alqubeibe. Pero ninguno de los ellos tiene una tradición antigua. En cambio, algunos manuscritos muy antiguos, entre ellos el Sinaiticus, dicen que Emmaus se encontraba a 160 estadios de Jerusalén. El error se pudo producir al resultar muy fácil que, en su transcripción, los copistas se pudieran haber equivocado. Se trataría de un error muy pequeño pero que finalmente equivaldría a una distancia muy grande. El número 60 se escribía con una letra griega seguida de un apostrofe y, en cambio, el número 160 con dos letras griegas más un pequeño apostrofe.
Hay un solo lugar en Tierra Santa que llevaba antiguamente el nombre de Emaús: se trataba de la localidad de Emaús-Nicópolis. Este sitio pasó a llamarse Nicopolis en la época helenística. Los árabes, de hecho, hoy en día la siguen llamando Amwas: esta palabra proviene del término Emaús. El problema reside en que, por vía directa, desde Jerusalén hasta Amwas hay bastantes más de los 60 estadios del Evangelio. En concreto la distancia ronda más bien la cifra de los 160 estadios. En la Antigüedad, en la época de Jesús, hay una sóla vía romana que va de Jerusalén a Emaús: pasa cerca de Modiin, y por esa vía, Emaús queda a unos 160 estadios más o menos de Jerusalén. Los peregrinos iban a pie. Para llegar hasta allí no seguían la vía romana sino el sendero más corto, el que pasa por la actual población denomina Abu Gosh.
Hay un solo lugar en Tierra Santa que llevaba antiguamente el nombre de Emaús: se trataba de la localidad de Emaús-Nicópolis. Este sitio pasó a llamarse Nicopolis en la época helenística. Los árabes, de hecho, hoy en día la siguen llamando Amwas: esta palabra proviene del término Emaús. El problema reside en que, por vía directa, desde Jerusalén hasta Amwas hay bastantes más de los 60 estadios del Evangelio. En concreto la distancia ronda más bien la cifra de los 160 estadios. En la Antigüedad, en la época de Jesús, hay una sóla vía romana que va de Jerusalén a Emaús: pasa cerca de Modiin, y por esa vía, Emaús queda a unos 160 estadios más o menos de Jerusalén. Los peregrinos iban a pie. Para llegar hasta allí no seguían la vía romana sino el sendero más corto, el que pasa por la actual población denomina Abu Gosh.
Ver las fotos de este camino que recorrió el Señor con los discípulos de Emaus nos puede ayudar a rezar mucho por las vocaciones sacerdotales que tanto necesita la Iglesia. Ayudemos a tantos jóvenes, acompañándoles con nuestra oración, para que descubran su vocación y sepan entregar su vida generosamente para servir a la Iglesia y a todas las almas.
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