Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez.
Subiendo la calle en cuesta desde la sexta estación se llega a otra transversal que viene de la puerta de Damasco y que se llama Khan ez-Zait. Esta calle sigue el trazado norte-sur del antiguo Cardo romano. Se trataba de la calle principal tanto en las épocas romana como bizantina. Al llegar a la confluencia de estas dos calles, nos encontramos enfrente con la estación que señala el sitio donde tuvo lugar la segunda caída del Señor.
Una capilla católica marca el lugar donde la tradición sostiene que Jesús cayó por segunda vez al salir fuera de la ciudad a través de esta puerta. El lugar está señalado con un pilar situado entre la Vía Dolorosa y la pintoresca calle del Mercado. Esta capilla es propiedad de los franciscanos. Como muchas de las otras capillas se abre los viernes a la hora del Via Crucis y en pocos momentos más. Encima de la puerta se lee en números romanos: "Septima estación". Al entrar hay una primera estancia muy pequeña, con un altarcito. Ahi se puede observar una columna que está desde la época del Señor y que formaba parte de los pórticos que flanqueaban el Cardo romano. Esa columna la vería Nuestro Señor a su paso por aquel lugar. Entrando a la derecha se puede acceder -bajando un poco- a otra Capilla más espaciosa. Como se puede observar en la fotografía las paredes son de piedra, hay un altar en el centro para poder celebrar la Santa Misa, y como retablo una imagen del Señor cayendo bajo el peso de la Cruz.
Subiendo la calle en cuesta desde la sexta estación se llega a otra transversal que viene de la puerta de Damasco y que se llama Khan ez-Zait. Esta calle sigue el trazado norte-sur del antiguo Cardo romano. Se trataba de la calle principal tanto en las épocas romana como bizantina. Al llegar a la confluencia de estas dos calles, nos encontramos enfrente con la estación que señala el sitio donde tuvo lugar la segunda caída del Señor.
Una capilla católica marca el lugar donde la tradición sostiene que Jesús cayó por segunda vez al salir fuera de la ciudad a través de esta puerta. El lugar está señalado con un pilar situado entre la Vía Dolorosa y la pintoresca calle del Mercado. Esta capilla es propiedad de los franciscanos. Como muchas de las otras capillas se abre los viernes a la hora del Via Crucis y en pocos momentos más. Encima de la puerta se lee en números romanos: "Septima estación". Al entrar hay una primera estancia muy pequeña, con un altarcito. Ahi se puede observar una columna que está desde la época del Señor y que formaba parte de los pórticos que flanqueaban el Cardo romano. Esa columna la vería Nuestro Señor a su paso por aquel lugar. Entrando a la derecha se puede acceder -bajando un poco- a otra Capilla más espaciosa. Como se puede observar en la fotografía las paredes son de piedra, hay un altar en el centro para poder celebrar la Santa Misa, y como retablo una imagen del Señor cayendo bajo el peso de la Cruz.
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