jueves, 14 de enero de 2010

Signos de esperanza en Tierra Santa

Recojo unas palabras muy alentadoras del Patriarca latino de Jerusalén en el mensaje de Navidad que dirigió hace unos días, al final del año 2009.

"(...) A pesar de las dificultades evidentes en Tierra Santa nuestra esperanza permanece siempre viva. La esperanza es la "capacidad de ver a Dios en medio de las dificultades. Ella nos anima a cambiar la realidad en la cual nos encontramos. Esperar significa no ceder al mal, sino, por el contrario, de hacerle frente" (Documento Kairos Palestina, 2009). No todo es desesperación en Tierra Santa. He aquí algunos signos positivos:
A. La supresión de más que cincuenta puntos de controles en Cisjordania. Esta decisión de la Armada israelí ha notablemente mejorado la libertad de movimiento de los palestinos, así como la situación económica. Esto no es suficiente, pero es un paso adelante. Esperamos que se seguirán otros bien pronto. Por otra parte, los palestinos manifiestan cada vez más su resistencia de manera no violenta, lo que representa un hermoso progreso.
B. La generosidad de la comunidad internacional. El apoyo económico de la comunidad internacional es un gran signo de solidaridad. Después de la guerra de Gaza, Gobiernos, Iglesias y personas particulares han realizado una cadena de solidaridad. Agradecemos a todos los donantes y les aseguramos nuestras oraciones en este tiempo de Navidad.
C. La visita del Santo Padre en mayo del 2009. El Papa Benedicto ha sido bien recibido en Jordania, en Israel y en Palestina. Un gran agradecimiento vaya para los Gobiernos de los tres países. El ha venido aquí como peregrino de la paz y de la reconciliación. "¡Nunca mas derramamiento de sangre! ¡Nunca más combates! ¡Nunca más terrorismo! ¡Nunca más guerra! Al contrario, rompamos el círculo vicioso de la violencia." Nosotros podemos agregar: - ¡Nunca más antisemitismo, islamofobia, miedo y odio! Los diferentes discursos, homilías, encuentros y gestos del Santo Padre han tenido por fin el de promover el diálogo interreligioso y ecuménico, la reconciliación y la justicia, y en dar ánimo a la comunidad cristiana a fin que permanezca en Tierra Santa y para que tome parte activa en la vida del país. Hoy todavía nosotros seguimos cosechando los frutos de su visita:
a. La venida masiva de peregrinos. Según el Ministerio israelí de Turismo, en el curso del solo mes de octubre pasado, 330.000 peregrinos han visitado Tierra Santa. En número de visitantes, el año 2009 igualará al año 2000 que, con 2,7 millones de peregrinos, posee el record en la historia de las peregrinaciones.
b. La construcción en Belén de una nueva Clínica Pediátrica Benedicto XVI, financiada principalmente por la Fundación Juan Pablo II y por diversas instituciones católicas y civiles italianas.
c. La Universidad de Mádaba, en Jordania, de la cual el Papa Benedicto XVI ha bendecido la Piedra Fundamental durante Su Visita. Con este proyecto queremos contribuir a ofrecer una educación de excelencia, como ya hemos intentado de hacerlo en la Universidad de Belén.
d. La construcción en Jerusalén de un complejo residencial para 72 matrimonios jóvenes. Jerusalén Oriental sufre una grave penuria de alojamientos; es siempre difícil obtener los permisos de construcción; los trabajos son costosos. Este proyecto piloto está destinado a inspirar los siguientes.
e. La decisión intrépida de Benedicto XVI de convocar un Sínodo para Medio Oriente. Sínodo que tendrá lugar en octubre de 2010. Esto nos dará la ocasión de concentrarnos de nuevo sobre los grandes desafíos con los cuales las Iglesias se confrontan en Medio Oriente.
f. La Beatificación de la Hermana María Alfonsina, fundadora de las Hermanas del Rosario. Este gran acontecimiento significa que lo fieles, llenos de alegría y orgullo, pueden encontrar en ella un modelo de virtudes heroicas y sentirse apoyados por su intercesión. Hago notar el hecho que esta religiosa ha nacido en Jerusalén, a algunos metros solamente del Patriarcado Latino. Ella ha servido también en diferentes parroquias de Tierra Santa y en Jordania. Ella es un modelo a imitar. Nosotros celebraremos su fiesta cada año, el 19 de noviembre.
Conclusión. El regalo que nosotros más deseamos, más que el dinero y la riqueza, es el de la paz. Este es el deseo de todos los habitantes de esta Tierra, israelíes y palestinos. La paz es un don de Dios para los hombres de buena voluntad. Tenemos que merecerlo. Sabemos que hay muchos hombres y mujeres de buena voluntad entre los israelíes y los palestinos. Rezamos a fin que un día la hermosa visión de Isaías llegue a ser una realidad: "Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. (…) Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra." (Is. 2, 2-5).
¡Les deseo una Feliz Navidad y un santo año nuevo a todos vosotros!".
+ Fouad Twal, Patriarca

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