sábado, 14 de julio de 2012

Masada tras la conquista y redescubrimiento

Con la conquista del último bastión rebelde que significaba Masada concluyó la Primera Guerra Judeo-Romana. Tras la caída de la fortaleza, y pacificado todo el territorio de Judea, Silva replegó las tropas hasta Cesarea, dejando estacionada una unidad auxiliar en la meseta de Masada. Este acantonamiento se mantuvo regularmente hasta principios del siglo II, trasladándose entonces la guarnición al rehabilitado campamento F -el principal de Silva-, que habría llegado a formar parte del Limes Arabicus en época de Diocleciano, tres siglos más tarde. Después de su abandono, Masada permaneció deshabitada hasta principios del siglo V, cuando fue visitada por San Eutimio y su discípulo Domiciano, quienes erigieron en su cumbre una capilla que sería más tarde el núcleo de un pequeño monasterio del tipo laura, perteneciente a una pequeña comunidad eremita de monjes bizantinos; algunos investigadores identifican este lugar con el topónimo Marda que aparece mencionado en algunas fuentes canónicas. La conquista árabe supuso el fin de esta comunidad y el abandono definitivo de Masada a mediados del siglo VII, con una posible ocupación esporádica durante la época de las Cruzadas. Desde entonces, la ubicación del histórico sitio cayó en el olvido.
A partir del siglo XIX, con el paulatino auge de la disciplina arqueológica, se produjeron avances en la localización de la fortaleza. En 1807 el explorador alemán Ulrich Seetzen avistó la meseta -conocida como as-Sabbah, "la maldita" en árabe- durante un viaje en barco por el mar Muerto, identificándola erróneamente con la bíblica ciudad de Zif, situada en la actualidad en Tel Zif, cerca de Pnei Hever, a 7 km al sureste de Hebrón. Fue en 1838 cuando dos estadounidenses, el teólogo y explorador Edward Robinson y el misionero Eli Smith, identificaron correctamente Masada desde el oasis de Ein Guedi con la ayuda de un anteojo. Este hallazgo fue posteriormente confirmado por el geógrafo Carl Ritter. El interés por Masada fue en aumento desde entonces. En 1842 el misionero estadounidense Samuel Wolcott ascendió hasta su cumbre acompañado del pintor inglés W. Tipping, quien estaba realizando ilustraciones para una versión inglesa de "La guerra de los judíos", de Flavio Josefo. Wolcott realizó la primera descripción moderna de la fortaleza, muy completa en sus detalles y que confirmaba muchos de los datos que describiera el autor judeorromano dieciocho siglos antes. Félicien de Saulcy visitó Masada en enero de 1851, trazando el primer plano de la fortaleza y del sistema de fortificaciones romano, identificando el agger y localizando restos de mosaicos en una edificación bizantina; aunque erró al situar el "Camino de la Serpiente" en la ladera septentrional, así como en la datación de los almacenes, pues atribuyó esta obra a Jonathán, es decir, a Janneo. El 24 de enero de 1858 ascendió a la meseta Emmanuel Guillaume Rey, quien trazó un nuevo plano, más preciso que el primero, aunque con algunos errores de identificación en los edificios, aunque sitúo correctamente el palacio de Herodes en la terraza superior septentrional. Otro erudito que visitó Masada en esta época fue Henry Baker Tristram, quien tras sus dos viajes de 1864 y 1871 dibujó un nuevo plano de la fortaleza que recogía con detalle las edificaciones septentrionales, aunque el resto fue esbozado de memoria como un croquis. En 1867 el entonces capitán británico Charles Warren visitó Masada, interesado en la arqueología bíblica como miembro de la Palestine Exploration Fund (PEF); fue el primero en identificar correctamente el "Camino de la Serpiente" en la ladera oriental, ascendiendo a la cumbre por este lado. Varios años después, en marzo de 1875, otro miembro de la PEF, el ingeniero militar británico Claude Reignier Conder, visitó Masada describiéndola con detalle, identificando el palacio occidental como el "palacio colgante" que mencionara Josefo, y trazando el plano más realista de los dibujados hasta ese momento. El ingeniero alemán G.D. Sandel descubrió en 1905 el sistema de captación de aguas, identificando las dos filas de cuevas del acantilado noroeste como cisternas, que recibían el agua de lluvia mediante canales de conducción. En 1909 Alfred von Domaszewski y Rudolf Ernst Brünnow reseñaron el sistema de asedio romano en el tercer volumen de su destacada obra "Die Provincia Arabia", centrándose en los campamentos B y C. El conocimiento sobre los campamentos romanos fue ampliado con las fotografías aéreas tomadas por la RAF entre 1924 y 1928, y sobre todo gracias a los trabajos de Adolf Schulten, quien permaneció en Masada durante todo un mes del año 1932 estudiando la arquitectura militar romana, aunque también analizó la superficie de la meseta, asumiendo la errónea idea de Conder sobre el palacio occidental.
La traducción de La guerra de los judíos de Flavio Josefo al hebreo por Jacob Simchoni (Varsovia, 1923) y la publicación en 1927 del poema Masada, escrito por el inmigrante de origen ucraniano Isaac Lamdan, acercaron el conocimiento sobre Masada a la creciente comunidad judía de Palestina. Tras la guerra de independencia de Israel y la consolidación del nuevo Estado, el interés por investigar la fortaleza y convertirla en un referente para el pueblo judío se vio finalmente reflejado en las primeras actuaciones efectuadas en 1953, con el descubrimiento del "Camino de la Serpiente" y el palacio septentrional por parte de Shmarya Gutmann, Micha Livneh y Zeev Meshel. Gutmann describió el "Camino de la Serpiente" en su totalidad, reconociendo también el sistema de campamentos romano. En 1955 y 1956 la Universidad Hebrea de Jerusalén, la Sociedad de Exploración de Israel y el entonces Departamento de Antigüedades de Israel coordinaron dos expediciones puntuales de diez días de duración cada una, y dirigidas por Nahman Avigad, Yohanan Aharoni, Michael Avi-Yonah, Immanuel Dunayevsky y Shmarya Gutmann. Estas intervenciones descubrieron gran parte del palacio septentrional y verificaron los informes previos respecto al complejo de almacenes y el palacio occidental, llegándose a realizar un plano mediante fotografía aérea.




No hay comentarios: