sábado, 7 de marzo de 2009

Un día de Cuaresma en Beit Jalla

El otro día volví a pasarlo completo con mi amigo abuna Nidal, sacerdote de la parroquia católica de Beit Jalla. Fue de nuevo un día muy intenso. En esta ocasión comimos en el Seminario. El sacerdote me explicó el ayuno que hacen durante la Cuaresma, y me impresionó bastante. Solamente una comida a mediodía. Y no comen en esos 40 días alimentos de animales: no sólo carne, sino tampoco leche o queso. El día que estuve fue el jueves, día después del miércoles de ceniza, y realmente ayuné más y pasé más hambre ese día que el anterior.
Por la tarde asistí a una reunión con jóvenes de la parroquia. Había en la sala unos 30 chicos y chicas que tendrían entre de 15 y 17 años. La joven monjita árabe que dirigía la reunión les explicó la Cuaresma y los sacrificios que se pueden ofrecer en ese tiempo. Luego les puso un video con imágenes fijas, y una voz en off que hablaba de Jesús, y finalmente les dio un papelito para que cada uno escribiera las mortificaciones que pensaba ofrecer en Cuaresma. Me impresionó la atención de estos jóvenes, dentro de lo inquietos que estaban, y que es tan propio de su edad.
Por la tarde noche se hizo una actividad muy interesante. El sacerdote de la parroquia, sacerdotes del seminario y seminaristas se repartirían para visitar las casas de 30 familias. En esas casas a su vez se reunirían otras dos o tres familias. En total más de 100 familias. Un miembro de cada casa vendría al Seminario para recoger al sacerdote o seminarista encargado de ir a visitarles. Se formó un revuelo impresionante: abuna Nidal repartiendo las oraciones y los nombres de las familias que correspondían a cada predicador, los coches llegando al patio que hay a la entrada del Seminario, gente ofreciendo o pidiendo plazas de coche para trasladarse… Al final sólo quedamos abuna Nidal y yo que nos fuimos a la familia correspondiente. La sorpresa que me había preparado fue que la abuela de la familia que eligió era española. Nos acogieron con mucho cariño y la señora al enterarse de que era un sacerdote que procedía de España me saludo en castellano y me dijo que ella era de Canarias. Después de rezar una oración, leer el evangelio, y el sacerdote decir unas palabras, poco a poco se animaron y empezaron a hacer preguntas. Explicó el ayuno y dijo que lo más importante era privarse de pequeñas cosas: como la televisión o el ordenador por unas horas. Todos miraron al chico de 11 o 12 años que se puso rojo. Abuna Nidal dijo que él ayunaba de internet todos los viernes de Cuaresma. Me pareció que eso de predicar con el ejemplo tenía fuerza, y ayudaba mucho a la gente.
El año pasado publiqué una entrada en la que hablaba del riguroso ayuno de los musulmanes, pero he de decir que hay cristianos que ayunan mucho más, y no solamente de comida, sino de otras cosas que pueden costar más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonita la Cuaresma!!
Yo ayuno del vicio del tabaco, a ver si sale bien y ya de una vez me lo quito de encima!

Sigue así, me encanta tu blog!

Terzio dijo...

Verdaderamente una Cuaresma-Cuaresma. No sabía que observaran también la abstinencia de huevos y lacticinios, pero sin duda que son una lección para nosotros.

1 saludo y encomendaciones (invicem).

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