"Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?». Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?». Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti»".
La especie más conocida del mar de Galilea es el llamado musht. En árabe musht significa “peine”, y las cinco especies que comprende son muy famosas porque tienen una aleta dorsal larga que se parece a un peine, como se puede comprobar en la imagen. El más grande y más común de éstos es la tilapia galilea, hoy llamado también “pez de San Pedro”, que puede alcanzar una longitud de 40 centímetros y pesar 1,5 kilogramos. Su forma plana lo hace idóneo para freír, y su carne fácil de separar y sus escasas espinas hacen que sea muy solicitado para las comidas. También por supuesto por considerarse éste como el pez al que se refiere tantas veces el Evangelio.
También hay varios pasajes de los evangelios que se refieren probablemente al musht. Cuando llega el invierno, este pez tropical, se congrega en bancos en la parte septentrional del lago. Son atraídos a ese lugar por el agua tibia de los manantiales que desembocan en el lago. Esto ofrece a los pescadores una oportunidad de obtener capturas abundantes. Este hecho podría explicar la pesca milagrosa mencionada en los evangelios (Lc 5, 1-11). En la primavera, los musht se aparean y colocan sus huevos en el fondo del lago. Después de la fertilización, los musht padres llevan los huevos en la boca por tres semanas hasta que los huevos maduran. Entonces cuidan de ellos unos pocos días, y luego los liberan. Para prevenir a su progenitura que entren en la boca otra vez, el pez padre ingiere guijarros para que su antigua “casa” no siga siendo tan confortable. Es posible que traguen también monedas y otros objetos con los guijarros, y se han encontrado muchas monedas en la boca de los musht. Esto podría explicar el pasaje en el que Jesús le pide a Pedro que busque un pez con una moneda en la boca para pagar los impuestos.