sábado, 14 de septiembre de 2013

Esponsales de un amigo en Belén


En esta entrada quiero contar los esponsales de un amigo de Belén. Es la primera vez que asisto a esta ceremonia, y me ha parecido muy interesante, también para entender los esponsales en la época del Señor, aunque cambian algunas cosas.

En la preparación de una boda lo primero que se hace es la pedida de mano de la novia. Allí están solo los familiares más cercanos. Estos, en dicho acto, acceden a darle la mano de la chica al chico. Es una ceremonia sencilla que se celebra en un local reservado, y luego se toma algo.

La ceremonia que voy a contar ahora es el llamado en árabe "khudbe", que significa compromiso. Se suele realizar un año antes de la boda. Con este compromiso los novios ya se intercambian los anillos y pueden salir juntos sin causar escándalo, pues públicamente con esta ceremonia se han comprometido a casarse. Es un vínculo muy fuerte. Se puede romper, pero está muy mal visto. 

El "khudbe" es casi como una miniboda. Se invita a familiares y amigos. Todo es muy solemne y está muy bien puesto y organizado. El de mi amigo se hizo en Belén en un lugar grande para la celebración de bodas. Había muchas mesas con invitados, y en total calculo que habría unas 200 personas.

Mientras van llegando los invitados los novios esperan en un cuarto a que lleguen todos. Cuando se calcula que están todos, y sobre todo el sacerdote que dirá las oraciones y pondrá los anillos, se comienza a la ceremonia. Salen los novios solemnemente con música de fondo, y se dirigen al lugar central agarrados del brazo. Se paran brevemente, al bajar las escaleras, para las fotos y para que la gente pueda verlos. Cuando llegan al escenario que está al fondo -han tenido que cruzar por donde está el público, cambia la música y los dos bailan un rato. Después se acercan los familiares más cercanos y se acerca el sacerdote debajo del estrado, donde están los novios. En este caso éramos dos sacerdotes: el franciscano, que es el vicepárroco de la Basílica de la Natividad en Belén, y que les casará dentro de un año, y yo que soy amigo del novio y me pidió que asistiera. El sacerdote reza unas oraciones por el micrófono, con todo el mundo en pie. Se lee después el Evangelio. El sacerdote rocía con agua bendita los anillos, los bendice y se los da a los novios, que se los ponen mutuamente. Después se imparte la bendición final a todos

Cuando se ha ido el sacerdote, pasan algunos familiares y amigos más cercanos a felicitar, y sigue la fiesta. Ahora le toca el turno a la tarta. Es tradición partir la tarta con una espada y agarrándola entre los novios. Así se hacen fotos, y parten la tarta. También abren el champan, y beben él de la copa de ella y ella de la de él entrecruzándose los brazos. Después de ver esto ya me tuve que retirar, pero la fiesta y la cena siguieron. 

En la época del Señor los esponsales eran distintos. En aquel tiempo se hacía el compromiso de matrimonio por los contrayentes ante dos testigos. Eso eran los esponsales, pues ese compromiso se consideraba como matrimonio legal; los novios tenían el plazo de un año para empezar a vivir juntos, es decir, para que el novio se llevase la novia a su casa. En el tiempo oportuno se hacía la gran fiesta nupcial, y ya después conforme a la ley podían hacer vida en común.

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