Arqueólogos israelíes han descubierto que en un sello encontrado en 2009 durante unas excavaciones junto al Monte del Templo, en la ciudad vieja de Jerusalén, está inscrito el nombre del bíblico rey Ezequías, rey de Judá que gobernó alrededor del año 700 antes de Cristo.
Hijo de Acaz, fue descrito en la Biblia como un monarca audaz: «No había nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes de él o después de él» (II Reyes 18: 5).
«Es la primera vez que una impresión de sello de un rey israelita o de Judá sale a la luz en una excavación arqueológica científica» señala Eliat Mazar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que dirige las excavaciones.
La inscripción ovalada de 9,7 x 8,6 milímetros fue impresa en un pedazo de arcilla inscrito de 3 milímetros de grosor que mide 13 x 12 milímetros. Lleva la inscripción: «לחזקיהו [בן] אחז מלך יהדה» («Pertenece a Ezequías [hijo de] Acaz, rey de Judá») y un sol de dos alas, con alas de vuelta hacia abajo, flanqueado por dos símbolos ankh que simbolizan la vida.
La bulla se utilizaba para sellar un rollo de papiro y la impresión de las fibras que se preservó en su anverso sugiere que el sello cerró un documento firmado por el propio rey. La parte de atrás de la pieza de barro tenía marcas de cuerdas finas que se utilizaron para atar un documento de papiro.
La inscripción fue encontrada en una excavación al pie de la parte sur de la muralla que rodea la ciudad vieja de Jerusalén, en un vertedero de basuras que posteriormente pasó a ser almacén y probablemente fue arrojado desde un edificio real adyacente, según Mazar.
En un primer momento fue catalogada y colocada en un armario, después de que una primera inspección no logrará establecer su identidad. Cinco años más tarde, un miembro del equipo volvió a analizarla con una lupa y apreció unos puntos que ayudaron a separar las palabras, viendo así con claridad su significado.
Durante el reinado de Ezequías (727-698 aC), Judá fue invadido por el ascendente Imperio Asirio y la capital, Jerusalén, fue sitiada por el ejército del rey Senaquerib.
Aun siendo después vasallo de Asiria, mantuvo con éxito la posición independiente de Judea y su capital Jerusalén, que mejoró económicamente, religiosamente, y diplomáticamente durante su mandato.
Los símbolos en la impresión del sello sugieren que se hicieron al final de su vida ya que según los expertos de la Universidad Hebrea, reflejan la influencia asiria y el deseo de Ezequías de enfatizar su soberanía política y la conciencia profunda del rey del poderoso patrocinio dado a su reinado por el Dios de Israel.
«Siempre es una pregunta, ¿cuáles son los hechos reales detrás de las historias bíblicas?», dijo Mazar. «Aquí tenemos la oportunidad de llegar lo más cerca posible de la persona misma, al mismo rey».
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