El 17 de marzo, se abrió la primera de las tres secciones de un museo único en su género, dedicado a las raíces del cristianismo y a la conservación de los Santos Lugares, que se podrá visitar en el Convento de la Flagelación de Jerusalén.
La sección que se inaugurará esta semana se titula Vía Dolorosa, es decir, el camino que desde hace siglos se conoce como el Vía Crucis de Jesús hacia el Calvario. Cientos de peregrinos lo han recorrido, pero por primera vez una exposición multimedia de quince minutos de duración permitirá conocer en profundidad lo que sucedió hace dos mil años en este lugar de Jerusalén.
La muestra se encuentra en el interior del Convento de la Flagelación, donde fue condenado el Señor (II Estación de la Vía Dolorosa), un lugar arqueológico de suma importancia. Además, la instalación aglutina varias dimensiones (historia, arqueología, tecnología multimedia y espiritualidad) en el intento de hacer revivir a los visitantes los acontecimientos del Evangelio y de la historia de la Ciudad Santa en primera persona. A la presentación multimedia, se suman los hallazgos arqueológicos recogidos en un entorno excepcional, que sintetizan de forma didáctica los hechos.
El custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, puso la primera piedra de este proyecto el año pasado. La finalización de los trabajos de las otras dos secciones, la arqueológica y la histórica, está prevista para el 2018.
El Terra Sancta Museum, situado en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén, se convertirá en breve en una exposición permanente para descubrir la historia de esta tierra fascinante en donde desde hace milenios se tejen los destinos de muchos pueblos que conviven en los lugares sagrados de las tres religiones monoteístas. Se trata de una obra muy querida por los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, la principal promotora de la iniciativa en colaboración con el Studium Biblicum Franciscanum y la Asociación Pro Terra Sancta.
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