"Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a un pueblo llamado Emaús, que estaba a ciento sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos". (Lc 24,13-35). Conocemos muy bien este pasaje del Evangelio tan bonito. Actualmente, se discute mucho sobre cual es el auténtico lugar de Emaus, pues aquel pueblecito -en aquel entonces pequeño- hoy no existe. Hay tres sitios que se barajan. Por muchos datos parece que el más fidedigno es Latroun. Contaré la siguiente anécdota que le sucedió a la única santa de Palestina beatificada hasta ahora. El Señor le concedió abundantes gracias extraordinarias, una de las cuales es la que narro a continuación. María de Jesús crucificado –ese era su nombre de religiosa- iba desde Belén hacia Nazaret en una carroza. Pararon para repostar los caballos y la monjita salió corriendo en dirección a un bosque que había a la derecha. Las demás monjas la siguieron corriendo alarmadas y, cuando llegaron a un lugar algo elevado, con sorpresa se la encontraron en un promontorio con las manos abiertas, y diciéndoles con mucha alegría: -Este es el lugar donde el Señor partió el pan con los discípulos de Emaus.
En ese año 1878 las religiosas compraron el terreno. A los dos años se hicieron excavaciones arqueológicas y se encontraron dos iglesias bizantinas muy antiguas y una iglesia Cruzada que, con el paso del tiempo, habían quedado ocultas.
El lugar de Emaús está situado en el terreno fértil del valle de Sefelá, en el cruce de las vías de comunicación que unen el norte y el sur del país con el acceso a Jerusalén. En la antiguedad fue calificado como "lugar de aguas deliciosas y de estancia agradable". El nombre de Emaús proviene de la palabra hebrea Jamot, que se traduce por "fuente o aguas calientes". En el siglo III d.C. la ciudad cambia de nombre llamándose Nicópolis, que en griego significa "ciudad de la victoria". La rica historia de Emaús está marcada por el paso de numerosos conquistadores y personajes ilustres. En la Biblia el libro de Josué explica como el sol y la luna se pararon sobre el valle vecino de Ayalón mientras Israel luchaba contra sus enemigos. En el año 165 a.C. Judas Macabeo obtiene aquí una victoria importante contra las tropas griegas de Nicanor, abriendo el camino hacia Jerusalén y permitiendo a los judíos la purificación del Templo y la restauración del culto divino, hecho que se conmemora anualmente en la fiesta judía de Januka. Hacia el año 30 d.C., la ciudad de Emaús -destruida por los romanos- se convierte en un pueblo pequeño y en el lugar del encuentro de Jesús con dos de sus discípulos que le reconocen en el gesto de la fracción del pan. En el siglo III d.C. Emaús es reconstruida por los romanos y una comunidad cristiana numerosa nace aquí. En el periodo bizantino, Emaús Nicópolis se transforma en una importante sede episcopal. Se construyen dos basílicas aquí entre los siglos IV y V en el lugar del encuentro de Cristo con sus discípulos. En el siglo VII d.C. los persas y los árabes destruyen el santuario de Emaús que será reconstruido por los cruzados en el siglo XII. Desgraciadamente, al irse los cruzados el edificio queda abandonado, y la presencia cristiana desaparece de Emaús.
El lugar de Emaús está situado en el terreno fértil del valle de Sefelá, en el cruce de las vías de comunicación que unen el norte y el sur del país con el acceso a Jerusalén. En la antiguedad fue calificado como "lugar de aguas deliciosas y de estancia agradable". El nombre de Emaús proviene de la palabra hebrea Jamot, que se traduce por "fuente o aguas calientes". En el siglo III d.C. la ciudad cambia de nombre llamándose Nicópolis, que en griego significa "ciudad de la victoria". La rica historia de Emaús está marcada por el paso de numerosos conquistadores y personajes ilustres. En la Biblia el libro de Josué explica como el sol y la luna se pararon sobre el valle vecino de Ayalón mientras Israel luchaba contra sus enemigos. En el año 165 a.C. Judas Macabeo obtiene aquí una victoria importante contra las tropas griegas de Nicanor, abriendo el camino hacia Jerusalén y permitiendo a los judíos la purificación del Templo y la restauración del culto divino, hecho que se conmemora anualmente en la fiesta judía de Januka. Hacia el año 30 d.C., la ciudad de Emaús -destruida por los romanos- se convierte en un pueblo pequeño y en el lugar del encuentro de Jesús con dos de sus discípulos que le reconocen en el gesto de la fracción del pan. En el siglo III d.C. Emaús es reconstruida por los romanos y una comunidad cristiana numerosa nace aquí. En el periodo bizantino, Emaús Nicópolis se transforma en una importante sede episcopal. Se construyen dos basílicas aquí entre los siglos IV y V en el lugar del encuentro de Cristo con sus discípulos. En el siglo VII d.C. los persas y los árabes destruyen el santuario de Emaús que será reconstruido por los cruzados en el siglo XII. Desgraciadamente, al irse los cruzados el edificio queda abandonado, y la presencia cristiana desaparece de Emaús.

1 comentario:
Genial las fotos! , pues podemos desde aqui ver los sitios donde estuvo Jesus!
Gracias!!
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