Contaré en la entrada de esta semana las Misas en honor de san Josemaría Escrivá de Balaguer que hemos tenido estos días en Tierra Santa. La primera foto es de la Misa en Nazaret, la segunda de la Misa en Belén, y la tercera de la que tuvimos en Jerusalén.
El día 17 de junio tuvimos la primera y fue en Nazaret. Celebró la ceremonia el obispo auxiliar del lugar, Msgr. Giovanni Boulos Marcuzzo. El obispo sugirió que fuese la Misa lo más solemne posible, con baculo y mitra. Toda la ceremonia y los cantos fueron en árabe. La asistencia fue de unas 50 o 60 personas, algo más que el año pasado. En la homilía habló con cariño de san Josemaría haciendo hincapié sobre todo en la importancia para el mundo de hoy de la santificación del trabajo, y subrayando la idea de que el fundador del Opus Dei fue muy buen instrumento en las manos de Dios para transmitir al mundo este mensaje. Al finalizar se le veía muy contento, y nos animó a movernos más por Nazaret para invitar a mucha más gente para la Misa del próximo año. No teníamos los textos de la Misa de san Josemaría en árabe y el obispo los fue traduciendo durante la ceremonia directamente del latín al árabe.
El día 24 tuvimos la Misa en Belén. Fue en una iglesia recubierta toda por dentro de piedra, que muchos no conocíamos y nos pareció preciosa. Se encuentra debajo de la iglesia de Santa Catalina, que es la iglesia católica que hay en la Basílica de la Natividad. La iglesia donde fue la Misa se llama de san Francisco. Es muy grande, pues caben más de 200 personas sentadas. Celebró la ceremonia el obispo auxiliar para Jerusalén y territorios, Msgr. William Shomalli. Concelebramos el rector del Seminario del Patriarcado latino y yo. Ayudaron a la ceremonia algunos seminaristas y también actuó como diácono un chico que se ordena de presbítero en dos semanas. Todo esto hizo que la ceremonia estuviera muy bien atendida y que tuviera solemnidad. Fue impresionante ver cómo la iglesia se iba llenando hasta que lo hizo casi totalmente. Habría unas 150 personas. Con solo una vez al mes que vamos a atender los retiros mensuales de Belén nos pareció sorpendente este gran número de asistentes. El obispo me confió después de la ceremonia que había notado un ambiente especial entre los fieles por el recogimiento con el que asistieron a la Misa. También me dijo que había disfrutado mucho preparando la homilía, que había rezado muy a gusto y aprendido mucho de san Josemaría y de cómo explica que todos los hombres están llamados a ser santos en medio del mundo. En la homilía -toda la Misa fue en árabe- quiso explicar solo esta idea.
La última Misa tuvo lugar el domingo, 26 de junio. Fue en el Patriarcado latino de Jerusalén. Habíamos invitado al obispo emérito Msgr. Kamal Battish, pero unos días antes nos avisó de que finalmente no iba a poder asistir. Celebre la Misa ayudado por d. Juan Carlos García de Vicente, que se encontraba atendiendo una convivencia del Colegio Retamar de Madrid en esos días. Gracias a ese campo de trabajo pudieron venir a la Misa los 35 asistentes y la concatedral del Patriarcado se llenó más que otras veces. Por ser el día del Corpus Christi en la homilía hablé del amor de san Josemaría a la Eucaristía. Me impresionó al dar a venerar la reliquia la devoción con la que los asistentes la besaban.
Estas son las Misas que hemos tenido este año en honor de san Josemaría. Gracias a Dios vemos cómo cada vez va creciendo más en Tierra Santa la devoción al fundador del Opus Dei. Esperamos que en los próximos años siga aumentando el número de fieles con motivo de esta fiesta, y podamos también tener estas celebraciones en otras ciudades como Haifa y Tel Aviv.
El día 17 de junio tuvimos la primera y fue en Nazaret. Celebró la ceremonia el obispo auxiliar del lugar, Msgr. Giovanni Boulos Marcuzzo. El obispo sugirió que fuese la Misa lo más solemne posible, con baculo y mitra. Toda la ceremonia y los cantos fueron en árabe. La asistencia fue de unas 50 o 60 personas, algo más que el año pasado. En la homilía habló con cariño de san Josemaría haciendo hincapié sobre todo en la importancia para el mundo de hoy de la santificación del trabajo, y subrayando la idea de que el fundador del Opus Dei fue muy buen instrumento en las manos de Dios para transmitir al mundo este mensaje. Al finalizar se le veía muy contento, y nos animó a movernos más por Nazaret para invitar a mucha más gente para la Misa del próximo año. No teníamos los textos de la Misa de san Josemaría en árabe y el obispo los fue traduciendo durante la ceremonia directamente del latín al árabe.
El día 24 tuvimos la Misa en Belén. Fue en una iglesia recubierta toda por dentro de piedra, que muchos no conocíamos y nos pareció preciosa. Se encuentra debajo de la iglesia de Santa Catalina, que es la iglesia católica que hay en la Basílica de la Natividad. La iglesia donde fue la Misa se llama de san Francisco. Es muy grande, pues caben más de 200 personas sentadas. Celebró la ceremonia el obispo auxiliar para Jerusalén y territorios, Msgr. William Shomalli. Concelebramos el rector del Seminario del Patriarcado latino y yo. Ayudaron a la ceremonia algunos seminaristas y también actuó como diácono un chico que se ordena de presbítero en dos semanas. Todo esto hizo que la ceremonia estuviera muy bien atendida y que tuviera solemnidad. Fue impresionante ver cómo la iglesia se iba llenando hasta que lo hizo casi totalmente. Habría unas 150 personas. Con solo una vez al mes que vamos a atender los retiros mensuales de Belén nos pareció sorpendente este gran número de asistentes. El obispo me confió después de la ceremonia que había notado un ambiente especial entre los fieles por el recogimiento con el que asistieron a la Misa. También me dijo que había disfrutado mucho preparando la homilía, que había rezado muy a gusto y aprendido mucho de san Josemaría y de cómo explica que todos los hombres están llamados a ser santos en medio del mundo. En la homilía -toda la Misa fue en árabe- quiso explicar solo esta idea.
La última Misa tuvo lugar el domingo, 26 de junio. Fue en el Patriarcado latino de Jerusalén. Habíamos invitado al obispo emérito Msgr. Kamal Battish, pero unos días antes nos avisó de que finalmente no iba a poder asistir. Celebre la Misa ayudado por d. Juan Carlos García de Vicente, que se encontraba atendiendo una convivencia del Colegio Retamar de Madrid en esos días. Gracias a ese campo de trabajo pudieron venir a la Misa los 35 asistentes y la concatedral del Patriarcado se llenó más que otras veces. Por ser el día del Corpus Christi en la homilía hablé del amor de san Josemaría a la Eucaristía. Me impresionó al dar a venerar la reliquia la devoción con la que los asistentes la besaban.
Estas son las Misas que hemos tenido este año en honor de san Josemaría. Gracias a Dios vemos cómo cada vez va creciendo más en Tierra Santa la devoción al fundador del Opus Dei. Esperamos que en los próximos años siga aumentando el número de fieles con motivo de esta fiesta, y podamos también tener estas celebraciones en otras ciudades como Haifa y Tel Aviv.