No es solo un lugar agradable, con sugerentes panorámicas, inmerso entre las verdes colinas de Judea allí donde se erige Saxum… Es también un lugar de antigua memoria bíblica.
Abu Gosh, la antigua Kiryat Yearim, de la que habla el primer Libro de Samuel (1Sam 7,2) se encuentra a unos 15 kilómetros de Jerusalén, y es el lugar en el que permaneció el Arca de la Alianza durante 20 años antes de que el Rey David la llevase a Jerusalén.
Hoy, como recuerdo de aquel acontecimiento, en lo alto de la colina de Kiryat Yearim se erige la Iglesia de Nuestra Señora del Arca de la Alianza. Construida sobre restos de un edificio bizantino y con una imponente estatua blanca de la Virgen, domina desde lo alto de la colina el pueblo de Abu Gosh y los paisajes de alrededor.
Pero Abu Gosh ha sido también identificado por una tradición de época cruzada como la Emaús evangélica, es decir, la aldea de los dos discípulos que se encontraron con Jesús Resucitado.
La memoria cruzada de Emaús (tradición en todo caso más reciente que la de Emaús Nicópolis, que se remonta a la antigüedad) se consolidó entorno a una iglesia —espléndido ejemplo de arte románico con restos de valiosos y antiquísimos frescos— que hoy tiene por nombre el de abadía de Santa María de la Resurrección.
Abu Gosh – Kiryat Yearim, la ciudad del Arca, la Emaús cruzada…
Con razón podemos decir que Saxum está situada en un lugar santo, que recuerda acontecimientos del Antiguo y del Nuevo Testamento, estrechamente vinculados entre ellos también por un “significado escatológico”, como subraya el profesor Christophe Rico: “En la escena descrita en el Apocalipsis, de hecho, hay un fuerte paralelismo entre el Arca de la Alianza y el gran signo que, justo después, aparece en el cielo: una mujer vestida de sol… la Madre del Mesías”, el Arca de la Nueva Alianza.
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