sábado, 17 de julio de 2010

Basílica de la Agonía

En octubre de 1919 la Custodia de Tierra Santa puso la primera piedra de la iglesia sobre el sitio donde se pensaba que estuvo construida la antigua del siglo IV. El proyecto había sido confiado al arquitecto Antonio Barluzzi. Efectivamente, cuando comenzaron los trabajos descubrieron, en 1920, a unos dos metros debajo del pavimento medieval, los restos de un magnífico mosaico. El arquitecto inmediatamente ordenó retirar los nuevos cimientos e iniciar las excavaciones. Después del descubrimiento de la iglesia bizantina, fue necesario revisar la planta del nuevo edificio. Los trabajos duraron del 19 de abril de 1922 hasta el 15 de junio de 1924, día de la consagración del nuevo santuario.
Numerosos países contribuyeron a los gastos de la construcción. Sus escudos están reproducidos en las bóvedas y en los mosaicos absidales. Son estos: en la nave lateral izquierda, comenzando desde el ábside, Argentina, Brasil, Chile, Méjico; en el centro, Italia, Francia, España, Inglaterra; a la derecha, Bélgica, Canadá, Alemania, Estados Unidos de América. Los mosaicos absidales fueron donados por Irlanda, Hungría y Polonia; la corona de la “Roca de la Agonía”, por Australia. A causa de esta aportación internacional, el edificio recibió el nombre de “iglesia de todas las Naciones”.
El edificio tien planta basilical, con tres ábsides, como la antigua iglesia bizantina. Sin embargo, la destrucción de esta última, casi completa, dejó a los constructores la elección del estilo arquitectónico y, especialmente, de la altura. Por su carácter universal, la arquitectura romana clásica de la misma época de Cristo era la más apropiada. Sin embargo, en el proyecto del Maestro Barluzzi, el edificio debía ser una evocación continua de la escena de la Agonía, al mismo tiempo que una afirmación de la autenticidad del lugar. Así, para dar la sensación de anonadamiento, el arquitecto cortó la altura de los muros con un techo de doce cúpulas rebajadas; para recordar la noche de la Agonía, dejó el interior en penumbra, propio para el recogimiento, gracias a los diversos colores morados del alabastro de las vidrieras, brillantes en el conjunto y diseñó en la bóveda un azul oscuro de un cielo estrellado, que circundan ramas de olivo. La roca, junto a la cual se levantaba el presbiterio primitivo, ha sido conservada al nordeste, al este y al sudeste, tal como la tallaron los primeros constructores y las excavaciones han confirmado. Sirve de marco al peñasco que la tradición relacionaba con la Agonía de Jesús. Dos tipos de piedras se han empleado en la construcción de la iglesia: en el interior, una piedra gris rojiza, extraída de las canteras de Lîfta (noroeste de Jerusalén); al exterior, la piedra rosácea de Belén.
El edificio está dividido en tres naves de igual anchura, con seis columnas de piedra rosácea, dando así la impresión de una sola nave. Los mosaicos de las naves laterales utilizan motivos geométricos primitivos, cuyos restos descubiertos –y conservados en el piso actual– permitieron una reconstrucción fiel. Los restos del mosaico central eran demasiado pequeños para que pudieran servir. Inspirado en los motivos tradicionales del arte romano del siglo IV, el nuevo mosaico se caracteriza por la sobriedad de su dibujo central: dentro de una trenza, una cruz estilizada encierra el monograma llamado constantiniano. Esta sobriedad contrasta con el motivo floral del amplio borde, en donde, sobre un fondo de estelas negras, sobresalen volutas de acanto, flores y pájaros. Los diseños de los mosaicos del suelo son obra del pintor Pedro d’Achiardi, quien asimismo pintó los adornos de la bóveda. A pesar de las dimensiones más amplias del nuevo edificio, los mosaicos no ocupan más que el área de la iglesia bizantina. Para evocar más a ésta, los actuales constructores señalaron con baldosas de mármol gris la posición de los muros, las columnas y las tumbas del antiguo atrio. Líneas en forma de zigzag; símbolo del agua, recubren la cisterna y la antigua reguera, de las cuales una parte original permaneció visible hasta 1939. Además de los mosaicos de la bóveda, la basílica está decorada con tres mosaicos absidales. Estos representan, de izquierda a derecha, el beso de Judas, la escena de la Agonía y la del “Ego sum”, “Yo soy Jesús de Nazaret”. Los mosaicos laterales son obra de Mario Barberis. El mosaico central fue pintado por Pedro D’Achiardi, que ha querido mostrar al Salvador en Agonía, abrumado sobre la roca, como una víctima sobre el altar. El rostro, empañado de tristeza, pero no desesperado. La mano de Dios tiende hacia Él la corona de la victoria y un Ángel, situado entre el cielo y la tierra, le trae la ayuda divina. Delante del altar, cuya base muestra un cáliz, – para recordar el grito de Jesús a su Padre, – se extiende la roca llamada de la Agonía. Su contorno tiene la forma de una corona de espinas, en la que algunos ramos de olivo evocan el huerto. Las aves, afrontadas a un cáliz, simbolizan las almas que quieren participar del cáliz de Cristo. La muestra se ofrece por dos palomas de plata que agonizan entre las zarzas, y estiran el cuello como víctimas de ofrenda.
Ciertamente es una iglesia muy especial, no sólo por el lugar donde está levantada, sino por cómo consigue recrear un ambiente propicio para la oración, ayudando con su arte a contemplar la noche oscura que sufrió el Señor en el huerto de los olivos.

sábado, 10 de julio de 2010

Historia de Getsemaní

Parece que la primera iglesia construida en Getsemaní se remonta a la segunda mitad del siglo IV. Se situaría su construcción entre el 333 y el 383. Los historiadores fijan la fecha de la construcción bajo el reinado de Teodosio I (379-395). Desde el siglo IV, en el lugar de la Agonía de Jesús, el huerto corrió el destino de tantas propiedades cristianas, a la huída de los cruzados. Agregado al colegio teológico musulmán, instalado en la iglesia de Santa Ana, terminó, no obstante, convirtiéndose en una propiedad privada. Posteriormente hay varias hipótesis que pueden examinarse, como son: la destrucción por uno de los violentos terremotos que han sacudido Palestina, como la primera iglesia de Betania (419), 447, 551, 746?); destrucción por los Persas (614), a la que siguió posiblemente una modesta reconstrucción. No es fácil determinar lo que sucedió en este lugar. En otoño de 1891, el vaciado de una fosa de estiércol y su excavación, en un recinto contiguo al huerto de los olivos, descubrió el muro de un ábside y restos de un tosco mosaico. Los enredos administrativos de la época impedían las excavaciones sistemáticas. A partir de la instauración de un régimen de mayor libertad por las autoridades otomanas, los franciscanos comenzaron los trabajos de limpieza del terreno. Estos sacaron a la luz, en 1909, las ruinas de una Iglesia medieval, orientada hacia el sudeste. Los arqueólogos identificaron esta Iglesia con la que el peregrino Juan de Würzburg (1165) dijo que estaba erigida a la advocación del Salvador, en el lugar de la oración de Cristo.
Erigida en 1924 en el lugar tradicional del Jardín de Getsemaní, la Basílica de la Agonía conserva una sección de la base rocosa identificada como el lugar en el cual Jesús rezará en el huerto la noche de su detención. No es seguro que éste sea el lugar preciso. Fue proyectada esta iglesia por el arquitecto Antonio Barluzzi y erigida sobre los cimientos de dos santuarios anteriores: una capilla del siglo XII abandonada en 1345 y la basílica bizantina anterior del siglo IV, destruida por el terremoto de 746. Una roca en el camino que conduce al Monte de los Olivos fue descrita en el año 333 por el Peregrino de Burdeos, que lo identifica como el lugar en el que Judas Iscariote entregara a Jesús. Las ventanas de la actual iglesia están hechas con un alabastro azulado-purpurino translúcido, que produce un deliberado efecto nocturno en el interior. Seis columnas monolíticas sostienen 12 cúpulas, cuyos interiores están decorados con mosaicos que representan los emblemas nacionales de las comunidades donantes. Esta decoración dio origen al nombre con que es conocida: "Iglesia de Todas las Naciones".

domingo, 4 de julio de 2010

Misas en honor de San Josemaría en Tierra Santa

Hemos tenido estos días pasados las Misas en honor a san Josemaría. Han tenido lugar en Jerusalén y Nazaret como en años anteriores, pero también en esta ocasión se ha podido celebrar la Santa Misa en Belén, en la basílica de la Natividad.
Las tres Misas fueron celebradas por d. Joaquín Paniello, nuevo vicario del Opus Dei en Jerusalén. La de Jerusalén tuvo lugar en la con-catedral del Patriarcado de rito latino. Fue concelebrada con otros dos sacerdotes. La Misa se celebró en latín y contó con un coro que lo hizo muy bien dándole gran solemnidad a la ceremonia. En la homilía el vicario habló de la santidad de San Josemaría y de cómo supo vivir y transmitir esa búsqueda de la santidad en lo ordinario y, en particular, a través del trabajo hecho con profesionalidad, bien terminado y ofrecido a Dios. Al final de la Santa Misa tuvo lugar la veneración de la reliquia de san Josemaría, como se puede apreciar en la imagen que ofrecemos a continuación.
La Misa en Nazaret tuvo lugar en el complejo de la Basílica de la Anunciación, en la iglesia de san José. D. Joaquín comenzó el Santo Sacrificio diciendo algunas oraciones en árabe. De la misma manera la primeras palabras que pronunció en la homilía fueron unas frases en árabe. La gente quedó encantada . D. Joaquín lleva pocos meses en la región y la gente valoró mucho el esfuerzo que hizo por expresarse en árabe, por otro lado lengua nada fácil. Después de la ceremonia los amigos y cooperadores de la Obra en Nazaret habían preparado a la salida de la iglesia un refrigerio. Nael, pastelero, nos sorprendió con varias bandejas de deliciosos dulces árabes.
La Misa en Belén tuvo lugar en la iglesia de Santa Catalina, que está anexa a la gruta de la Natividad. En la ceremonia concelebró con d. Joaquín el rector del seminario de Beit Jalla, abuna adib. La asistencia fue más reducida que en las otras celebraciones pero la gente estaba muy contenta de poder tener en su ciudad, nada menos que la población donde nació el Señor, la Misa en honor de san Josemaría.

miércoles, 30 de junio de 2010

Tierra Santa... con ojos de niño

"Me vine a vivir a Tierra Santa hace algunos años. Después de haber escrito algunos folletos “…con ojos de niño”, varios amigos me animaron a escribir “Tierra Santa…, con ojos de niño”. Preferí dejar pasar algún tiempo para conocer mejor esta Tierra tan especial, y estar más familiarizado con los lugares Santos por haberlos podido visitar más veces.
Además, al llegar tampoco conocía niños que pudieran escribir este librito. Porque en realidad son ellos los autores. También después de un tiempo aquí he podido hablar con niños cristianos que han visto con sus ojos los lugares Santos. Estas páginas son una recopilación de sus impresiones. Especialmente agradecido estoy a una familia muy querida que vive en Jerusalén. Algunos de sus hijos han colaborado intensamente en la creación de esta obra.
Decidí centrarme en los catorce lugares santos más relevantes y más visitados, fijándome en acontecimientos de la vida del Señor o de la Virgen que en ellos tuvieron lugar. Algunos me dejo en el tintero, como por ejemplo Cafarnaúm en el mar de Galilea, la fuente de María en Nazaret, el campo de los pastores en Belén, o la flagelación en Jerusalén.
Les reparto a los niños una hoja donde está una pequeña fotografía a color de los catorce lugares, y un hueco para que escriban las impresiones que tuvieron al visitarlos. Les resulta muy fácil meterse en la casita de Nazaret e imaginarse a la Virgen con el ángel; volver a la playa donde Jesús estaba esperando a sus discípulos cuando amanecía; subir al monte Tabor y recordar esas cuestas empinadas y el lugar donde se transfiguró el Señor; o ir de nuevo al huerto donde están esos olivos milenarios.
Una vez visitados los lugares santos ya todo se ve diferente, se ve con otros ojos. Después de haber besado la estrella de Belén, haber visto el colorido del mar de Galilea, o haber metido la mano en el agujero de la Cruz…, el Evangelio se lee de otra manera. Lo imaginas distinto, lo ves, lo puedes contemplar como es en realidad. Por eso un viaje a Tierra Santa no se olvida nunca".

sábado, 19 de junio de 2010

Canto del gallo. Gallicantum

Hoy comentamos el Evangelio en el que aparece el canto del gallo. Hay una iglesia llamada Gallicantum, que conmemora este momento. También hay unas imágenes que representan la escena. En el momento de las negaciones de Pedro, la primera vez que dijo no conocer a Jesús parece que fue después de la medianoche. La portera le dejó entrar gracias a la intervención del otro discípulo, y él se sentó en el atrio junto al fuego que habían encendido por el frío que hacía (Mc 14, 66 y Jn 18, 18). Allí estaba con los servidores y criados, calentándose al fuego, cuando la portera le preguntó. Y Pedro negó conocer a Jesús, y se salió del atrio. Entonces el gallo cantó por primera vez. Y el primer canto del gallo suele ser a la medianoche o a la una. La tercera negación debió de ser sobre la cuatro de la madrugada, porque todos los evangelistas dicen que, al negarle por tercera vez, el gallo cantó, y san Marcos dice que era la segunda vez que cantaba. El segundo canto del gallo suele ser poco antes del amanecer, es decir, alrededor de las cuatro de la madrugada.
La segunda negación fue como una hora antes de la tercera, como dice san Lucas: "Pasada como una hora..." (22, 59), por tanto, eran las tres poco más o menos. El Salvador había dicho a Pedro que le negaría tres veces antes de que el gallo cantase dos; se refería el Señor a los dos momentos en que el gallo canta: uno después de la medianoche, y el otro antes de amanecer. Todo ocurrió muy de prisa; para indicar el tiempo que pasó desde la primera negación a la segunda, san Lucas dice: "Poco después" (12, 58), y san Marcos dice lo mismo -"poco después"- para referirse al tiempo que pasó entre la segunda y la tercera negación.
Aquí exponemos la fotografía de un gallo del lugar. Algunas veces que me tengo que levantar muy temprano para ir a predicar -por encima de las 4 de la mañana- oígo al gallo que suele cantar a estas horas, y me acuerdo de la escena evangélica y del gallo que cantó cuando Pedro negó al Señor tres veces.
Es un recuerdo para permanecer siempre en vela, para no acomodarse, pues las tentaciones están al acecho. Ahora que en algunos países dentro de pocos días empiezan las vacaciones, hay que pensar como decía san Josemaría que "el demonio no se toma vacaciones", para permanecer alerta: rezando y aprovechando muy bien el tiempo. También la imagen de Pedro llorando tras oír el canto del gallo y caer en la cuenta de su pecado nos puede ayudar para recomenzar siempre, pidiendo perdón de nuestros pecados y acudiendo con verdadero arrepentimiento -como el de san Pedro- al sacramento de la Penitencia.

sábado, 12 de junio de 2010

Nuevo obispo auxiliar del Patriarcado latino de Jerusalén

El 27 de mayo, a las 17.00 tuvo lugar en Belén la ordenación de Mn. William Shomali, como obispo auxiliar del Patriarcado de Jerusalén. Fue en la Basílica de la Natividad, en la iglesia católica llamada de Santa Catalina. Concelebraron 20 obispos y alrededor de 100 sacerdotes. Recibió la ordenación episcopal de manos del Patriarca de Jerusalén Fuat Twal, del obispo auxilar para Israel Jacinto-Boulos Marcuzzo y del obispo auxiliar de Jordania, Sallim Sayegh.
Conocí a Mn. William Shomali hace tres años cuando fui por primera vez al Seminario del Patriarcado que está en Beit Jalla. Era el rector y me recibió con mucho cariño. Me ofreció -para aprender árabe- la posibilidad de asistir a las clases con los chicos del Seminario Menor. Después de un año me abrió las puertas para seguir asistiendo a clases de teología en el Seminario Mayor. Cuando empecé a quedarme a comer una vez a la semana con él y los seminaristas, me invitaba siempre, y luego me instaba a quedarme a tomar café con los profesores y formadores del Seminario.
El escudo episcopal que ha elegido muestra muy bien cual es la esperanza que tiene para su episcopado: que finalmente llegue la ansiada paz a Tierra Santa. Por eso el lema que ha escogido es: "Rezar por la paz en Jerusalén". Se pueden ver en el escudo la paloma de la paz, que representa este deseo profundo del nuevo obispo y de todos los cristianos en Tierra Santa. Por otro lado esta la estrella de Belén, a la izquierda del escudo según se mira, pues el nuevo obispo proviene de esta localidad donde nació nuestro Señor. Y a la derecha se encuentran unos pastores. Mn. Shomali proviene de una familia de pastores, y ha querido incluir esta imagen tan familiar y tan querida en Belén.
Podemos aprovechar esta ordenación episcopal tan especial para rezar por el nuevo obispo, por su ministerio pastoral, y por que con él llegue la ansiada paz en Tierra Santa.

sábado, 5 de junio de 2010

Corpus Christi. Adoración perpetua en Tierra Santa

En la Solemnidad del Corpus Christi señalaré algunos lugares de Tierra Santa donde hay adoración perpetua del Santísimo Sacramento. El mismo Jesucristo que nació, vivió, murió y resucitó aquí, está ahora presente con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad en estos mismos lugares.
La gruta de la leche. En esta iglesia donde vivió la Sagrada Familia antes de huir a Egipto, hay una capilla con imágenes de la Virgen amamantando al Niño. Rodeando por detrás hay otra capilla, que queda separada por un cristal. Ahí está permanentemente expuesto el Santísimo Sacramento. Hay diez monjas adoratrices que se turnan para acompañar constantemente al Señor. Comenzaron en 2007, después de que se hicieran obras y se restaurase el lugar. Llevan un hábito blanco con un vestido rojo que lo cubre, muy característico.
En la cuarta Estación de la Vía dolorosa hay adoración del Santísimo Sacramento durante todo el día. Se hacen turnos de laicos para acompañar al Señor. Se puede apuntar cualquier persona en un libro para hacer su rato de adoración, de forma que siempre esté acompañado el Señor.
En Emaus, Nicópolis, también hay adoración perpetua. Lo lleva la Comunidad de Enmanuel. Cuando se entra a la iglesia que está en la parte alta de una colina, se puede ver algunos religiosos de esta Comunidad, como están adorando al Santísimo Sacramento. Es un lugar especialmente bonito, pues fue en ese lugar donde el Señor partió el pan.
También hay un proyecto de adoración Eucarístia perpetua en el nuevo centro internacional María de Nazaret. Allí se ha construido una nueva capilla para pedir por la unidad del genero humano. Está en Nazaret a 100 metros de la Basílica de la Anunciación. Y rodeada por una mezquita y una sinagoga. Es un lugar privilegiado para pedir por la unidad. La lleva la Comunidad Camino Nuevo. Adjuntamos una fotografía de la nueva capilla desde fuera. Todas estas iniciativas tienen por último fin adorar al Santísimo Sacramento, acompañarle constantemente, para agradecerle su entrega por nosotros, su presencia constante en las especies sacramentales y para pedirle por la conversión del mundo.
Unámonos con nuestras oraciones a Jesús Sacramentado pidiéndole con mucha fe por el Papa, por la santidad de los sacerdotes, y para que todos los laicos descubran la llamada del Señor a ser santos en medio del mundo.