domingo, 19 de junio de 2016

Aquí se toca por todos lados la vida del Señor

¿Cómo se lee el Evangelio desde Tierra Santa? 

El evangelio es la vida de Jesús. Sus palabras, leídas en cualquier lugar, nos ayudan a conocer cómo fue su existencia en la tierra. El Espíritu Santo siempre nos comunica luces para imitarla. Pero, además, es innegable que lo que nos narran los evangelios sucedió en un lugar concreto, y conocerlo enriquece mucho su lectura. Me atrevo a decir que, el evangelio desde Tierra Santa se puede llegar a ver más claro, porque la humanidad de Jesucristo no puede separarse de su tierra, del lugar concreto donde nació, vivió y murió. 

¿Ha cambiado su forma de leer el evangelio desde que vive allí?

No solo ha cambiado mi forma de leer el evangelio, sino también de predicarlo. Ahora cuando leo o hablo de un pasaje concreto estoy contemplando el sitio: lo veo, he rezado allí, me he imaginado in situ lo que se cuenta en las páginas sagradas. Digamos que lo he vivido, y los hechos que uno experimenta quedan más profundamente grabados y se trasmiten con más fuerza. He estado en el lago de Tiberiades un día de tormenta, he visto las flores silvestres que adornan los caminos a las que se refería el Señor, he subido al monte Tabor y podido contemplar desde allí la impresionante vista del valle de Esdrelón. Eso se queda impreso en la memoria y, después, cuando relees los evangelios lo haces con otros ojos, con ojos que han visto.

¿Qué es lo que más le llamó la atención cuando llegó a Jerusalén?

Me acuerdo perfectamente, y eso que ya han pasado diez años. El día que llegué me parecía increíble estar entrando en la Ciudad Santa. Los árabes la llaman al-Quds: la Ciudad Santa, la ciudad por antonomasia. Eran todo edificios de color blanco y me sorprendió mucho la luz tan clara que había. Cuando entré por primera vez en mi casa, desde la ventana del cuarto pude contemplar la iglesia del Sepulcro y del Calvario a poco más de trescientos metros de distancia. Hace veinte siglos, en ese mismo lugar hacia donde dirigía la vista desde mi ventana, se hallaba Jesús muriendo en la Cruz. Me senté asombrado, tratando de caer en la cuenta de donde me encontraba, de lo que estaba viviendo. Hoy, eso mismo es lo que más me sigue impresionando de Jerusalén.

¿Qué es lo que más le gusta de Jerusalén?

Lo que más me gusta de la ciudad es la diversidad tan grande que existe en este lugar. Jerusalén es una ciudad de contrastes: aquí viven personas de distintos países, culturas, razas y religiones. Se puede decir que Jerusalén es un resumen del mundo. En estos años he hecho muy buenos amigos cristianos ortodoxos, protestantes, judíos, musulmanes, drusos… He tenido conversaciones con ellos interesantísimas. A todas esas personas se añaden los peregrinos de innumerables países que han ido pasando por aquí y a los que he podido conocer en estos años.

¿Cómo describiría a los cristianos de Jerusalén?

Los admiro mucho. Son muy pocos: entre cristianos ortodoxos y católicos en la ciudad de Jerusalén puede haber unos doce mil. Casi todos son árabes. En Jerusalén hay más de setecientos mil habitantes, de los cuales doscientos mil son árabes. Por tanto, de entre ellos, los cristianos constituyen una minoría. Viven con un sentido grande de misión. Se saben procedentes de los primeros cristianos, y son conscientes de que viven en la cuna del cristianismo. Valoro mucho su fortaleza. Tienen muchas dificultades, y las afrontan con mucho ánimo.

¿Qué le diría a una persona que se está planteando hacer una peregrinación a Tierra Santa?

Le diría que si puede venir que lo haga, que no lo dude. No conozco a ningún peregrino que se haya arrepentido de esa peregrinación. Para un cristiano es el viaje de su vida. En Tierra Santa, mi experiencia como sacerdote me dice que hay mucha gracia de Dios. Los peregrinos que vienen perciben que el Señor les ha invitado a visitar los lugares donde nació, vivió, murió y resucitó, y reciben un fuerte impulso para su vida cristiana porque, en definitiva, el fin de nuestra vida no es otro que el de enamorarnos de Jesucristo. Aquí se toca por todos lados la vida del Señor. Un peregrino al regresar de su peregrinación decía: -“Después de estos días, para mí ya nada es lo mismo: he visto la casa de Jesús, su pueblo, su tierra”.

Una vez allí, ¿qué hay que hacer?

Disponerse lo mejor posible, preparando con oración esos días únicos. Al llegar se comprobará que en este lugar hay muchas posibles distracciones: es una tierra exótica, con muchas razas y culturas tan distintas a aquella de la que se procede. Por eso facilita proponerse interiorizar lo que se va a vivir, que no es otra cosa que un encuentro personal con el Señor, en particular en los lugares Santos. Y, más en concreto todavía, en el Calvario: pienso que es el lugar central de Tierra Santa.

Tengo entendido que la idea de este libro ha surgido de las muchas notas que ha ido escribiendo en su blog “Un Sacerdote en Tierra Santa” durante años: ¿Qué le motivo a abrir este blog? ¿A quién se dirige cuando lo escribe?

Llevaba unos meses viviendo en Tierra Santa y, poco a poco, comencé a darme cuenta de la tremenda riqueza que había en esta tierra. Pensé que todo lo que estaba viendo, los sucedidos, los pequeños descubrimientos que hacía, podían servir a tanta gente en todo el mundo interesada por Tierra Santa. Y que mejor instrumento que un blog para hacer esto. Así que empecé a publicar sin otra pretensión que acercar Tierra Santa a quien no tiene la posibilidad de visitarla, o ha venido pero desea seguir en contacto con estos lugares. 

Pero eso no quiere decir que para leer el blog o interesarse por su contenido haya que ser cristiano. De los lugares Santos recojo su historia, la arquitectura de las distintas iglesias, los variados hallazgos arqueológicos de cada sitio. Y también escribo sobre el judaísmo, el islam, los drusos… Hablo de sus culturas, costumbres, etc. 

¿En qué se diferencia este libro de los muchos otros con los que comparte la misma temática?

Esta fue la pregunta que yo me hice cuando me plantee empezar a escribir el libro. ¿Va a aportar algo novedoso? Porque si no, para eso no hago el esfuerzo y pierdo el tiempo. Llegué pronto a la conclusión de que no es una “Vida de Jesús” como las muchas que conocía. Es una peregrinación a Tierra Santa a través del evangelio. Nos adentramos en la tierra de Jesús y en su vida de una manera distinta: a través de la vida misma actual de la ciudad Jerusalén, de las poblaciones de Belén o de Nazaret. Esta incursión nos llevará a descubrir de dónde provienen las costumbres, los edificios históricos, o tantas tradiciones que son propias de este lugar del mundo.

¿Puedo leerlo si no soy cristiano?

Pienso que sí. Precisamente por lo que decía antes. Se recogen detalles históricos, arqueológicos, de costumbres. En ese sentido puede gustar a cualquiera conocer esos pequeños descubrimientos que he ido haciendo, no solo a cristianos. Pero, como es evidente, a los cristianos les ayudará más para profundizar en el conocimiento de Jesucristo, a entender mejor el sentido de algunas de sus palabras, o a captar la elección de los ejemplos gráficos de la vida cotidiana que el Señor elegía para las parábolas.

martes, 14 de junio de 2016

Huellas de Jesús. El evangelio desde Tierra Santa

Acaba de salir a la luz el libro que he escrito sobre el evangelio y Tierra Santa. Copio las palabras que aparecen en la presentación del libro en la web de la editorial Rialp.
http://www.rialp.com/index.php op=verlibro&descri=103415

"¿Cómo era la tierra que pisó Jesús? Visitar los llamados “santos lugares”, donde Jesús nació y murió, donde eligió a sus doce apóstoles, donde multiplicó los panes y los peces o donde resucitó y subió a los cielos constituye hoy un viaje casi obligado para todo cristiano. El autor, experto en Tierra Santa, nos ofrece aquí una breve vida de Jesús, siguiendo sus huellas, su paisaje y las costumbres de su tiempo, y una sencilla descripción sobre cómo son esos lugares en la actualidad: una ayuda para imaginarse mejor lo que relatan sobre Jesús los cuatro evangelios".

Recojo también a continuación algunas palabras del prólogo escrito por el famoso teólogo norteamericano Scott Hahn:

"Este libro, en sí mismo, es como una peregrinación a Tierra Santa. Habla de costumbres antiguas que se conservan en la actualidad: tradiciones familiares, vida en sociedad y usanzas de las distintas profesiones. El autor nos muestra cómo, también hoy, el Evangelio permanece vivo. Nos abre a la contemplación los distintos lugares donde Jesús se relacionaba con las personas a su paso. A través de esta obra, no solo leemos acerca de la vida de Cristo, sino que también descubrimos sus alrededores: vemos los arbustos de mostaza y las flores silvestres que adornan los caminos, tocamos las mismas monedas de bronce, y nos alimentamos de los mismos peces y panes que Jesús comió con sus discípulos.

Después de unos días transcurridos en la tierra del Señor, podemos afirmar que ya nada es igual. En adelante nos situamos con soltura y precisión en los lugares Santos: las regiones donde se encuentran, las distancias entre ellos, los tipos de terreno. El evangelio se nos abre con mayor claridad. Somos capaces de vivir la vida de Cristo de una forma más real".

sábado, 4 de junio de 2016

Posible descubrimiento de la tumba de San Esteban

Dos incógnitas sobre San Esteban siguen abiertas: su tumba y el papel de Gamaliel en su vida"Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales. Se levantaron unos... y se pusieron a disputar con Esteban; pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba", cuentan los Hechos de los Apóstoles (6, 8-15). Así que instigaron testigos falsos contra él, le prendieron y le condujeron ante el Sanedrín. Allí "vieron su rostro como el rostro de un ángel", y ante los jefes de los judíos pronunció su abrumador discurso sobre la condición mesiánica de Jesús (7, 1-53).

Al oírlo sus enemigos, "sus corazones se consumían de rabia y rechinaba sus dientes contra él", y cuando proclamó "Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios", se echaron contra él, lo sacaron de Jerusalén y lo apedrearon hasta matarle. Dejaron sus vestiduras a los pies de Saulo, que aún no era el Pablo posterior a la conversión camino de Damasco.

Éste es el relato bíblico sobre el primer mártir cristiano, pero a partir de ese momento desaparecen las certezas sobre la suerte que corrieron sus restos. En noviembre de 2014, sin embargo, se produjo un hallazgo muy relevante en unas excavaciones arqueológicas en Ramala. Dos kilómetros al oeste de la ciudad Cisjordana, investigadores israelíes y palestinos dirigidos por el doctor Salah al Hudeliyya trabajaban en un proyecto de restauración de antigüedades de la Universidad de Jerusalén cuando encontraron las ruinas de un templo y de un monasterio bizantinos.

"Dentro de una de las iglesias hallamos una inscripción que indica que esta iglesia se construyó en honor de San Esteban, enterrado aquí el año 35", declaró el doctor Hudeliyya, quien añadió que el trabajo de restauración y acondicionamiento del lugar puede durar aún cinco años y que después podrá convertirse en un lugar de peregrinación.

De hecho, las excavaciones conducidas desde 2013 por la Universidad de Jerusalén y la Iglesia Ortodoxa podrían desembocar en la creación de un gran parque arqueológico, previsto para 2020, como foco de atracción turística para esa región palestina.

Tras el descubrimiento, el profesor Hudeliyya, del Instituto de Arqueología de la Universidad Al-Quds, ofreció algunos detalles adicionales sobre la inscripción: "Tiene 88 cm de ancho y un metro de alto, y son ocho líneas en griego que dicen que el cuerpo de San Esteban está enterrado ahí. El lugar es conocido como Khirbet al Tireh, o también Kafr Ghamla, siendo Ghamla el guía espiritual de San Esteban. La otra parte de la inscripción habla de una mujer llamada Dina, quien habría invertido dinero en esta iglesia en honor a la visita que hizo Jesús al lugar cuando José y María, su madre, no podían encontrarlo, durante su viaje de Jerusalén a Nazaret, que duró tres días. Probablemente Él pasó por este lugar en uno de esos días".

El doctor Houdalieh hace referencia al episodio que refiere San Lucas (2, 41-50), prácticamente el único que conocemos de su infancia, cuando, tras haberle perdido, sus padres le hallaron en el templo predicando y Él les explicó: "¿No sabíais que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre?".

Pero lo sorprendente es su alusión a ese Ghamla que habría sido maestro espiritual de San Esteban, y de quien no existe referencia ni en las Sagradas Escrituras ni en la Tradición. Probablemente Houdalieh se refiere a Gamaliel, sostiene otro experto comentando el hallazgo. Algo mucho más verosímil, por cuanto Gamaliel fue un miembro justo del Sanedrín, que defendió a San Pedro y a los apóstoles (Hech 5, 34-39) y de quien San Pablo se confesaba discípulo (Hech 22, 3). Una tradición dice que se convirtió al cristianismo y fue bautizado por San Pedro y San Juan.

sábado, 28 de mayo de 2016

Nuevo Superior de la Custodia Franciscana de Tierra Santa

La Custodia Franciscana de Tierra Santa cuenta con un nuevo responsable: fray Francesco Patton, italiano de la diócesis de Trento, sucede al padre Pierbattista Pizzaballa, que llevaba 12 años en el cargo. 

La Custodia en Tierra Santa se responsabiliza de: 

- 49 lugares considerados bíblicos: 19 en Galilea, 27 en Judea, 2 en Siria (Damasco) y 1 en Jordania (Monte Nebo);

- el ejercicio pastoral en 29 parroquias y 79 iglesias y capillas;

- la dirección de 16 escuelas con unos 10 000 alumnos, de los que el 40% son no cristianos, con 400 profesores, 4 casas de hospedaje para peregrinos, 3 residencias de tercera edad y 2 orfanatos;

- la acción ecuménica, cultural y científica en Tierra Santa, promovida desde el Instituto Bíblico Franciscano, el Estudio Teológico Jerosolimitano, la casa editorial Franciscan Printing Press, el Centro de Estudios Orientales Cristianos, etc...

Como detalla AsiaNews, el Custodio de Tierra Santa reviste un rol significativo en el contexto de la Iglesia en Medio oriente. Además de ser guía de la primera misión de los Frailes Menores (franciscanos) y responsable de muchos lugares de culto donde vivió Jesús, es uno de los principales interlocutores de la Iglesia católica con otras comunidades cristianas. Además, atiende los eventos socio-políticos de Israel, Palestina, Líbano, Siria, Jordania, Chipre, Rodas y El Cairo y vigila las obras sociales, educativas y culturales de la Custodia, que acoge a los peregrinos y turistas. 

A nivel mediático, es una fuente importante para la prensa occidental. Quizá sea adecuado que el nuevo Custodia tenga un título en Ciencias de la Comunicación.

Francesco Patton llega al cargo desde fuera de Tierra Santa, cosa que no sucedía desde hacía muchos años. 

El nuevo Custodio explica que intenta conocer “en primer lugar a los frailes y de sus vidas” y después las problemáticas “que los frailes mismos me identificarán”. 

Declara ser "un hombre de diálogo, de construir puentes”.

Fray Francesco Patton nació en Vigo Meano, en la diócesis de Trento, el 23 de diciembre de 1963 y pertenece a la Provincia de los Frailes Menores, en Italia. Además de italiano, habla inglés y español. Recibió la ordenación presbiteral el 26 de mayo de 1989.

En el año 1993, se doctoró en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Pontificia salesiana de Roma. El nuevo Custodio fue dos veces secretario general del Capítulo general OFM (2003 y 2009), Visitador general (2003), Ministro provincial del Trentino (2008-2016). Presidente de la Conferencia de los Ministros provinciales de Italia y Albania (COMPI).

sábado, 21 de mayo de 2016

Halladas inscripciones en cerámica del Antiguo Testamento del 550 a. C.

Ostraca, inscripción en cerámica que se ha descubierto y que dataEl hallazgo de una serie de inscripciones en cerámica en la fortaleza de la antigua ciudad cananea de Arad, en el desierto de Neguev, en el sur de Israel, arrojan luz sobre la posibilidad de que algunos textos bíblicos del Antiguo Testamento fueran escritos incluso antes de la caída de Jerusalén en el 586 a. C. Así lo apunta un estudio elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv publicado en el último número de la revista científica PNAS.

Las hipótesis actuales más corrientes datan la escritura de los primeros textos extensos del Antiguo Testamento entre el 500 y 300 a.C. pero esta investigación adelanta esa fecha casi un siglo. Los investigadores han llegado a esta conclusión después de analizar la correspondencia entre un grupo de militares en fragmentos de cerámicas conocidos en el argot arqueológico como «ostracón». Las piezas fueron halladas en una de las habitaciones de la pequeña fortaleza de Arad datada unos 600 años a. C. y que, según los investigadores, albergaba entre 20 y 40 soldados.

Las inscripciones contienen órdenes militares relativas al movimiento de las tropas y el suministro de materiales durante la tormentosa época que desencadenó en la destrucción de la ciudad en manos de los babilonios.

La mayoría son peticiones de provisiones de parte de un soldado llamado Kittiyim a Eliasib, la persona encargada al parecer de la intendencia de la fortaleza. «Tráeme aceite, harina o marcha para tal sitio», se puede leer en algunas de estas notas escritas en hebreo y que reflejan normas y directrices cotidianas de la fortaleza. También se menciona «el rey de Judea» o «la casa de Jehová» en referencia al templo de Jerusalén.

A través del análisis de las grafías con un modelo matemático basado en algoritmos, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv han logrado descubrir que las 16 inscripciones encontradas pertenecían a 18 textos diferentes y estaban escritos por seis autores diferentes. Este hallazgo revela, según el estudio científico, «que todo el ejército -desde el alto rango de funcionarios hasta la intendencia de este puesto militar en medio del desierto- sabía leer y escribir, es decir, tenía capacidad para comunicarse por escrito». La investigación también sugiere que para sostener todo este aparato burocrático, tiene que «haber existido en Judea hacia el final del primer periodo del templo de Jerusalén, un adecuado sistema educativo».

La existencia de un elevado nivel de alfabetización unos 600 años a.C. llevó a los autores de este estudio a preguntarse si este hecho se puede relacionar con una posible primera versión escrita del Libro del Pentateuco (Antiguo Testamento). «Tenemos razones para creer que esta habilidad implicó la existencia de textos bíblicos puesto que hubo un público que podía apreciar estos escritos», explica a Efe Arie Shaus, doctorando de la Universidad de Tel Aviv y uno de los principales autores de la investigación.

Para Francisco Varo, profesor de Sagrada Escritura de la Facultad de Teología en la Universidad de Navarra, los resultados del estudio son «sorprendentes», ya que si «las tablillas analizadas están bien datadas y el algoritmo utilizado funciona correctamente nos devuelve a unas hipótesis sobre la escritura del Antiguo Testamento mucho más tradicionales de las que se han venido haciendo en los últimos 20 años».

El profesor alemán Martin Noth fue uno de los primeros expertos en Antiguo Testamento en situar la redacción de estos textos en el 550 a. C., una fecha muy próxima al estudio de la Universidad de Tel Aviv. Su hipótesis presentada en 1948 sigue siendo hoy muy discutida. «Se trata de un tema muy debatido desde hace décadas. A medida que se fueron haciendo estudios arqueológicos y críticos se ha ido retrasando la composición del Antiguo Testamento y acercándolo a nuestro tiempo», recuerda Varo a este periódico.

El único texto bíblico del que se ha encontrado un testimonio escrito más antiguo pertenece a la segunda mitad del s. VII a. C. y se trata de una bendición sacerdotal contenida en el libro de los Números y hallada en dos amuletos de plata. «Pero se trata de un texto pequeño datado una década antes de este estudio de la Universidad de Tel Aviv. No se han encontrado en esa fecha textos extensos del Antiguo Testamento», explica Varo.

El profesor Carlos Segovia, experto en Estudios Islámicos en Saint Louis University y profesor asociado de Estudios Religiosos en la Universidad Camilo José Cela pertenece justamente al grupo de investigadores que defienden que las primeros textos del Antiguo Testamento «en su gran mayoría fueron diseñados durante el periodo del exilio babilónico» y no antes de la caída del Reino de Judea como plantean los investigadores de la Universidad de Tel Aviv. «Era una manera de mantener viva la memoria y la esperanza para el retorno», explicaba.

En esta misma línea, Antonio Piñero, catedrático emérito de Filosofía Griega de la Universidad Complutense y especialista en estudios bíblicos señaló que «es ciertamente dudoso que existiera en aquella época un sistema organizado de enseñanza de tal modo que toda la población masculina estuviera muchísimo más alfabetizada que todos los pueblos de alrededor». «En el siglo I d. C. hay todavía razones suficientes para dudar de que un 10% de la población supiera leer y escribir por lo que es muy difícil que 500 años antes hubiera un sistema institucionalizado de manera tal que la alfabetización fuera generalizada», comentó.

sábado, 14 de mayo de 2016

Hallado un sello del Rey bíblico Ezequías

Arqueólogos israelíes han descubierto que en un sello encontrado en 2009 durante unas excavaciones junto al Monte del Templo, en la ciudad vieja de Jerusalén, está inscrito el nombre del bíblico rey Ezequías, rey de Judá que gobernó alrededor del año 700 antes de Cristo. 

Hijo de Acaz, fue descrito en la Biblia como un monarca audaz: «No había nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes de él o después de él» (II Reyes 18: 5).

«Es la primera vez que una impresión de sello de un rey israelita o de Judá sale a la luz en una excavación arqueológica científica» señala Eliat Mazar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que dirige las excavaciones.

La inscripción ovalada de 9,7 x 8,6 milímetros fue impresa en un pedazo de arcilla inscrito de 3 milímetros de grosor que mide 13 x 12 milímetros. Lleva la inscripción: «לחזקיהו [בן] אחז מלך יהדה» («Pertenece a Ezequías [hijo de] Acaz, rey de Judá») y un sol de dos alas, con alas de vuelta hacia abajo, flanqueado por dos símbolos ankh que simbolizan la vida.

La bulla se utilizaba para sellar un rollo de papiro y la impresión de las fibras que se preservó en su anverso sugiere que el sello cerró un documento firmado por el propio rey. La parte de atrás de la pieza de barro tenía marcas de cuerdas finas que se utilizaron para atar un documento de papiro.

La inscripción fue encontrada en una excavación al pie de la parte sur de la muralla que rodea la ciudad vieja de Jerusalén, en un vertedero de basuras que posteriormente pasó a ser almacén y probablemente fue arrojado desde un edificio real adyacente, según Mazar.

En un primer momento fue catalogada y colocada en un armario, después de que una primera inspección no logrará establecer su identidad. Cinco años más tarde, un miembro del equipo volvió a analizarla con una lupa y apreció unos puntos que ayudaron a separar las palabras, viendo así con claridad su significado.

Durante el reinado de Ezequías (727-698 aC), Judá fue invadido por el ascendente Imperio Asirio y la capital, Jerusalén, fue sitiada por el ejército del rey Senaquerib.

Aun siendo después vasallo de Asiria, mantuvo con éxito la posición independiente de Judea y su capital Jerusalén, que mejoró económicamente, religiosamente, y diplomáticamente durante su mandato. 

Los símbolos en la impresión del sello sugieren que se hicieron al final de su vida ya que según los expertos de la Universidad Hebrea, reflejan la influencia asiria y el deseo de Ezequías de enfatizar su soberanía política y la conciencia profunda del rey del poderoso patrocinio dado a su reinado por el Dios de Israel.

«Siempre es una pregunta, ¿cuáles son los hechos reales detrás de las historias bíblicas?», dijo Mazar. «Aquí tenemos la oportunidad de llegar lo más cerca posible de la persona misma, al mismo rey».

sábado, 7 de mayo de 2016

Nuevo museo en la Flagelación

Terra Sancta MuseumEl 17 de marzo, se abrió la primera de las tres secciones de un museo único en su género, dedicado a las raíces del cristianismo y a la conservación de los Santos Lugares, que se podrá visitar en el Convento de la Flagelación de Jerusalén.

La sección que se inaugurará esta semana se titula Vía Dolorosa, es decir, el camino que desde hace siglos se conoce como el Vía Crucis de Jesús hacia el Calvario. Cientos de peregrinos lo han recorrido, pero por primera vez una exposición multimedia de quince minutos de duración permitirá conocer en profundidad lo que sucedió hace dos mil años en este lugar de Jerusalén.

La muestra se encuentra en el interior del Convento de la Flagelación, donde fue condenado el Señor (II Estación de la Vía Dolorosa), un lugar arqueológico de suma importancia. Además, la instalación aglutina varias dimensiones (historia, arqueología, tecnología multimedia y espiritualidad) en el intento de hacer revivir a los visitantes los acontecimientos del Evangelio y de la historia de la Ciudad Santa en primera persona. A la presentación multimedia, se suman los hallazgos arqueológicos recogidos en un entorno excepcional, que sintetizan de forma didáctica los hechos.

El custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, puso la primera piedra de este proyecto el año pasado. La finalización de los trabajos de las otras dos secciones, la arqueológica y la histórica, está prevista para el 2018.

El Terra Sancta Museum, situado en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén, se convertirá en breve en una exposición permanente para descubrir la historia de esta tierra fascinante en donde desde hace milenios se tejen los destinos de muchos pueblos que conviven en los lugares sagrados de las tres religiones monoteístas. Se trata de una obra muy querida por los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, la principal promotora de la iniciativa en colaboración con el Studium Biblicum Franciscanum y la Asociación Pro Terra Sancta.