domingo, 21 de septiembre de 2008

Monedas con historia en Tierra Santa



Esta semana nuestra historia trata de monedas antiguas. Vinieron algunos niños a la actividad del club, y en esta ocasión se organizó para ellos una gymkana por las calles de la ciudad antigua de Jerusalén. Los niños tenían que realizar diversas pruebas que llevaban escritas en un papel, y el grupo que terminara de conseguir antes lo que se indicaba había ganado y recibiría el premio. No era fácil, pues había bastantes pruebas: algunas bastante originales y otras difíciles. Una de las que tenían que hacer era conseguir una moneda de otro país. Pero un grupo de niños se equivocó, pues en lugar de traer una moneda extranjera lograron algo en teoría más difícil. Entraron en una tienda de la ciudad antigua y preguntaron por una moneda especial. El resultado fue que el comerciante les dio la moneda que aparece en la imagen. Nos quedamos un poco sorprendidos cuando vimos al niño llegar con la moneda. Era muy pequeña, tenía como un centímetro de diámetro, y parecía realmente antigua. La llevamos a un especialista, y nos confirmó que efectivamente se trataba de una moneda antigua romana, y que la imagen que aparecía en una de las caras es la de un emperador romano. Por supuesto la moneda -aunque no era extranjera- por su indudable originalidad fue admitida.
Se pueden encontrar monedas antiguas en Jerusalén. Algunos han descubierto el negocio y han comercializado el famoso “Óbolo de la viuda”.
“Alzando la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donaciones en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que nadie. Porque todos éstos han echado como donativo lo que les sobra, ésta en cambio ha echado de lo que necesita, de todo lo que tiene para vivir". (San Lucas, 21:1)
Esta moneda se puede comprar en las tiendas Se vende en unas cajas en forma de libro en las que se encuentra un “Óbolo de la viuda” muy bien presentado. Esta moneda del siglo I a.C. se llamaba “Lepton”. La palabra es una palabra griega que significa “pequeña” o “fina”, y en la época era la moneda de menor valor. Hoy por su indudable interés esta moneda que - para desgracia de la viuda- valía tan poco se ha revalorizado, y se vende por muchísimo más de lo que costaba en su momento. De todas formas el valor de la moneda era el de la generosidad de esa persona que la echó en el cepillo del Templo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se ve que es una tierra "con historia". Felicidades por el blog.

Jorge