Esta semana termina el mes del Ramadán para los musulmanes. Son días muy movidos en Jerusalén. Muchísimos musulmanes que vienen desde los alrededores a la Ciudad Santa –al Quds, en árabe- para rezar al final del Ramadán en la esplanada de las mezquitas, especialmente ante el domo de la Roca, uno de los lugares más santos para los musulmanes, pues en esa mezquita está la roca desde donde sostienen que Mahoma subió al cielo.
Todos los viernes vienen muchos musulmanes para rezar y llenan de coches y de autobuses los alrededores de la puerta de Damasco. Yo vivo cerca y se nos llena la calle de vehículos aparcados por todos lados, hasta el punto de que peligra seriamente que podamos sacar nuestros coches del aparcamiento. Otra cosa curiosa que nos afecta en Ramadán -también a los que no somos musulmanes- son los toques de inicio y final del ayuno cada día. El comienzo nos sorprende durmiendo. Suele ser sobre las 5.00 de la madrugada. Se trata de un petardazo o bombazo que se oye fortísimo en toda la ciudad. Algunos se siguen despertando con el ruido. Otros ya nos hemos ido acostumbrando. Por la tarde, sobre las 18.00 cuando termina el tiempo de ayuno vuelve a sonar el bombazo. Generalmente es fuerte y sobresalta, aunque a veces es más potente de lo normal y te llevas un susto. Cuando es tan fuerte suelen saltar hasta alarmas de los coches en la calle.
Todos los viernes vienen muchos musulmanes para rezar y llenan de coches y de autobuses los alrededores de la puerta de Damasco. Yo vivo cerca y se nos llena la calle de vehículos aparcados por todos lados, hasta el punto de que peligra seriamente que podamos sacar nuestros coches del aparcamiento. Otra cosa curiosa que nos afecta en Ramadán -también a los que no somos musulmanes- son los toques de inicio y final del ayuno cada día. El comienzo nos sorprende durmiendo. Suele ser sobre las 5.00 de la madrugada. Se trata de un petardazo o bombazo que se oye fortísimo en toda la ciudad. Algunos se siguen despertando con el ruido. Otros ya nos hemos ido acostumbrando. Por la tarde, sobre las 18.00 cuando termina el tiempo de ayuno vuelve a sonar el bombazo. Generalmente es fuerte y sobresalta, aunque a veces es más potente de lo normal y te llevas un susto. Cuando es tan fuerte suelen saltar hasta alarmas de los coches en la calle.
Sobre el ayuno que hacen los musulmanes el casi un mes que dura el Ramadán, hay que decir que es bastante duro. No comen ni beben nada desde antes de salir el sol –alrededor de las 5.00- hasta que se pone –sobre las 18.00- durante un mes. Siguen trabajando y sufren las consecuencias, sobre todo de la falta de líquido. Sobre esto quería contar un sucedido que le pasó a uno de los que viven en la misma casa que yo. Estuvo hablando de religión con un amigo musulmán en la universidad. Le explicó que nosotros también teníamos la Cuaresma, y que se trataba de 40 días en los que hacíamos abstinencia todos los viernes, y ayunábamos dos. Nuestro ayuno consistía en desayunar muy poco, comer normal, no tomar nada entre comidas ni merendar, y cenar de manera frugal. La abstinencia consistía en no comer carne. Cuando el musulmán oyó lo que hacíamos los católicos le dijo a mi amigo:
-Eso no es ayuno.
Efectivamente. Comparado con lo que ellos hacen no es prácticamente nada. Para que luego nos quejemos o rebajemos esa penitencia tan mínima que nos manda la Iglesia.
Los niños también lo viven. Me contaban también de uno de los niños musulmanes que vienen por el club, que en un día de Ramadán, cuando quedaba una hora para el bombazo -para que terminara el ayuno- llamó a su madre por el movil y le dijo que tenía una botella de coca cola, y que si podía beber un poco. Su madre le dijo, que no, que esperara una hora.
Muchas veces nuestros hermanos musulmanes nos dan ejemplo de mortificación y espíritu de sacrificio.
-Eso no es ayuno.
Efectivamente. Comparado con lo que ellos hacen no es prácticamente nada. Para que luego nos quejemos o rebajemos esa penitencia tan mínima que nos manda la Iglesia.
Los niños también lo viven. Me contaban también de uno de los niños musulmanes que vienen por el club, que en un día de Ramadán, cuando quedaba una hora para el bombazo -para que terminara el ayuno- llamó a su madre por el movil y le dijo que tenía una botella de coca cola, y que si podía beber un poco. Su madre le dijo, que no, que esperara una hora.
Muchas veces nuestros hermanos musulmanes nos dan ejemplo de mortificación y espíritu de sacrificio.
4 comentarios:
En el ayuno pasa como con el óbolo de la viuda. Lo importante no es la cantidad, sino la calidad.
Muchas gracias por sus escritos.
Hola Padre:
Nuestro ayuno lo hacemos en Comunión y Gracia de Dios, no 'por cumplir' sino por Amor, y si es por amor al Amor Salvador sumándonos a salvar almas o fortificar misiones, en el hombre no hay hecho más grande.
¿cuanto pesa ese amor?
Un fuerte abrazo desde España.
seamos sinceros. hemos olvidado el ayuno. Este, con la oración y la limosna, forma el cimiento de la religiosidad. Aparece en el final del libro de Tobías. En el Evangelio también se habla del ayuno. En el encuentro de las religiones, en el encuentro ecuménico, será preciso que aceptemos que nos falta convertirnos, entre otros terrenos, en este. (ayuno de tabaco, de alcohol, de refrescos, de compras no necesarias, tambien de alimentos
En Arabia el ayuno de ramadán es más práctico: consiste en cambiar el horario de trabajo. Se duerme durante el día y se trabaja por la noche. No es raro que te citen a las 3 de la madrugada en una empresa y luego no encuentres a nadie en su puesto de trabajo durante el día.
Interesante blog, padre, le enlazo.
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