sábado, 19 de noviembre de 2011

Moneda en la boca del pez

"Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿Vuestro Maestro no paga el impuesto?". "Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?". Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti" (Mt 17, 24-27).
A la famosa especie conocida como tilapia se la llama “pez de San Pedro” en el Oriente Próximo. Es muy posible que fuera este pez con el que Jesucristo realizó la multiplicación de los panes y los peces. Hoy en día se trata de la segunda especie más importante en la producción mundial de acuicultura. Las tilapias son peces originarios de África pero que actualmente se localizan por países cálidos de todo el mundo. Viven en agua dulce pero aceptan aguas salobre. Las larvas se alimentan de zooplancton, mientras que los adultos son omnívoros y lo hacen de zooplancton, fitoplancton, algas y pequeños animales bentónicos. Están situados en un nivel bajo de la cadena alimentaria, al contrario que otros muchos peces cultivados que son carnívoros. Son peces de crecimiento rápido, si bien los machos lo hacen mas deprisa que las hembras. Alcanzan algo mas de un kilogramo de peso. Las tilapias alcanzan la madurez sexual a los tres meses de vida y presentan una importante capacidad reproductora. Se caracteriza porque las hembras incuban los huevos en el interior de su boca tras el desove y la fecundación. Los mantienen en la cavidad bucal hasta varios días después de la eclosión. Las hembras no ingieren alimento durante la incubación de los huevos. Desovan entre 3 y 10, o a veces incluso mas veces al año. Y cada hembra produce entre 1.500 y 10.000 huevos al año. Estos eclosionan a los 2-5 días y las hembras los protegen en su boca durante otros 8-10 días mas. La tasa de supervivencia es considerablemente alta. Muchas veces no es fácil que salgan los pececillos de la boca de sus padres. Tienen miedo al mundo exterior y algunos se resisten a salir quedándose en las paredes de la boca. Por eso los padres utilizan el método de introducirse objetos en la boca para que, moviéndolos dentro, golpeen a las crias y se decidan a salir.
Así se entiende que no sea extraña la posibilidad de encontrar en ocasiones a estos peces con algún objeto en la boca, como sucedió en el caso del pasaje del evangelio que citamos al inicio. Este, solo aparece en el evangelio de san Mateo, que es el de tradición Petrina. San Pedro debió predicar muchas veces este suceso. Se encuentra recogido justo después del momento en que el Señor les hablara de lo que iba a sufrir en la Pasión. Parece que el Señor, viendo que se habían quedado desanimados al hablarle de las cosas duran que iban a suceder, quiso con este signo levantarles el ánimo. También tiene este pasaje un significado simbólico: Jesús es el pez y nosotros los pececillos. Y es Él quien paga por nosotros el tributo muriendo en la Cruz.