Por fin, el Papa ha llegado. Por la mañana hemos podido ver cómo bajaba del avión proveniente de Jordania. Varias cadenas de televisión israelíes han retransmitido en directo la ceremonia de acogida. Después de saludar a las autoridades se ha producido una escena que nos ha llenado de satisfacción. Han ido a saludar al Santo Padre unos niños. Algunos le enseñaban libretas del colegio. Uno de ellos era el elegido para ofrecerle en un recipiente tierra del lugar, tierra Santa. Nos ha emocionado porque ese niño que le ha dado la bienvenida es socio de nuestro club de Jerusalén, el club Alíf. Se llama Jiries -que significa Jorge- y tiene 12 años. Cuando se ha acercado con la tierra el Papa la ha bendecido, después le dado la bendición a él y ha bendecido también una pequeña Cruz que llevaba puesta. Después el Papa se ha trasladado en helicóptero a Jerusalén donde le ha recibido el alcalde y otro buen grupo de niños. De ahí se ha ido a comer a la nunciatura. Por la tarde ha hecho una visita de cortesía a la casa del Presidente del estado de Israel. Después se ha dirigido al museo de Yad Vashem que conmemora el holocausto judío. Lo hemos podido ver por la televisión y ha sido muy intenso y emotivo.
Finalmente el Papa ha venido hacia nuestra casa. Durante todo el día se han empezado a ver cada vez más policías y militares alrededor de las calles donde vivimos. Por la tarde, cuando ya se acercaba el momento del acto, han entrado tres militares armados y se han apostado en las escaleras exteriores del edificio. Nos habían dicho que no iba a ser posible salir a la calle para saludar al Papa, y hemos comprobado que era absolutamente cierto. Nunca he visto ni creo que volveré a ver unas medidas de seguridad tan espectaculares.
Finalmente el Papa ha venido hacia nuestra casa. Durante todo el día se han empezado a ver cada vez más policías y militares alrededor de las calles donde vivimos. Por la tarde, cuando ya se acercaba el momento del acto, han entrado tres militares armados y se han apostado en las escaleras exteriores del edificio. Nos habían dicho que no iba a ser posible salir a la calle para saludar al Papa, y hemos comprobado que era absolutamente cierto. Nunca he visto ni creo que volveré a ver unas medidas de seguridad tan espectaculares.
El acto ha tenido lugar en el auditorio de Notre Dame. Ha sido un encuentro con organizaciones que promueven el diálogo interreligioso. Nos ha hecho mucha ilusión que nos invitaran debido a la labor que hacemos con hebreos y musulmanes. Al acto ha acudido el Vicario del Opus Dei en Tierra Santa y algún otro miembro de la Obra. Habría unas 300 personas en el auditorio. Sólo ha desentonado el musulmán que ha participado. Sin estar previsto se ha levantado y ha invitado -hablando en árabe- al Papa y a los cristianos para unirse con los musulmanes contra los hebreos. Por lo demás el acto ha sido muy positivo y al Papa se le veía muy contento y cariñoso, aunque según me aseguraban después del acto, también parecía que estaba bastante cansado. No es de extrañar debido al intenso día que ha tenido.
Todavía no he podido verle, pero mañana -si Dios quiere- espero tener la oportunidad en la oración que dirigirá en la catedral del Patriarcado a las 12.30, y en la Misa en el valle de Josafat a las 16.30. Por la tarde noche contaré.
2 comentarios:
Gracias, Santi, de todo corazón.
Muchísimas gracias por la información que nos está trasmitiendo, además de primera mano.
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